Daivan
#13 – 50%
En un
instante, los lujosos palcos se convierten en pedazos de madera, y un hombre
afligido cae de allí... Al mismo tiempo, cadáveres desmembrados y órganos
internos caen sobre los asientos del público.
Dama:
¡Hih! ¡Noooo!
Cliente
4: U-Uh … ¡uwaaah! ¡Ayuda!
Bakshi:
Hay va una más ~
¡Boom!
Apareció
un grupo de tres personas del personal del escenario, los guardaespaldas
mafiosos y un tipo feroz con una escopeta y una pistola...
Tan
pronto como aparecieron, la hierba seca se balanceó como si fuera arrastrada
por el viento y unas siluetas humanas se volvieron borrosas. Y de esa manera,
las armas que sostenían y la parte superior de sus cuerpos se hicieron añicos.
Bakshi:
Ah … he desparado la cuarta bala.
Gian:
¡Todavía te quedan más!
Yo
era como los mafiosos en el público... Actuaban de diferentes maneras mientras
el público gritaba de miedo y sufrimiento. Eso es lo que los mafiosos llaman
caballerosidad.
Miré
a los mafiosos que se preguntaban si sacar un arma o huir, y luego los apunte
como si fueran un hoyo de bingo... Les disparo con mi Luger, provocando que
surgieran más manchas en la alfombra.
Riccardo:
I-Increíble …
Walther:
Han matado a todos …
¿Se
han callado todos los clientes que se portaron mal?
Lo único
que me quedaba era apuntar la bala al techo y disparar. Al sonido del disparo,
los clientes entraron en pánico, y en medio de esa multitud lamentable e
indefensa, yo...
Gian:
¡Damas y caballeros! ¡Bienvenidos a nuestro escenario! ¡Siento mucho todo esto
apenas haber comenzado …!
Gian:
¡Les pediré que se queden aquí esta noche!
Levanto
la voz y dejo que resuene por todo el pasillo. El público estaba completamente
horrorizado... con las manos en alto, yo y...
Bakshi,
que está en el escenario, golpeándose el hombro con una escopeta que parece un
cañón, deje que sus ojos y su rostro divaguen mientras decide en qué dirección
levantar la mano.
Cliente
1: N-Nosotros …. somos clientes. ¡Solo clientes! Por favor … Ah, si lo que
quieren es dinero …
Gian:
Apenas estamos empezando. No te preocupes, no les cobraremos por la
presentación en el escenario.
Después
de decir eso, presiono el botón de la Luger, dejo caer el cargador vacío y
empujo el cargador de repuesto en él. Cuando tiro de la palanca... el acero se
siente frío y cruje.
Gian:
De ahora en adelante, estaremos a cargo de esta tienda... nosotros, la
pandilla, Dog Grave. ¿Como podemos permitir que regresen pronto a casa?
Cliente
2: Guh … ¿D-Dog Grave …?
Gian:
Si no saben quiénes somos, ¡recuerden! No somos el CR:5 sin pelotas. Ni tampoco
somos una mafia con la boca apestosa.
Gian:
Somos... la pandilla de Daivan, Dog Grave. ¡Yo soy el que está a cargo, Bad
Dog, Giancarlo!
Cliente:
¿? ¿G-Giancarlo …?
Natasha:
¿Eh? Gian … rubio …
Gian:
Si quieren vivir en esta ciudad, recuerden esto... ¡A esta asquerosa ciudad de
Daivan, le quemaré toda su mierda y la limpiaré, junto con toda la mafia que
haya en ella!
Gian:
¡De entre las personas que están aquí ...! ¡jaja! ¡Hay mafiosos locos que
fingen estar asustados mientras actúan como personas decentes, ¿no es así? De
ser así, escuchen con atención.
Gian:
¡Las personas que los están asustando son …! ¡El perro loco, Giancarlo y el
grandote que está allá sosteniendo esa gran arma, Bakshi!
Bakshi:
~Hola ~ Soy Christensen.
Gian:
Oigan, pequeños idiotas. ¡Vuelvan rápidamente con su mafia... y pidan a sus
compañeros que les cambien las bragas sucias!
Cuando
disparé dos tiros al techo de la sala... hubo grandes gritos de terror en los
asientos del público, y al mismo tiempo...
Cliente
1: ¡U-Uwaaa! ¡A-Ayuda!
Cliente
2: ¡N-No dispares! ¡Hiih!
