miércoles, 30 de julio de 2025

Cage Open (Kujou) #25

 

CAGE OPEN - SÁBADO

~Te adoro~

Para obtener el final 2 “bueno” de Kujou-san, me he saltado muchas cosas para que no sea tan repetitivo. Lo anterior saltado queda igual que en el final anterior, y a partir de esta decisión, es donde vamos ir cambiando elecciones para obtener el final 2.

Esto ocurre durante la declaración de amor de Kujou-san por Konno.

 

Mientras nuestras miradas se entrelazaban, le respondí con mis sentimientos honestos.

 

OPCIONES:

1. Realmente no quiero pensar en eso ahora.

2. Necesito seguir mirando hacia adelante.

Elegir la segunda opción.

 

Konno Teppei: ¿Crees que podrías escapar de este lugar, Kujou-san?

 

Abrí lentamente la boca, mientras aún sentía el calor de su mano sobre la mía. La voz firme en la respuesta de Kujou-san, fue lo opuesto a mi propia voz tímida.

 

Kujou Toshiaki: No creo que sea sencillo, por supuesto. La administración no es tan indulgente con estas cosas. Pero puedo escapar. Contigo … si es contigo, Konno-kun.

 

Konno Teppei: Si es … ¿conmigo …?

 

Kujou Toshiaki: Ya sabes, ¿cómo esas cosas que no son posibles estando solo, pero que se vuelven posibles cuando hay dos personas? Además, dicen que los humanos somos más fuertes cuando tenemos algo que debemos proteger.

 

¿Qué está diciendo este tipo? Caray, esto es tan vergonzoso.

 

Desvié la mirada, incapaz de mirar directamente los ojos de Kujou-san.

 

Todavía me preguntaba si este chico realmente hablaba en serio acerca de esto, pero al mismo tiempo … dudaba que tuviera algo que ganar mintiendo acerca de estar enamorado de mí.

 

Además, también había empezado a notar algo en su personalidad. Era el tipo de persona que podía decir cosas terriblemente cursis y vergonzosas con una cara seria.

 

Kujou Toshiaki: Konno-kun.

 

Levanté la cara ante el sonido de la suave voz desde arriba de mi cabeza. Allí estaba Kujou-san mirándome a la cara con una expresión reservada.

 

Sus ojos se volvieron contundentes, como si se asegurara de que hubiera contacto visual entre nosotros. Luego sus labios se movieron lentamente. Como si alguien hablara cuando decía palabras extremadamente importantes y apremiantes.

 

Kujou Toshiaki: Quiero protegerte. No quiero que te lastimen más. No quiero que corras más peligro.

 

Konno Teppei: Pero, yo …

 

No. No tenía idea de cómo se suponía que debería responder. No se me ocurría nada.

 

Kujou Toshiaki: Hablo en serio.

 

Estuve a punto de mirar hacia debajo de nuevo sin pensar, pero sus palabras me detuvieron antes de que pudiera hacerlo por completo. Mi vergüenza estaba a punto de llegar al máximo. Incapaz de reaccionar de una forma u otra, me quedé paralizado en el acto.

 

En ese momento escuché pequeños pasos acercándose. Aproveché estos sonidos para mirar hacia arriba y retirar mi mano con indiferencia. Kujou-san también retiró su mano.

 

Los pasos, como más o menos había imaginado pertenecían a Momoya. Había regresado, moviéndose en un ligero trote.

 

Como mi conversación con Kujou-san me había desconcertado por completo, me sentí un poco aliviado. Quería algo de tiempo para pensar.

 

Momoya: ¡He vuelto! Kujou-san, Konno-kun. ¿Están bien tus heridas?

 

Momoya se sentó en un lugar a poca distancia de mí. Miró mis heridas con cara de preocupación.

 

Konno Teppei: Sí, bueno, al menos se sienten mejor que antes. Creo que podrían haber mejorado un poco.

 

Momoya: ¡Ya veo! Eso es bueno. Pero asegúrate de descansar. Probablemente no te des cuenta de esto, pero te ves bastante mal.

 

Ni siquiera había considerado cómo me veía. Tal vez la razón por la que estaban tan preocupados por mí, tenía algo que ver con mi apariencia, tal como dijo Momoya.  Mierda. Soy un perdedor. Que patético.

 

Momoya: Kujou-san, lo siento, de repente te dejé con Konno-kun así.

 

“No me importa”, dijo Kujou-san mientras sacudía ligeramente la cabeza.

