miércoles, 14 de abril de 2021

Lamento Beyond The Void #4 (Asato)

 Leaks se rió burlonamente. ¿Fue en satisfacción o en lástima?

 

Sin previo aviso, la sensación punzante de que le desgarraran la cola empeoró.

 

¡No!

 

Konoe: ¡!

 

Abrió los ojos. Lo primero que vio Konoe fue la Luna de Luz asomándose a través de los árboles.

 

El corazón de Konoe se aceleró. Era como una presión dolorosa en su pecho.

 

Su mirada se movió de izquierda a derecha, puso una mano detrás de su cintura y palpó su cola. No estaba arrancada, por lo que exhaló un suspiro de alivio.

 

¿Un sueño …?

 

Repentinamente su cuerpo se tensó.

 

¿Qué fue de las marcas? ¿De qué color eran sus orejas y su cola? Anoche, la prueba de la maldición desapareció.

 

Sin embargo, solo pudo haber sido temporal. Podría haber regresado de la noche a la mañana.

 

El sonido de los latidos de su corazón se aceleró. Un sudor frío se formó por todo su cuerpo.

 

Quería asegurarse. Pero si realmente tenía las marcas, la idea de tan solo pensar en eso le daba un miedo impotente.

 

Konoe recordó su sueño. No, ¿realmente fue un sueño?

 

La aldea de gatos, los demonios … y Leaks, sonriendo.

 

Lo recordaba claramente. La figura tranquila y sonriente de Leaks le dio náuseas.

 

Nunca se rendiría ante él. No había terminado. Quizás Leaks estaba, incluso ahora, observando su miedo con diversión.

 

Con esta conclusión, su miedo se desvaneció instantáneamente. Konoe respiró lentamente y se detuvo, luego se llevó ambas manos a la cara.

 

No habían marcas ahí.

 

Konoe: …

 

Se cubrió la cara con ambas manos y exhaló la respiración contenida. Estaba aliviado.

 

Asato: ¿Cómo te sientes?

 

Al escuchar la voz, quitó sus manos de su cara.

 

Bloqueando la suave luz de la luna, los ojos de Asato lo miraron.

 

Rai se sentó a su lado con los brazos cruzados.

 

Rai: Parecía que estabas teniendo una pesadilla.

 

Konoe: ¿Mis orejas …?

 

Asato: ¿Orejas?

 

Konoe: ¿De que color son mis orejas …?

 

Asato parecía no entender, y luego se rió un poco.

 

Asato: No son negras. Son blancas con un poco de color marrón.

 

Konoe: Ya veo.

 

Entonces realmente habían regresado a su color normal.

 

El asintió otra vez.

 

Cuando miró, Konoe notó que Asato todavía estaba mirando a sus pies.

 

Konoe: ¿Qué pasa?

 

Asato: Nada. Solo estaba pensando que tu cola es del mismo color.

 

Konoe: ¿Nm? ¿Y qué con eso?

 

Asato: ….

 

Asato se quedó callado y miró fijamente la cola de Konoe, haciéndolo fruncir el ceño.

 

Konoe: ¿Asato?

 

Asato: Ah, no es nada.

 

Konoe: ¿Mi cola es tan rara?

 

Asato: No es eso … tu cola que ha vuelto a la normalidad, creo que es hermosa.

 

Konoe: ….

 

Su boca se abrió e inadvertidamente curvó la cola para esconderla.

 

¿Asato dijo cosas tan vergonzosas con tanta valentía porque creció en esa jaula llamada Kira, sin saber estas cosas?

 

Asato parpadeó ante la reacción de Konoe. Aparentemente, él simplemente no estaba al tanto.

 

Konoe: Deberías ir a Ransen. Seguro que serías popular.

 

Asato: ¿Nm? ¿Por qué?

 

Konoe: Quien sabe.

 

Asato ladeó la cabeza, genuinamente curioso.

 

Rai. que había estado escuchando su conversación en silencio, ahora se burlaba sutilmente.

 

Konoe: ¿Qué?

 

Rai: Tu color es muy infantil.

 

Konoe estaba ofendido por sus consideradas palabras.

 

Konoe: Hay muchos gatos con este tipo de color.

 

Rai: Los otros no importan. Estoy hablando de ti.

