martes, 1 de abril de 2025

Lucky Dog 1 + Bad Egg (Daivan) #13

 

Daivan #13 – 50%

 

En un instante, los lujosos palcos se convierten en pedazos de madera, y un hombre afligido cae de allí... Al mismo tiempo, cadáveres desmembrados y órganos internos caen sobre los asientos del público.

 

Dama: ¡Hih! ¡Noooo!

 

Cliente 4: U-Uh … ¡uwaaah! ¡Ayuda!

 

Bakshi: Hay va una más ~

 

¡Boom!

 

Apareció un grupo de tres personas del personal del escenario, los guardaespaldas mafiosos y un tipo feroz con una escopeta y una pistola...

 

Tan pronto como aparecieron, la hierba seca se balanceó como si fuera arrastrada por el viento y unas siluetas humanas se volvieron borrosas. Y de esa manera, las armas que sostenían y la parte superior de sus cuerpos se hicieron añicos.

 

Bakshi: Ah … he desparado la cuarta bala.

 

Gian: ¡Todavía te quedan más!

 

Yo era como los mafiosos en el público... Actuaban de diferentes maneras mientras el público gritaba de miedo y sufrimiento. Eso es lo que los mafiosos llaman caballerosidad.

 

Miré a los mafiosos que se preguntaban si sacar un arma o huir, y luego los apunte como si fueran un hoyo de bingo... Les disparo con mi Luger, provocando que surgieran más manchas en la alfombra.

 

Riccardo: I-Increíble …

 

Walther: Han matado a todos …

 

¿Se han callado todos los clientes que se portaron mal?

 

Lo único que me quedaba era apuntar la bala al techo y disparar. Al sonido del disparo, los clientes entraron en pánico, y en medio de esa multitud lamentable e indefensa, yo...

 

Gian: ¡Damas y caballeros! ¡Bienvenidos a nuestro escenario! ¡Siento mucho todo esto apenas haber comenzado …!

 

Gian: ¡Les pediré que se queden aquí esta noche!

 

Levanto la voz y dejo que resuene por todo el pasillo. El público estaba completamente horrorizado... con las manos en alto, yo y...

 

Bakshi, que está en el escenario, golpeándose el hombro con una escopeta que parece un cañón, deje que sus ojos y su rostro divaguen mientras decide en qué dirección levantar la mano.

 

Cliente 1: N-Nosotros …. somos clientes. ¡Solo clientes! Por favor … Ah, si lo que quieren es dinero …

 

Gian: Apenas estamos empezando. No te preocupes, no les cobraremos por la presentación en el escenario.

 

Después de decir eso, presiono el botón de la Luger, dejo caer el cargador vacío y empujo el cargador de repuesto en él. Cuando tiro de la palanca... el acero se siente frío y cruje.

 

Gian: De ahora en adelante, estaremos a cargo de esta tienda... nosotros, la pandilla, Dog Grave. ¿Como podemos permitir que regresen pronto a casa?

 

Cliente 2: Guh … ¿D-Dog Grave …?

 

Gian: Si no saben quiénes somos, ¡recuerden! No somos el CR:5 sin pelotas. Ni tampoco somos una mafia con la boca apestosa.

 

Gian: Somos... la pandilla de Daivan, Dog Grave. ¡Yo soy el que está a cargo, Bad Dog, Giancarlo!

 

Cliente: ¿? ¿G-Giancarlo …?

 

Natasha: ¿Eh? Gian … rubio …

 

Gian: Si quieren vivir en esta ciudad, recuerden esto... ¡A esta asquerosa ciudad de Daivan, le quemaré toda su mierda y la limpiaré, junto con toda la mafia que haya en ella!

 

Gian: ¡De entre las personas que están aquí ...! ¡jaja! ¡Hay mafiosos locos que fingen estar asustados mientras actúan como personas decentes, ¿no es así? De ser así, escuchen con atención.

 

Gian: ¡Las personas que los están asustando son …! ¡El perro loco, Giancarlo y el grandote que está allá sosteniendo esa gran arma, Bakshi!

 

Bakshi: ~Hola ~ Soy Christensen.

 

Gian: Oigan, pequeños idiotas. ¡Vuelvan rápidamente con su mafia... y pidan a sus compañeros que les cambien las bragas sucias!

 

Cuando disparé dos tiros al techo de la sala... hubo grandes gritos de terror en los asientos del público, y al mismo tiempo...