El
público, vestido con trajes de gala y trajes costosos, se alejó apresuradamente
de sus asientos, como si hubieran aparecido alguna clase de criaturas de
cuentos de hadas.
Corrieron
hacia la salida, intentando ser el primero en salir. Luego, compitiendo por el
liderazgo, corrieron hacia el mostrador donde el gerente estaba rodando,
gritando como un mono desde allí...
Cliente
3: ¡A-Apártense! ¡Yo voy primero!
Cliente
4: Kuh … ¡recordaré esto!
Cuando
los feos hombres parecidos a pingüinos salen corriendo del pasillo... las
mujeres de la tienda se quedan atrás...
Que
fastidio. Saludé esas personas patéticas con vestidos ...
Gian:
¡Chicas, apresúrense y váyanse! ¡Salgan corriendo por la puerta trasera! ¡Si no
lo hacen, las regresarán al camerino y las usarán como juguete para estos
bastardos más tarde!
El
llamado personal femenino se tambaleó detrás de la cortina hacia el lado del
escenario que no había sido destrozado por disparos de escopeta...
Gian: Fuh. Bueno … ¡H-Hey!
Natasha:
……
¿Qué
pasa con esta mujer? Debió haberme visto dispararles a muchos idiotas y dejar
manchas en la alfombra de un grupo de mafiosos.
Estaba
un poco lejos, pero no estaba huyendo. La mujer con ese vestido... parece mayor
que yo, pero es muy bonita.
Gian:
Lo siento, pero nuestro grupo no está reclutando mujeres. Debes huir
rápidamente...
Natasha:
Oye, tu … ¿Dijiste que eras Giancarlo? Será que tu eres …
Gian:
Eres una mujer con muchas agallas. Así no serás popular entre los hombres.
Gian:
Vete antes de que ese loco que está en el escenario venga aquí. Si toma el
control, no me culpes si sales violada.
Natasha:
Que cosas tan crueles dices. Yo … me pregunto si debería agradecerte.
Gian:
Me da igual. Solo vete ya.
Cuando
agité mi mano hacia la mujer… ella dejó escapar un suspiro como si se hubiera
rendido. Luego camina en la alfombra hacia la salida.
Pero.
Detrás de mí, la voz de esa mujer ....
Natasha:
Tu eres Lucky Dog ….
Tch …
Mierda.
Este apodo. Ante esas palabras, no pude evitar mirar a la mujer.
La
mujer entrecerró los ojos como si ya hubiera tenido suficiente. Presiona sus
labios rojos con guantes blancos... y se va.
¡Maldita
sea! Mierda, ¿quién es esa mujer?
Landolf
con una escopeta tipo bomba... cambia de lugar con la mujer de antes.
Landolf:
¿Eh? ¿Esa hermana de ahora, no es de Quiside?
En
cuanto empezó a correr, Ricardo lo regañó.
Riccardo:
No dejes tu puesto, idiota.
Landolf:
Lo siento …
Gian:
Hey, ¿qué eso de Quiside?
Landolf:
Ah, sí. En un bar en Middleton... Estoy segura de que esa hermana es una
cantante de allí. Si no mal recuerdo, ella es... uh...
Gian:
Ven de nuevo cuando lo recuerdes. Ve a vigilar la entrada.
Cuando
dejé que Landolf volviera... vi a un hombre en el suelo, agachado sobre la
alfombra, tan pequeño como un niño, sacudiendo la cabeza y llorando...
Agarré
al gerente por el cuello y lo hice levantarse.
Gerente
de Cantare: Hih … ¡hhhiiih!
Gian:
No tienes porque estar tan asustado, gerente. ¿No se supone que todos los
visitantes son bienvenidos?
En
ese momento, Bakshi bajó del escenario y cargó su escopeta con los pocos
cartuchos que le quedaban. El pobre gerente indefenso nos miró con ojos
temblorosos.
Gerente
de Cantare: T-Te lo pido por favor, ya detente …
Bakshi:
Oh, oh. Tiene una cara bonita, ¿no? Oye, Gian. ¿Cuál es este? ¿Un mafioso o una
persona decente?
Gian:
Es un mafioso, pero … antes de eso …
Presiono
la boca de la Luger, todavía ardiendo por los disparos, contra la mejilla
ensangrentada del joven. Un grito triste se superpone al sonido.
Gerente
de Cantare: ¡Hih! ¡Gyaaaahhh! ¡Pa- Papáaaaaa!
Gian:
Con que ya estas llamando a tu papá. Aahh… quiero matarte. Hey, gerente. ¿Sabes
por qué vinimos aquí?