 

Kujou Toshiaki: Por cierto, ¿cómo te fue en la recopilación de información? ¿Te enteraste de algo?

 

Momoya asintió con expresión preocupada. Me miró y abrió la boca.

 

Momoya: Antes de decir lo que descubrí preguntando por allí, ¿quién te hizo esto? Quizás lo hizo otro participante, ¿verdad?

 

Konno Teppei: Ah, no … um, bueno lo hizo gente con la que trabajo.

 

Kujou Toshiaki: ¿Eso es cierto?

 

Konno Teppei: Sí. Algunos de ellos no eran personas con las que realmente había hablado, pero también había alguien entre ellos que había sido amable conmigo antes …

 

Momoya: Con que eso pasó … ¿Porque nadie parece saber quién golpeó así a Konno-kun? Pero si ni siquiera lo hizo un participante, supongo que es obvio que nadie lo supiera.

 

Kujou Toshiaki: Los participantes no pueden actuar por sí mismos durante el día, entonces todo lo que necesitan hacer para poder hacerlo, es utilizar a personas que no estén relacionadas.

 

Un truco como ese apenas y evita una infracción a las reglas. Se incluía en la categoría de “la búsqueda de la moneda durante el día”, pero sin saber quién era el culpable. Podría no pasar nada incluso si se informaba a la administración.

 

Momoya: Abrí mi gran boca y dije que iría a preguntar, para conseguir todo tipo de información, pero … lo siento, no fui de gran ayuda. Sin embargo, escuché mucho sobre ese mensaje de texto que se envío masivamente.

 

Kujou Toshiaki: El mensaje falso que dice que Konno-kun tiene la monera, ¿verdad?

 

Momoya: Sí, ese mero. Parece que no fue enviado por los participantes. Algunos tipos dijeron que no tenían idea. Solo unos pocos no lo sabían, pero aun así eso es reconfortante, ¿no?

 

Kujou Toshiaki: Así que eso es todo.

 

La voz de Kujou-san era pesada después de escuchar las palabras de Momoya. Y su rostro decayó como si acabara de descubrir algo.

 

Momoya: Kujou-san, por favor no pongas esa cara tan triste. Konno-kun parece estar bien, ¡todo está bien! ¿Verdad, Konno-kun?

 

Konno Teppei: Sí.

 

Honestamente, sentí que dependía de mí decidir si me sentía bien o no, pero solo asentí. Leería la atmósfera de este momento por ahora. Si pusiera una cara de preocupación en este momento, todo lo que haría sería deprimir a Kujou-san y no lograría nada bueno.

 

………………………………………………………………………………….

 

Momoya: Aun así, fue muy cruel, ¿no? Aun sí nunca antes había mostrado una intención como esa. Creías que lo conocías, pero al final tu senpai era un completo extraño después de todo. Quizás deberías ser un poco más cauteloso de ahora en adelante.

 

Kujou Toshiaki: No puedo perdonarlos. Te hicieron eso, aunque no tuvieras la culpa de nada …

 

Konno Teppei: Kujou-san, está bien. Ahora mismo estoy bien.

 

Kujou Toshiaki: No está bien. Usaron métodos tan sucios.

 

Su voz y la mirada en sus ojos me recordaron a la vez que apuñaló a Kibatarou. Decidí intentar calmarlo.

 

Su expresión no había cambiado, aun así. No había gritado ni nada. Pero aun así, me di cuenta de que su enfado era real.

 

No quería venganza ni nada como eso. Es decir, claro que estoy enojado. Pero no quiero ver a Kujou-san matar a nadie otra vez.

 

Konno Teppei: Si estás pensando en tomar represalias, lo haré yo mismo. No me gusta depender de ti para todo, Kujou-san.

 

Cuando mis heridas sanaran haría algo al respecto. Kujou-san hizo una mirada ligeramente insatisfecha en respuesta a mis palabras. Pero no insistió más. Qué alivio.

 

Kujou Toshiaki: Momoya-kun, ¿de quién escuchas eso? ¿Siguen en esta zona?

 

Momoya: Hmm, ¿quizás ya se hayan ido? Es muy probable que se hayan molestado después de que les pregunté tanto.

 

Kujou Toshiaki: Ya veo … ¿no te hicieron nada?

 

Momoya: Oh, solo me empujaron un poco. Pero no hicieron nada serio.

 

Kujou Toshiaki: ¿No intentaron averiguar si tenías la moneda?