 

Konoe: Tu …

 

Rai: Es un color que va perfectamente con tu forma de ser.

 

Konoe: !No le digas cosas malas a Konoe!

 

Rai: Es la verdad.

 

Konoe: …

 

Asato le gruñó a Rai, pero a Rai no pareció importarle en absoluto.

 

Konoe dio un suspiro largo y prolongado mientras se levantaba. Aunque se sentía un poco pesado, su cuerpo se ya sentía un poco mejor.

 

Rai: Ya va siendo hora de partir.

 

Rai y Asato se pusieron de pie. Konoe se arregló la ropa y las siguió.

 

Rai: ¿Qué pasó ayer cuando quedaste inconsciente?

 

Fue mientras caminaban por el bosque. De repente interrogado por Rai, Konoe miró hacia arriba.

 

Konoe: Conocí a los demonios.

 

Rai: ¿Cuando estabas inconciente?

 

Konoe: No puedo decir si era un sueño o la realidad.

 

Pero fue real. Real en su mente, no en su cuerpo.

 

Rai: ¿Los conociste en su verdadera forma?

 

Konoe: Si.

 

Rai: ¿Tienes evidencia?

 

Konoe: No tengo. Pero, ellos no eran sombras. Ellos definitivamente estaban en sus verdaderas formas.

 

No había duda de ello. Al menos, eran diferentes de las sombras que veía Konoe. Mientras Konoe hablaba sin vacilar detrás de sus palabras, Rai no lo presionó más.

 

Asato: ¿Eso tiene relación con que la maldición haya desaparecido?

 

Konoe: No lo se.

 

Las marcas grabadas en las cuatro piedras se parecían a las marcas que aparecieron en su cuerpo.

 

Las serpientes de cuatro colores y los demonios probablemente también estaban relacionados. Sentía que todo estaba unido de alguna manera, pero no podía entenderlo. Simplemente lo frustraba. No sabía por qué estaba siendo atacado.

 

Verg había llamado “presa” a Konoe. Él tampoco entendía eso. No entendía nada.

 

Mientras afilaba sus garras para distraer su mente, el paisaje verde y serpenteante se rompió. Y ese pueblo apareció.

 

Pronto llegaron al desolado pueblo donde habían caminado los gatos cadáveres. Su corazón latía como un tambor sin ninguna razón en particular ante ese pensamiento.

 

Naturalmente, no había nadie en el pueblo.

 

Bajó los ojos a la soledad. Sin cadáveres. Sin rastros de sangre. El pueblo estaba desierto, como si nadie hubiera vivido aquí durante mucho tiempo.

 

Recordó los gatos del pueblo que surgieron en su sueño. Aunque la maldición se rompió, era un hecho que los gatos habían muerto por su culpa.

 

Aunque habían sido controlados por la mano de Leaks, Konoe los había involucrado.

 

En verdad, no tenían por qué haber muerto. Los gatos de este pueblo deberían haber vivido sus días en paz. Tantas vidas se habían extinguido por su culpa.

 

Ahora estaba muy consciente de ese horror. Le dolía el corazón como si fuera a estallar.

 

Rai: No hay tiempo para ponerse sentimental.

 

Caminando por la aldea, Rai habló sin siquiera darse la vuelta.

 

Rai: El resultado lo es todo.

 

Él lo sabía. Este sería el resultado.

 

Aun así… Konoe siguió caminando, levantando una mano para controlar su dolorido corazón. Su ira hacia Leaks no fue suficiente para reemplazar su conciencia culpable.

 

…………………………………………………………………………………………………………..

 

Para cuando regresaron a Ransen, la Luna de Luz había ascendido por encima de sus cabezas.

 

 

Las calles estaban tan llenas de gente como siempre, y si Konoe se perdía, sería tragado por la multitud.

 

Aunque no había pasado mucho tiempo desde que dejaron la ciudad, se sentía como si me hubiera ido por un tiempo terriblemente largo.

 

Repentinamente Konoe se sintió cansado.

 

Debido a que Asato parecía tener problemas para lidiar con la confusión de la ciudad, probablemente estaba cruzando el vecindario sobre los tejados.

 

Caminando por la calle, Konoe notó algo inusual en la atmósfera.

 

En los puestos de los vendedores se exhibían ropas y máscaras extrañas, y vio muchos dulces poco comunes y comidas elaboradas.