 

Cliente 1: ¡U-Uwaaa! ¡A-Ayuda!

 

Cliente 2: ¡N-No dispares! ¡Hiih!

 

El público, vestido con trajes de gala y trajes costosos, se alejó apresuradamente de sus asientos, como si hubieran aparecido alguna clase de criaturas de cuentos de hadas.

 

Corrieron hacia la salida, intentando ser el primero en salir. Luego, compitiendo por el liderazgo, corrieron hacia el mostrador donde el gerente estaba rodando, gritando como un mono desde allí...

 

Cliente 3: ¡A-Apártense! ¡Yo voy primero!

 

Cliente 4: Kuh … ¡recordaré esto!

 

Cuando los feos hombres parecidos a pingüinos salen corriendo del pasillo... las mujeres de la tienda se quedan atrás...

 

Que fastidio. Saludé esas personas patéticas con vestidos ...

 

Gian: ¡Chicas, apresúrense y váyanse! ¡Salgan corriendo por la puerta trasera! ¡Si no lo hacen, las regresarán al camerino y las usarán como juguete para estos bastardos más tarde!

 

El llamado personal femenino se tambaleó detrás de la cortina hacia el lado del escenario que no había sido destrozado por disparos de escopeta...

 

Gian: Fuh. Bueno … ¡H-Hey!

 

Natasha: ……

 

¿Qué pasa con esta mujer? Debió haberme visto dispararles a muchos idiotas y dejar manchas en la alfombra de un grupo de mafiosos.

 

Estaba un poco lejos, pero no estaba huyendo. La mujer con ese vestido... parece mayor que yo, pero es muy bonita.

 

Gian: Lo siento, pero nuestro grupo no está reclutando mujeres. Debes huir rápidamente...

 

Natasha: Oye, tu … ¿Dijiste que eras Giancarlo? Será que tu eres …

 

Gian: Eres una mujer con muchas agallas. Así no serás popular entre los hombres.

 

Gian: Vete antes de que ese loco que está en el escenario venga aquí. Si toma el control, no me culpes si sales violada.

 

Natasha: Que cosas tan crueles dices. Yo … me pregunto si debería agradecerte.

 

Gian: Me da igual. Solo vete ya.

 

Cuando agité mi mano hacia la mujer… ella dejó escapar un suspiro como si se hubiera rendido. Luego camina en la alfombra hacia la salida.

 

Pero. Detrás de mí, la voz de esa mujer ....

 

Natasha: Tu eres Lucky Dog ….

 

Tch …

 

Mierda. Este apodo. Ante esas palabras, no pude evitar mirar a la mujer.

 

La mujer entrecerró los ojos como si ya hubiera tenido suficiente. Presiona sus labios rojos con guantes blancos... y se va.

 

¡Maldita sea! Mierda, ¿quién es esa mujer?

 

Landolf con una escopeta tipo bomba... cambia de lugar con la mujer de antes.

 

Landolf: ¿Eh? ¿Esa hermana de ahora, no es de Quiside?

 

En cuanto empezó a correr, Ricardo lo regañó.

 

Riccardo: No dejes tu puesto, idiota.

 

Landolf: Lo siento …

 

Gian: Hey, ¿qué eso de Quiside?

 

Landolf: Ah, sí. En un bar en Middleton... Estoy segura de que esa hermana es una cantante de allí. Si no mal recuerdo, ella es... uh...

 

Gian: Ven de nuevo cuando lo recuerdes. Ve a vigilar la entrada.

 

Cuando dejé que Landolf volviera... vi a un hombre en el suelo, agachado sobre la alfombra, tan pequeño como un niño, sacudiendo la cabeza y llorando...

 

Agarré al gerente por el cuello y lo hice levantarse.

 

Gerente de Cantare: Hih … ¡hhhiiih!

 

Gian: No tienes porque estar tan asustado, gerente. ¿No se supone que todos los visitantes son bienvenidos?

 

En ese momento, Bakshi bajó del escenario y cargó su escopeta con los pocos cartuchos que le quedaban. El pobre gerente indefenso nos miró con ojos temblorosos.

 

Gerente de Cantare: T-Te lo pido por favor, ya detente …

 

Bakshi: Oh, oh. Tiene una cara bonita, ¿no? Oye, Gian. ¿Cuál es este? ¿Un mafioso o una persona decente?