 

Escuché atentamente su conversación. Se sintió un poco extraño no participar en una conversación que básicamente se trataba de mí, pero simplemente esperé y escuché.

 

Momoya: No, ellos tampoco hicieron eso. Si tuviera la moneda, no me acercaría de esa manera a otros participantes, así que probablemente pensaron que no la tenía.

 

Kujou Toshiaki: Ya veo …. Me pregunto quién fue el que envió ese mensaje de texto.

 

Momoya: Lo siento, no pregunté tanto. Pero hubo muchos chicos que dijeron que no lo habían recibido y que no sabían nada al respecto.

 

Kujou Toshiaki: No tienes porque disculparte. Lo que me parece raro es el motivo. ¿Por qué Konno-kun? ¿Por qué precisamente él cuando hay tantos participantes?

 

Sí, yo también pensé que eso era raro.

 

¿Por qué yo? ¿Era muy conocido aquí o qué? Eso no era posible. En todo caso, yo era alguien que no era digno de mención en este lugar.

 

Momoya: Esto es sólo una especulación mía, pero … me pregunto si fue la administración.

 

Kujou Toshiaki: ¿La administración?

 

Konno Teppei: No pude ser … ¿Realmente harían todo lo posible para lanzar un ataque personal como ese hacia mí?

 

Momoya: Bueno, es decir, la administración es la única que sabría todos nuestros números de teléfono, ¿no? Aunque no puedo pensar en un motivo …

 

Kujou Toshiaki: Sí, esa también es una posibilidad. Solo hay un punto más que estoy cuestionando. ¿Quién es este “senpai”?

 

¿Nm? Debe referirse al senpai que me golpeó, ¿no? ¿Quiere saber su nombre? Si eso es lo que quería decir, no había necesidad de que buscara venganza.

 

Konno Teppei: Kujou-san, no es necesario que lo sepas. Como dije antes, si es por venganza lo haré yo mismo …

 

Kujou Toshiaki: Oh, lo siento. No te estaba preguntando a ti Konno-kun. Le estaba preguntando a Momoya-kun.

 

¿A Momoya? ¿Momoya tenía un senpai que participaba en el juego? Oh, ¿quizás sean esos tipos que lo ayudaron antes?

 

Pensando que era extraño, miré a Momoya …

 

Su rostro estaba tenso.

 

Tenía la expresión desesperada de alguien que había cometido un error. Miré de un lado a otro entre Momoya y Kujou-san sin tener idea de por qué pondría ese tipo de cara.

 

Toda expresión había desaparecido del rostro de Kujou-san.

 

Kujou Toshiaki: Konno-kun solo dijo “gente con la que trabajo”. No dijo nada sobre que fuera un kouhai, senpai o jefe.

 

Kujou Toshiaki: ¿Cómo supiste entonces Momoya-kun, que los compañeros de trabajo que le hicieron esto eran sus senpais?

 

Al decir eso, me quedé congelado.

 

Es cierto. Hace un momento, cuando les conté lo que pasó, solo había dicho que eran personas con las que trabajaba.

 

¿Cómo supo que eran mis senpais?

 

Momoya tenía una expresión rígida y permaneció en silencio.

 

Kujou-san lo miró.

 

Después de unos segundos, el rostro de Momoya se relajó. Volviendo al mismo rostro brillante y juvenil de siempre.

 

Momoya: Haaah …

 

Momoya: ¿Puedo hacer una pregunta yo también? ¿Por qué ustedes dos no vinieron al lugar de reunión que acordamos anoche?

 

Kujou Toshiaki: Eso no es de lo que estamos hablando ahora. ¿Puedes responder a mi pregunta?

 

Momoya: Es el mismo tema. Esa una respuesta y una pregunta a la vez. Porque ese es el motivo.

 

Konno Teppei: ¿Motivo?

 

Momoya: Haah, realmente no tienes ni idea. Eres tan tonto que es agotador estar cerca de ti. ¿Qué tiene de bueno alguien así, Kujou-san? Yo soy mucho mejor que él, ¿no?

 

Sus grandes ojos me miraron fijamente. Una mirada fría y llena de desprecio.

 

Por “tonto” se refería … Espera, ¿qué quiere decir con “motivo”? No puede ser, Momoya fue …

 

No, ¿podría ser eso realmente lo que quiso decir? No puedo creerlo. Momoya siempre había sido muy amigable conmigo hasta ahora.

 

No parecía el tipo de persona capaz de hacer algo como eso. No, no puede ser. ¿Por qué?