 

Dondequiera que mirara, se mostraban banderas con el escudo de Ransen en las puertas y ventanas.

 

Sin embargo, debido a que también había decoraciones con sellos oscuros, los colores se atenuaron y no fue exactamente alegre. Los trovadores tocaban música constantemente.

 

Rai: Es Antou.

 

Konoe: ¿Antou?

 

Rai: Es un festival de invierno de Sisan que se celebra en Ransen. El invierno se compara con un demonio, así que esto es como un ritual para protegerse de él.

 

Ciertamente era más un ritual que un festival. Si este era el festival más grande de Sisa, debería haber muchos visitantes de otras ciudades y pueblos.

 

En ese caso …

 

Konoe: ¿Las posadas no estarán llenas?

 

Rai: Iremos a la posada de antes.

 

Konoe: Entonces …

 

Rai: El dueño de esa posada debe una, ¿cierto?

 

Hablando de eso, Konoe recordó que había asumido el papel de recepcionista hasta que llegó el verdadero reemplazo. O mejor dicho, ese era el papel que se le impuso.

 

Bardo dijo que siempre podría volver. No había tenido la intención de confiar en esa oferta, pero ahora no tenía otra opción.

 

Konoe: Vamos a preguntarle.

 

Aunque no tenía ganas, Konoe se volvió para dirigirse a la posada de Bardo con Rai.

 

Vadeando entre las oleadas de gatos, finalmente lograron llegar a la posada. Incluso si Asato no estaba allí, Konoe se sintió tan cansado que simplemente entró por la puerta.

 

A diferencia de antes, los sonidos de una charla tranquila ahora resonaban en la sala de espera. Parecía haber varios gatos que eran invitados aquí ahora.

 

Cuando miró hacia el mostrador de recepción, había un gato rayado que pasaba un bolígrafo por el papel, inclinaba la cabeza y fruncía el ceño.

 

Era Bardo.

 

Konoe: Disculpe …

 

Bardo: Espera un momento.

 

Aunque respondió, Bardo levantó una mano para detener a Konoe sin levantar la cabeza.

 

El parecía estar perdido en sus pensamientos.

 

Bardo: Aah … ¿esto parece que es asi ….? Entonces …. Ah … lo dejo. Es inútil estar preocupado por cosas como esas.

 

Dejando el bolígrafo solo, Bardo murmuró incoherentemente mientras se rascaba la cabeza con una mano.

 

Bardo: Por eso odio los tiempos de los festivales. Hay demasiados visitantes. Mi cerebro está todo en un giro; apurémonos y.. ¿hm?

 

Bardo finalmente notó a Konoe parado frente al mostrador.

 

Bardo: Ah, mira quién es. Eres a quien le pedí un favor hace un tiempo. ¿Eres ... Kunugi?

 

Konoe: Soy Konoe.

 

Bardo: Así es. Siento lo del otro día. Bueno, ¿qué necesitas hoy? ¿Has venido para quedarte?

 

¿Para qué más vendrías a una posada? Se preguntó Konoe.

 

Cuando asintió, Bardo sonrió con orgullo por alguna razón.

 

Bardo: Te lo dije, la época de los festivales es algo serio. Aunque Ransen es la ciudad más grande de Sisa, no hay muchas posadas. Bueno, ¿te quedas?

 

Konoe: Si hay una habitación disponible, me gustaría quedarme.

 

Bardo: Ah, justo ahora hubo una cancelación. ¿Estás solo? ¿Alguien te acompaña?

 

Konoe: Somos tres. Uno no esta aquí ahora, luego estoy yo y …

 

Se volteo en dirección a Rai y se sorprendió.

 

Rai mostró sus colmillos y esponjó su cola esponjosa y lisa, gruñendo. Los gatos que lo rodeaban se alejaron de la sed de sangre que emanaba de él.

 

Su ojo azul, normalmente tranquilo, se había dibujado en una rendija, llena de una luz feroz.

 

Konoe nunca lo había visto así antes.

 

Konoe: Hey …

 

Rai: ¿Por qué estas tu aquí?

 

En medio del gruñido había una voz baja inequívocamente dirigida a Bardo.

 

Konoe miró a Bardo. Sin parecer particularmente sorprendido, Bardo se cruzó de brazos con cansancio y miró a Rai. Esta postura también sorprendió a Konoe.

