CAGE
OPEN - SÁBADO
~Canción
de las ranas~
Su
comportamiento parecía contener alguna emoción difícil, se sentía algo
diferente a la amistad o a la simpatía. Ni siquiera yo era lo suficientemente
tonto como para no haberme dado cuenta. Solo había estado tratando fingir que
no me daba cuenta.
Kujou
Toshiaki: Está bien ir a tu propio ritmo, así que piénsalo.
La
mirada de Kujou-san sobre mí se sentía caliente. La única razón por la que pude
mantener la calma y responder normalmente mientras era objeto de una mirada tan
acalorada fue gracias al dolor en mi cuerpo.
Konno
Teppei: ¿Por qué decidiste decírmelo ahora, en este momento?
Kujou
Toshiaki: ¿Cuándo te hubiera gustado?
No,
no era cuestión de cuándo. Miré hacia abajo. No era una cuestión de cuándo … ¿o
no?
Kujou
Toshiaki: Cuando te vi herido así, no pude quedarme callado más.
Kujou-san
puso suavemente su mano sobre la mía. Levanté la vista y nuestros ojos se
encontraron. Realmente tenía unos ojos directos y honestos.
Kujou
Toshiaki: Por favor, escucha. Puedo protegerte en este juego. Pero me es
imposible fuera del juego. No puedo estar siempre a tu lado.
Kujou
Toshiaki: Ya he visto a muchos de ustedes siendo heridos.
Kujou
Toshiaki: Entonces, si me aceptas, Konno-kun … Te llevaré conmigo y huiré de
este lugar.
Kujou
Toshiaki: No dejaré que nadie te ponga una mano encima. Quiero protegerte y
sacarte de aquí, no como mi amigo, no como un conocido, sino como mi persona
más importante.
La
mano de Kujou-san se sintió cálida contra la mía. Sus palabras también fueron
acaloradas.
Huir
de aquí. ¿Era posible tal cosa? Como dijo Momoya, nos matarían si intentábamos
escapar.
¿Era
realmente posible? ¿Podría aceptar a Kujou-san así?
Mientras
nuestras miradas se entrelazaban, le respondí con mis sentimientos honestos.
OPCIONES:
1.
Realmente no quiero pensar en eso ahora.
2.
Necesito seguir mirando hacia adelante.
Elegir
la primera opción.
¿Llevarme
y huir? Sentí como si esas palabras hubieran sido dichas antes, ya las había
escuchado. Era algo maravilloso de escuchar. Hasta el punto de que me sentí
indigno de tales palabras.
¿Pero
es realmente posible algo así? No solo llevarme con él, sino también huir de
este lugar.
Momoya
también había dicho algo parecido al principio.
¿Es
posible hacer una hazaña como esa? Según recuerdo, Kujou-san había estado
buscando algún método con el que pudiera lograr escapar.
Pero
no creo que exista un método.
Aunque
no pensé que fuera correcto reducir sus esperanzas y decir por mi cuenta que no
existía una manera.
Después
de todo, estas palabras eran prueba en sí mismas de que Kujou-san me tenía en
mente. Que los frutos de su profunda consideración lo habían llevado a esta
respuesta.
Pero
había una razón que me impedía dar ese paso adelante, que me impedía responder
con un “sí”.
Otra
razón por la que no podría aceptar unirme a Kujou-san y huir.
Tenía
un poco de miedo de Kujou-san, es así de simple.
Esta
persona no me hará daño. Y seguramente, no creo que lo llaga en el futuro. Pero
esto es algo completamente distinto. Este miedo que siento es … instintivo.
El
punto es que tal vez no confío lo suficiente en este hombre como para confiarle
todo. No creo que pueda ser lo que Kujou-san quiere.
Y
realmente no tiene nada que ver con que sea gay.
Pero
cuando me dijo que le gustaba, eso significó que la posibilidad de un afecto
sencillo y amistoso había desaparecido. Es decir, me ve de manera sexual.
Además
de eso, los asesinatos.
Pensé
que ya lo había aceptado. Me dije a mi mismo que no tenía otra opción, que
Kujou-san lo había hecho por el bien de ambos.
Que
era porque creía que Kujou-san había estado viendo las cosas desde el mismo
punto de vista que yo. Adiviné cuál había sido su razonamiento en aquel momento
basándome en eso.
Pero
ahora no entiendo los pensamientos de Kujou-san, este hombre que dice gustar de
mí.