Gerente
de Cantare: U-Uuh …. Para, ya detente …
Gian:
Si no quieres morir, sácalo. Hay muchas ventas en la caja fuerte de la oficina,
¿verdad? Parece que estás ganando mucho dinero, ¿no?
Gerente
de Cantare: U-Uh, ayuda … te lo daré …
Gian:
Saca todo y tráelo aquí.
Miré
a Riccardo:
Gian:
Riccardo, ve con este tipo a la oficina. Si hace algo sospechoso, no dudes en
torcerle el cuello.
Riccardo:
Entendido. Iré por el dinero.
Cuando
Riccardo se llevó al joven que parecía un niño perdido... sólo quedamos
nosotros, los villanos.
Bakshi:
~ Me pregunto cuántos minutos más pasarán antes de que la mafia venga a
presentar sus respetos ~
Gian:
Supongamos que hay alguien hablando por teléfono... reúne a sus compañeros y
consiguen un auto ... yo diría que en unos 20 minutos.
Bakshi:
Ya no tengo muchas balas. Aunque tengo galletas saladas. ¿Debería recoger algo
de municiones de los mafiosos de por ahí?
Cuando
Bakshi dijo con indiferencia. Hasta entonces, Walter, que estaba cubierto de
sudor por tener que cargar bolsas para varias personas …
Walter:
Galletas …. ¿Dinamita?
Pensé
que estaba murmurando algo. De repente, dejó todo lo que estaba cargando en el
suelo y levantó la voz.
Walter:
¡D-Disculpe! ¿Puedo dar mi opinión?
Bakshi:
¿Qué carajos? La única vez que a un hombre se le permite levantar la mano es
cuando declara que recibió un puñetazo.
Gian:
¿Hay algo?
Walter:
B-Bueno. Si las bandas de mafiosos de refuerzo van a entrar... deberían venir
por esa entrada. Desde allí, donde Landi está vigilando actualmente...
Walter:
De ser así …
El
seriecito de repente comienza a moverse y busca alrededor de la mesa donde se
han dispersado los clientes... Entonces encuentra lo que está buscando.
Walter:
Esto, y esto … y ... ¡aquí está!
Walter
tenía un cuenco volcado. Luego agarra un encendedor que dejó un cliente y
regresa.
Gian:
¿Qué estás haciendo?
Walter:
Trampa … haré una trampa. Si la hago … los tipos que nos perseguirán …
Walter
dijo esto con voz soñadora... Inclinó la lata de gasolina que Riccardo había
dejado y vertió la gasolina en el cuenco que suele usarse para lavarse las
manos.
Gian:
Oh. Ya veo. Te lo encargo.
Walter
llevó el pesado baúl... lleno de cosas chisporroteantes y dinamita, detrás de
la puerta de entrada y lo dejó allí.
Walter:
Oh … con esto podrá funcionar, o eso espero.
Cuando
Walter regresó, colocó el recipiente lleno de gasolina al lado del baúl... y
suavemente colocó el encendedor de antes a la sombra del recipiente.
Justo
cuando Walter está preparando algo... el gerente, sosteniendo su cara
ensangrentada, y Riccardo, cargando una gran caja de metal, regresan.
Gian:
Buen trabajo. Déjalo aquí.
Muevo
mi barbilla hacia alguien en la mesa. Riccardo asintió levemente y le pidió al
gerente que abriera la puerta de la caja fuerte …
Bakshi:
Owaah. Gran captura. Gran captura.
Un
fajo de billetes cuidadosamente atado cayó sobre la mesa... fajos de 1 dólar, 5
dólares y 10 dólares. Además, también se retiraron algunos cheques y
expedientes de valores.
En
total conseguimos como unos 5,000.
Riccardo:
Y también esta esto …
Riccardo
hace crujir el envoltorio de papel que había metido dentro de su jersey y lo
coloca junto al fajo de billetes. Ni siquiera fue necesario abrir el paquete
bien envuelto.
Gian:
Oye, gerente. ¿Qué es esto?
Gerente
de Cantare: Hot, cola … de Colombia … (no
entendí muy bien que quiso decir aquí este personaje T_T)
Bakshi:
Son alrededor de dos libras en total. Increíble …
Gerente
de Cantare: C-Con esto … sería todo. ¡En verdad lo es! Así que, ya …
Gian:
Claro, yo cumplo mis promesas. No te preocupes, no te mataremos.