 

Kujou Toshiaki: Entonces fuiste tú.

 

Ante esa declaración, Momoya se rió. Era una sonrisa como si se burlona.

 

Momoya: Ustedes dos me dejaron atrás y se encontraron solos, así que esto es un castigo. Los estuve esperando mucho tiempo anoche. Incluso cuando los bichos raros vinieron a molestarme, seguí esperándolos.

 

Momoya: Y, aun así, cuando llegó el momento de regresar, allí estaba ustedes dos. Siendo amigables y caminando juntos. Pensé, “¡ahhh esto me fastidia!”. Bueno, de todos modos, nunca me ha agradado realmente Konno-kun.

 

Momoya: Hey, Kujou-san. Soy más inteligente que ese tipo. Y más importante que eso, mi cuerpo es mucho más atractivo y compatible contigo, ¿sabes? Sé que los dos no habíamos hablado en mucho tiempo, pero reunirnos así tenía que ser algún tipo de voluntad divina.

 

Kujou-san no se movió. Mi mente intentó digerir las palabras de Momoya. Me sentía triste.

 

Momoya: De todos modos, ¿Konno-kun es realmente tan importante para ti?

 

Momoya me miró como si fuera un pedazo de basura. Me dolió. No era porque hubiera confiado en él ni nada como eso, simplemente estaba … realmente triste.

 

Los ojos de Momoya brillaban con odio. Los fríos ojos de Kujou-san brillaban como el hielo.

 

Momoya: Guh, ¡¿ahh?!

 

Sucedió en un instante.

 

Kujou-san extendió la mano ya agarró a Momoya por la oreja, levantándolo. Acercándolo a sí mismo.

 

Esta situación se parecía a la de una madre pellizcando la oreja de su hijo travieso como castigo.

 

Sin embargo, esto era completamente diferente. Kujou-san sacó una de sus manos; dentro había un par de tijeras. Su brazo de movió lentamente hacia arriba.

 

Luego colocó las dos hojas abiertas sobre la oreja de Momoya, poniendo el cartílago de esa oreja sobre ellas.

 

Luego apretó.

 

Sonó como un “cruj, cruj”.

 

Las tijeras se cerraron.

 

Un líquido rojo se derramó cuando la oreja de Momoya fue crudamente cortada.

 

Momoya: Gyah … ¡aaahhhhhh!

 

Momoya: ¡¡Aaaaaa, haaahhhh, aaaaaahg!!

 

Un agujero oscuro permaneció donde una vez estuvo la oreja de Momoya. El mismo líquido rojo brotó de él. Pero realmente no fue mucho. De hecho, había esperado que saliera más sangre.

 

Momoya se llevó una mano al área afectada y cayó al suelo. Cayó y se retorció sobre el suelo.

 

Momoya: ¡Uwaaaahhh, aaahhhhh, duele, duele, me duele, Kujou-san! ¡¿Por qué?! ¡¡Duele!!

 

El trozo de carne desmembrado cayó de los dedos levantados de Kujou-san.

 

Kujou Toshiaki: El que es estúpido eres tú, Momoya-kun.

 

Momoya se movió para recoger el trozo de carne del suelo y extendió su mano temblorosa para agarrarlo. Pero, justo antes de llegar allí, una suela de zapato le aplastó la mano. Era la mano de Kujou-san ….

 

Kujou Toshiaki: Es obvio que estoy enamorado de Konno-kun y aun así hiciste algo así … Realmente eres un idiota.

 

Repetidamente bajó el pie. Pisando la mano de Momoya contra el suelo una y otra vez. El cuerpo de Momoya se sacudió cuando llegaron los crujidos.

 

Kujou Toshiaki: Además de eso, realmente eres un arrogante. ¿Solo porque me acosté contigo 2 o 3 veces piensas que somos “compatibles”?

 

Momoya: ¡Gyaaagggghhh! ¡Para, para, para, para, detente ya, para, Kujou-san, gaaaahh!

 

Kujou Toshiaki: Además eres ruidoso. Tu oreja y tu mano ya no sirven de nada, así que ahora todo lo que necesitamos es deshacernos de tus ojos; para que ya no puedas enviar mensajes de texto. Después, seguirá tu boca para que ya no puedas dar órdenes a otras personas, ¿no?

 

Su voz fría y penetrante envió un escalofrío por mi espalda y me devolvió a mis sentidos. Olvidándome por completo del dolor en mi cuerpo me lancé sobre Kujou-san.