 

Bardo: ¿Por qué estoy aquí preguntas? Eso es porque soy el dueño de esta posada. Sería extraño si no estuviera aquí. Ha pasado un tiempo desde que nos vimos y así me saludas.

 

Rai: Cállate.

 

Bardo: ¿Viniste aquí con Konoe? El mundo es pequeño.

 

¿Los dos se conocen?

 

Konoe miró a los dos con asombro.

 

Bardo apoyó los codos en el mostrador y sonrió incómodo.

 

Bardo: ¿Aún no has curado ese mal hábito?

 

Rai: ¡!

 

En ese momento, brilló una luz blanca. Luego vinieron los fuertes sonidos de un viento fuerte y una ráfaga de aire.

 

Sin saber lo que había sucedido, Konoe siguió el flujo de ese viento con la mirada.

 

Una daga estaba clavada en el mostrador. Su punta estaba justo ante los ojos de Bardo mientras descansaba sus codos en el mostrador.

 

Bardo no vaciló, lanzando a Rai una mirada hacia arriba.

 

Bardo: No te alborotes. Molestaras a los otros clientes.

 

Rai: Hey, vamonos.

 

Pareciendo estar conteniendo su ira, Rai habló con brusquedad. Aún apoyado contra el mostrador, Bardo movió la daga con un dedo.

 

Bardo: Las otras posadas están llenas. Sin alojamiento, ni siquiera un lugar para comer. Si no quieres ver mi cara tanto, ¿no puedes simplemente pasar por el mostrador de recepción sin levantar la cara?

 

Bardo: No seas tan terco. Los gatos que permiten que la sangre se les suba a la cabeza fácilmente morirán jovenes.

 

Konoe: …

 

Los gatos que permiten que la sangre se les suba a la cabeza fácilmente mueren jóvenes. Estas mismas palabras exactas también habían venido de Rai antes.

 

¿Qué tipo de relación tenían estos dos?

 

Konoe miró a la cara de Rai.

 

Konoe: Clamate un poco.

 

Rai: ¿Qué dijiste?

 

Konoe: Tus circunstancias no importan. Ahora mismo, no hay otras posadas con habitaciones vacías, ¿verdad? ¿Qué planeas hacer, dormir afuera?

 

Konoe: Vine a que me devuelviera mi favor, así que me quedaré aquí. Si quieres ir a otro lugar, puedes hacerlo tú mismo.

 

Rai miró a Konoe, una tenue llama de resentimiento corriendo entre ellos.

 

¿Se opuso? Fue como dijo.

 

Konoe frunció los labios y miró directamente a Rai.

 

Honestamente, su fuerza fue suficiente para hacer que quisiera fingir, pero reprimió su timidez.

 

De hecho, no le importaba especialmente dormir fuera. En la hierba o en el suelo, dondequiera que estuviera bien, siempre que pudiera descansar.

 

Pero en este momento, quería mostrarle a este gato que no siempre podía obtener lo que quisiera.

 

El Sanga apoya al Touga hasta el amargo final.

 

Pero no como esclavo del Touga.

 

Durante un tiempo, el enfrentamiento continuó. El aire estaba tan tenso que asustó a los invitados y se fueron de la posada. Solo Bardo ocasionalmente golpeaba la daga clavada en el mostrador, golpeándola con sus garras.

 

El sudor se formó en el puño cerrado de Konoe. En momentos como este, el poder del ojo de Rai era realmente intenso. Mantuvo una mirada aguda sobre él, sintiendo como si hubiera metido la cola en un fuego.

 

Rai: ….

 

Finalmente, Rai dejó escapar un suspiro y bajó el párpado. Parecía que habían recuperado la compostura después de mirarse el uno al otro.

 

Pensó Konoe. Rai y él no eran amigos. A lo sumo, estaban juntos por los intereses del otro. No sería tan extraño incluso si se separaran.

 

Rai: Como sea, haz lo que quieras.

 

Entonces, ¿finalmente se separarían aquí?

 

Pero al momento siguiente, Konoe abrió mucho los ojos.

 

Pensó que Rai se iba a ir, pero Rai se estaba dirigiendo al segundo piso.

 

Konoe: ….