Vi el
fajo de dinero sobre la mesa ... y también la lata que Walter preparó. Al mismo
tiempo vi esta ciudad, Daivan, como su gloria fue saqueada en la oscuridad de
la noche, y los fragmentos de corrupción... representados en este fajo.
Mierda
…
Walter:
Es increíble, tanto efectivo …
Gian:
Hey, Riccardo, Walter. La gasolina …
Walter:
Ah, s-sí. ¿Eh?
Gian:
Rocíala sobre este dinero.
Riccardo:
¿Eh …? ¿Qué quiere decir con eso, señor Gian?
Gian:
Háganlo rápido. ¿No me escucharon?
Riccardo:
¡! S-Sí. Lo siento mucho.
Riccardo
agarra la lata que Walter había abierto antes y derrama su contenido... el
líquido de olor acre sobre la mesa se desprende.
Gerente
de Cantare: ¿Q-Qué ...? ¿Qué hacen?
Bien.
Agarré un cigarro que estaba esparcido sobre otra mesa y vi al joven con la
cara ensangrentada.
Gian:
Hey, gerente. Supongo que los clientes aquí fuman, ¿no? Fuego, fuego. Eres un
bastardo inútil.
Gerente
de Cantare: S-Sí, perdone …
Al
oír mi voz con un cigarro en la boca, el gerente se puso nervioso y con manos
temblorosas sacó de su bolsillo un encendedor plateado, y luego de cometer
algunos errores, encendió el cigarro.
Ha
pasado mucho tiempo desde que estuve así, fumando, y el frente de mis ojos se
oscurece por un momento. Fumo ese cigarro de alta calidad... y miro el tiempo y
el momento.
Y
justo allí … El sonido de los pasos de Landolf resonaba cuando las tachuelas de
sus zapatos de cuero golpeaban el suelo de cemento.
Landolf:
¡A-Aquí vienen …!
Gian:
Bingo.
Landolf:
¡Carros! ¡Un sinnúmero de carros han venido! ¡Ya están aquí!
Gian:
Buen trabajo. Walter.
Walter:
¡! ¡Sí!
Walter
corrió hacia la puerta que Landolf había dejado abierta y la cerró...
Coloca
el recipiente con gasolina dentro de la bisagra. Y.… también colocó el
encendedor encendido un poco más lejos y regresó con un pequeño movimiento de
cabeza.
Ya
veo.
Walter
me dio una pequeña sonrisa por primera vez y recogió las cuatro bolsas que
estaban en el suelo. Sí, un gran trabajador. Es sorprendentemente útil.
Walter:
¡Démonos prisa, señor Gian!
Landolf:
Esto es muy peligroso, hay que darse prisa …. ¿eh? ¡¿uwah?! ¡Que increíble
cantidad de dinero! ¿Qué pasa con este dinero? ¡Uwah! ¡Huelen a gasolina! ¿Por
qué …?
Sin
dar muchas explicaciones... pateé el bote de gasolina restante debajo de la
mesa. Y con esto terminaré...
Me
metí el cigarro en la boca, con el lado encendido hacia arriba, en el espacio
entre los billetes mojados. Luego agarró al gerente por el cuello …
Gian:
Retirada. Vámonos, Bakshi.
Bakshi:
Claro. Nada mal para ser la primera vez.
Gian:
Aún no ha terminado. Todos ustedes, dense prisa.
Riccardo:
¡Sí! Teshikaga está vigilando en la entrada.
Landolf:
¿Eh? ¿Eh? Oigan … este dinero …
Walter:
¡Date prisa, Landi!
Landolf:
¡Oigan, esperen!
Con
un golpe, dejamos la mesa llena de olor a gasolina y nos dirigimos hacia el
escenario.
Mafioso
3: ¡Por aquí!
Mafioso
4: ¡Maldita sea! ¡¿Qué diablos hacen en nuestro territorio?!
Mafioso
3: ¡Mierda, acábenlos!
Desde
detrás de la puerta de entrada cerrada, resonó el sonido de pasos de hombres y
maldiciones con acento. El sonido de los zapatos de los hombres pateando la
puerta resonó...
Gerente
de Cantare: Ah, ah … ¡por aquí! ¡Ayuda! ¡Gaag!
Mafioso
4: ¡Es la voz del joven maestro! ¡joder!
Gracias
a la llamada de este tipo, los clientes se presentaron como los mafiosos que
dirigen esta tienda. Le di un puñetazo en la cara para que se callara...
