Prisión - 20%
¿¿Qué hago? Volver a
ser una persona decente …. ¿ha estas alturas podría volver a ser una persona
decente?
No,
abosolutamente imposible. El muno no es lo suficuenemente amable como para
rehabilitar a 25 pandilleros.
Entonces
…. ¿qué hago?
¡Ahh,
algo! ¡¿No hay algo como una carta bajo la manga?!
Sin
importar de que se trate de engañar con carne de cerdo en una olla y crear un
escándalo, o cualquier juego difícil, mientras mi suerte siga conmigo ……
Podré
apostar las cartas de mi mano sin importar el lugar en donde me encuentre.
Bernardo:
Es por eso que ya no tenemos más remedio que confiar en él …..
Luchino:
¡Cabrón, ¿que carajos ha pasado!? Ya no tenemos más que hacer …. Maldita sea.
Iván:
No podría decir que el tirar nuestras vidas como una herramienta sea una
apuesta. ¿O acaso el podría….?
Giulio:
Hagan lo que quieran ….. yo obedeceré las ordenes …. Yo …. Yo … ehm ….
¿Nm?
Repentinamente escucho una voz venir hacia mí mientras había estado distraído
en mis propios pensamientos ….
Esa
voz sola se escuchaba tan clara y realmente cordial a comparación de las voces
que se escuchan cuando todos hablan juntos, y que solo me provoca dolor de
cabeza, y ….
Dentro
de mi cabeza, el sonido de quella voz se extendió como si estuviera intentando
cambiar la imagen de mis pensamientos. Este chico ……
Al
aclarar mi mente, veo a Bernardo, Luchino, Iván y al usario de cuchillo, Giulio
frente a mí.
Una extraña sonrisa se escapa de mi boca mezclada con
mi aliento. De alguna manera ….
¿Cómo podría describir a esta sensación? Me siento como
si hubiera encontrado una de las mejores cartas en medio de una montaña de
cartas sobre una mesa de Pakchi.
No, me equivoco, esto no puede ser una buena carta.
Sola puede ser de ayuda, pero para hacerl una de las mejores jugadas, al menos
necesito cuatro de ese mismo tipo de cartas.
Como sea, al menos pude ver una.
Esto lo convierte en una historia muy simple. Es
extremadamente sencilla, tanto que no había necesidad de preocuparse. En
cualquier caso, no importa en que dirección vaya …..
Mientras tenga a Dios apostando por mí, tener aunque
sea solo una buena carta es de lo mejor. En otras palabras, seguiré viviendo
sin abandonar las esperanzas. Esa es la única forma genial de seguir adelante.
Y es porque …..
Si continúo adelante sin dudar y nunca abandonar la
esperanza, entonces nunca podré refutar como un niño diciendo “Dios no existe”.