 

Kujou Toshiaki: ¿Qué pasa Konno-kun?

 

No había sido tan contundente, por lo que el cuerpo de Kujou-san apenas y se movió. Deslicé mis brazos alrededor de su cintura. Kujou-san me susurró esas palabras en un tono de voz de preocupación.

 

Entonces sentí que su mano se posaba ligeramente sobre mi hombro. La mano que seguramente aún agarraba las tijeras. Pero mis emociones estaban demasiado tensas como para no tener miedo.

 

No tenía tiempo para sentir esas emociones.

 

Los gritos de Momoya continuaron sin parar. Y, sin embargo, las tranquilas palabras de Kujou-san sonaron mucho más claras para mis oídos.

 

Kujou Toshiaki: Suéltame por favor. Podrías salir lastimado.

 

Konno Teppei: ¡Kujou-san, está bien! ¡Ya está bien!

 

Kujou Toshiaki: Por supuesto que no lo está. Lo que te hizo este tipo …

 

Konno Teppei: Te lo ruego, por favor detente.

 

Kujou Toshiaki: ……

 

Konno Teppei: Por favor.

 

Kujou Toshiaki: ¿Por qué está siendo tan firme en defenderlo?

 

Una pregunta tranquila volvió a mí. Cuando el rostro de Kujou-san me miró, vi que parte de su calidez regresaba a su expresión muy levemente.

 

Konno Teppei: No es que quiera defender a Momoya. Solo no quiero verte haciendo esto.

 

Konno Teppei: No quiero que hagas cosas como estas Kujou-san.

 

Kujou-san dejó de moverse por completo. Había empezado a parecerme a un koala. Estaba aferrándome a Kujou-san con todo mi cuerpo.

 

Kujou Toshiaki: De acuerdo. Me detendré.

 

Konno Teppei: ¿En verdad? ¿Ya no lo harás más …?

 

Kujou Toshiaki: Nunca te mentiría.

 

Estaba de espaldas, pero definitivamente no escuché mal, es lo que dijo.

 

Rápidamente comprendí que sus palabras eran verdaderas, así que me solté de su cuerpo. Kujou-san me miró mientras lo soltaba, deslizando su mano por mi espalda.

 

Kujou Toshiaki: Lo siento.

 

Una sencilla disculpa. No era como si quisiera que se disculpara.

 

La mano en mi espalda me empujó ligeramente hacia adelante. Debe estar insinuando que era hora de irnos. Honestamente, ya ni siquiera quería mirar la cara de Momoya, así que obedientemente lo seguí. 

 

Momoya estaba agachado sobre salpicaduras de su propia sangre. No sentí simpatía por él, pero … había querido salvarlo.

 

No quería que Kujou-san matara a más personas. Y tampoco pensé que Momoya mereciera morir por lo que había hecho.

 

Dejé que Kujou-san me alejara de ese lugar. Nos encontramos con un Kibatarou en el camino. Después de simplemente informarle que había una persona herida más adelante, Kibatarou respondió con una sola palabra “Entendido”.

 

Ya habíamos recorrido una distancia considerable, por lo que no parecía haber más motivos para seguir caminando. Kujou-san se detuvo. Los dedos que habían sostenido las tijeras estaban teñidos de un rojo intenso.

 

También pude ver sangre negra y seca debajo de sus uñas.

 

Kujou Toshiaki: Sentémonos un minuto. Sé que debes estar adolorido, Konno-kun.

 

Estábamos delante del carrusel. El mismo carrusel que alguna vez había sido nuestro punto de reunión.

 

Kujou-san avanzó y entró en la atracción. Dudé unos segundos, pero era cierto que me dolía, así que lo seguí.

 

Mi juicio racional había regresado en este momento, así que sinceramente, había comenzado a sentir un poco de miedo hacia Kujou-san, pero …

 

No podía comprender, cómo podría hacer esas cosas tan horribles con tanta facilidad. No es que no entendiera el impulso de matar a alguien. Pero estar tan tranquilo y sereno mientras le cortaba la oreja a alguien … era una cosa diferente.

 

Lo hizo por mí, pero estaba seguro de que no había manera de que yo pudiera hacer algo así, ni siquiera por alguien a quien amaba. Tal vez darles una paliza sería más razonable.

 

Me hizo preguntarme si Kujou-san podría no hacerme lo mismo a mí también. No podría decir con certeza que no hubiera ninguna posibilidad.

 

TRADUCCIÓN: SAKURADA DI

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Buscar este blog