Al
mismo tiempo, la puerta de entrada fue derribada de una patada...
El
cuenco de plata que había quedado allí se volcó y derramó su contenido sobre la
alfombra…
Allí,
la llama del encendedor, que hasta entonces parpadeaba como una vela de
iglesia, se hinchó instantáneamente hasta tornarse negra y roja.
Mafioso
3: ¡Uwaah, joder! ¡Fuego …!
Mafioso
4: ¡No te preocupes por eso, simplemente entra y písalo!
Eran
hombres valientes. Un grupo de hombres se precipitó al salón, desafiando el
fuego que agitaba lenguas rojas y negras hasta las rodillas.
En un
punto ciego donde los hombres no miraban en absoluto... se podía ver la mecha
de repente esparciendo chispas blancas.
Mafioso
3: ¡Dense prisa! ¡Matéenlos!
Mafioso
4: ¡E-Espera! ¡¿Piensas sacrificar al joven maestro?!
Gian:
¡Abajo!
Bakshi:
Uhaaa, que miedo ~
Walter:
¡Dios!
Landolf:
¿Eh? ¿Eh?
Riccardo:
¡Imbécil! ¡Agáchate, idiota!
Justo
cuando Riccardo derribó a Landolf, que estaba allí aturdido, la llama de la
mecha voló hacia el maletero...
*BOOM*
Gerente
de Cantare: ¡Gyaaaah!
Tch …
Una
tremenda explosión, estalló. Mientras estábamos acostados boca abajo, una onda
de choque y una explosión nos golpearon, como si la mano de un gigante o algo
así nos hubiera golpeado.
Como
si me hubieran dañado los oídos, el dolor se apoderó de mi cabeza. Los
escombros caen sobre nuestros cuerpos.
Bakshi:
Que excelente producto casero ~
Riccardo:
Me alegro de que hubiera sido solo la cantidad de un cuarto.
Cuando
miré hacia arriba... dentro del pasillo, el humo gris se hinchaba y se retorcía
como un ser vivo.
Las
personas que habían estado gritando tan furiosamente hace un momento estaban
completamente en silencio... sin signo alguno. Parecía que le gustaron mucho
las galletas saladas de Bakshi...
Walter:
Auch … mis oídos …
Landolf:
¡¿Q-Qué ha pasado?! ¿Eh?
Junto
a los tontos aturdidos, sólo hubo un idiota todavía no podía entender la
situación. En cuanto al gerente, estaba luchando y lloriqueando.
Gerente
de Cantare: ¡Hih, hiih! ¡D-Duele …! Ayuda … un doctor …
¡Maldita
sea!
El
joven gritaba de dolor como una galleta siendo despedazada por un tenedor o un
cuchillo. Su muslo y brazo derecho fueron profundamente perforados.
Gian:
Riccardo, siento mucho por tener que pedirte siempre que te encargues de la
carga. Por favor, sácalo de aquí.
Riccardo:
S-Sí.
Teshikaga:
Oh, veo que todos están bien. Ese sí que fue una gran explosión.
Gian:
¿La salida trasera está asegurada? ¿Y las mujeres?
Teshikaga:
Todas han sido sacadas al otro lado de la calle. Ya es hora de que venga la
policía.
Gian:
Lo sé.
Me
sacudí el polvo de mi ropa... y saqué la Luger de mi cinturón y apunté al
público, donde el humo ya se estaba elevando.
En lo
profundo de ese humo... se ve un punto rojo. El cigarro que había dejado
encendido... entrecerré los ojos y apunté... solo un tiro.
Bakshi:
Huy, que hábil eres.
Landolf:
¿Eh? ¿Eh? ¡Aaaaah! ¡El dinero!
Gian:
Vámonos.
Landolf:
Ah, s-sí … ¿por qué …?
Walter:
¿Quieres quedarte aquí y quedar como una galleta asada? Vámonos, Landi.
Landolf:
¡Hey, por eso mismo …! Ahhh, joder, no entiendo lo que pasa.
Salgo
de esta sala por un lado del escenario, acompañado por Bakshi, que parece que
se está divirtiendo, y los locos que están hablando de algo.
Como
si fuera a golpearme, escuché el sonido de las llamas encendiendo latas de
gasolina y haciéndolas volar... Podía escuchar el rugido de las llamas
ardiendo.
……………………………………………………………………………………………………
TRADUCCIÓN
AL ESPAÑOL POR: SAKURADA DI
Con cola se refieren a las drogas
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