 

Siguiendo a Rai a toda prisa, Konoe miró por encima del hombro hacia el mostrador.

 

Bardo: Sí, sí, ponte cómodo - le dijo Bardo.

 

Levantó una mano ligeramente mientras la otra descansaba sobre el mostrador. Sintiéndose sorprendido por su actitud, que carecía de motivos claros, Konoe volteó hacia las escaleras.

 

Bardo: ¡Heey! ¡Te has olvidado de algo!

 

Bardo le arrojó algo.

 

Konoe, completamente distraído por Rai, trató de atrapar reflexivamente lo que le lanzaron, pero inmediatamente se erizó y saltó hacia atrás.

 

Konoe escuchó un sonido sordo.

 

Bardo le dio una sonrisa tranquila.

 

Había arrojado la daga de Rai. Hasta hace unos momentos, había estado atascado en el mostrador, y ahora perforaba el piso donde Konoe acababa de estar parado.

 

Escuchó un sonido metálico, y cuando miró, vio dos llaves enganchadas en la cruceta. Probablemente eran las llaves de su habitación.

 

Pero ese no era el problema en este momento. Toda la sangre de Konoe se fue a sus pies.

 

Konoe: ¡Tu …!

 

Cuando Konoe gruñó instintivamente, Bardo se rió y agitó una mano en un gesto.

 

Bardo: Sabía que lo eludirías con seguridad.

 

Konoe: ¿De dónde sacaste ese tipo de confianza en mí?

 

Bardo: Sentimiento.

 

Konoe: ¿No pensaste en ninguna otra posibilidad?

 

Bardo: Si no piensas positivamente, no es divertido. Si pasa algo malo, entonces pasa.

 

No sabía lo que sucedió en su pasado, pero este tipo realmente podría enojar a Rai.

 

Cuando Konoe miró más de cerca, Bardo tenía una complexión fuerte por trabajar como posadero. Más allá de su indignación, también sintió una espantosa sensación de debilidad, y Konoe sacó la daga de Rai y arrastró sus pies escaleras arriba.

 

Bardo: Ah, cierto. Hay tres de ustedes, ¿verdad? Su habitación es la que está en la parte de atrás, en el extremo derecho. Solo tengo dos habitaciones disponibles en este momento. Solo tengan paciencia hasta que consiga otra.

 

La voz de Bardo sonó detrás de él. Los otros invitados bajaron sus orejas y observaron todo el evento desde la distancia, temblando de miedo.

 

Cuando llegó al segundo piso, Rai estaba en el pasillo. Todavía parecía disgustado, pero parecía haber recobrado el sentido.

 

Konoe: Ten, esto es tuyo.

 

Konoe presentó la daga, y Rai la agarró en silencio y la enfundó.

 

Konoe: Bueno …

 

Abrió la boca y luego la volvió a cerrar. Rai se volteó con cara de duda. Había muchas cosas que Konoe quería preguntar, pero por alguna razón tenía problemas para decirlas.

 

Rai: ¿Qué?

 

Konoe: ¿Por qué no te fuiste? No te cae bien el dueño ¿cierto?

 

Rai: Para ser honesto, todavía quiero irme. Pero como estás aquí, no tengo otra opción.

 

Rai suspiró y se cruzó de brazos, balanceando la cola.

 

Rai: Eres un Sanga valioso. Si me fuera ahora y pasara algo, sería problemático.

 

Konoe: ….

 

Un valioso Sanga. Eso es cierto. Pero por alguna razón, sintió dolor en su pecho.

 

Sin saber cómo responder, Konoe bajó los ojos y buscó las palabras adecuadas. Rai también se quedó en silencio.

 

Konoe realmente quería preguntar qué tipo de relación tenía Rai con Bardo, pero no era el momento adecuado.

 

Un poco irritado, abrió la boca como si tratara de mejorar el estado de ánimo.

 

Konoe: Nuestras habitaciones son las dos de la parte de atrás, a la derecha. ¿Cuál...?

 

En este momento, Konoe escuchó golpes en la ventana.

 

Sorprendido, miró hacia atrás.

 

Directamente al final del pasillo, fuera de la ventana grande, vio el torso al revés de un gato negro.

 

Konoe: ¿Asato …?

 

TRADUCCIÓN AL ESPAÑOL POR: SAKURADA DI

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