 

Gian: Es un mafioso, pero … antes de eso …

 

Presiono la boca de la Luger, todavía ardiendo por los disparos, contra la mejilla ensangrentada del joven. Un grito triste se superpone al sonido.

 

Gerente de Cantare: ¡Hih! ¡Gyaaaahhh! ¡Pa- Papáaaaaa!

 

Gian: Con que ya estas llamando a tu papá. Aahh… quiero matarte. Hey, gerente. ¿Sabes por qué vinimos aquí?

 

Gerente de Cantare: U-Uuh …. Para, ya detente …

 

Gian: Si no quieres morir, sácalo. Hay muchas ventas en la caja fuerte de la oficina, ¿verdad? Parece que estás ganando mucho dinero, ¿no?

 

Gerente de Cantare: U-Uh, ayuda … te lo daré …

 

Gian: Saca todo y tráelo aquí.

 

Miré a Riccardo:

 

Gian: Riccardo, ve con este tipo a la oficina. Si hace algo sospechoso, no dudes en torcerle el cuello.

 

Riccardo: Entendido. Iré por el dinero.

 

Cuando Riccardo se llevó al joven que parecía un niño perdido... sólo quedamos nosotros, los villanos.

 

Bakshi: ~ Me pregunto cuántos minutos más pasarán antes de que la mafia venga a presentar sus respetos ~

 

Gian: Supongamos que hay alguien hablando por teléfono... reúne a sus compañeros y consiguen un auto ... yo diría que en unos 20 minutos.

 

Bakshi: Ya no tengo muchas balas. Aunque tengo galletas saladas. ¿Debería recoger algo de municiones de los mafiosos de por ahí?

 

Cuando Bakshi dijo con indiferencia. Hasta entonces, Walter, que estaba cubierto de sudor por tener que cargar bolsas para varias personas …

 

Walter: Galletas …. ¿Dinamita?

 

Pensé que estaba murmurando algo. De repente, dejó todo lo que estaba cargando en el suelo y levantó la voz.

 

Walter: ¡D-Disculpe! ¿Puedo dar mi opinión?

 

Bakshi: ¿Qué carajos? La única vez que a un hombre se le permite levantar la mano es cuando declara que recibió un puñetazo.

 

Gian: ¿Hay algo?

 

Walter: B-Bueno. Si las bandas de mafiosos de refuerzo van a entrar... deberían venir por esa entrada. Desde allí, donde Landi está vigilando actualmente...

 

Walter: De ser así …

 

El seriecito de repente comienza a moverse y busca alrededor de la mesa donde se han dispersado los clientes... Entonces encuentra lo que está buscando.

 

Walter: Esto, y esto … y ... ¡aquí está!

 

Walter tenía un cuenco volcado. Luego agarra un encendedor que dejó un cliente y regresa.

 

Gian: ¿Qué estás haciendo?

 

Walter: Trampa … haré una trampa. Si la hago … los tipos que nos perseguirán …

 

Walter dijo esto con voz soñadora... Inclinó la lata de gasolina que Riccardo había dejado y vertió la gasolina en el cuenco que suele usarse para lavarse las manos.

 

Gian: Oh. Ya veo. Te lo encargo.

 

Walter llevó el pesado baúl... lleno de cosas chisporroteantes y dinamita, detrás de la puerta de entrada y lo dejó allí.

 

Walter: Oh … con esto podrá funcionar, o eso espero.

 

Cuando Walter regresó, colocó el recipiente lleno de gasolina al lado del baúl... y suavemente colocó el encendedor de antes a la sombra del recipiente.

 

Justo cuando Walter está preparando algo... el gerente, sosteniendo su cara ensangrentada, y Riccardo, cargando una gran caja de metal, regresan.

 

Gian: Buen trabajo. Déjalo aquí.

 

Muevo mi barbilla hacia alguien en la mesa. Riccardo asintió levemente y le pidió al gerente que abriera la puerta de la caja fuerte …

 

Bakshi: Owaah. Gran captura. Gran captura.

 

Un fajo de billetes cuidadosamente atado cayó sobre la mesa... fajos de 1 dólar, 5 dólares y 10 dólares. Además, también se retiraron algunos cheques y expedientes de valores.

 

En total conseguimos como unos 5,000.

 

Riccardo: Y también esta esto …

 

Riccardo hace crujir el envoltorio de papel que había metido dentro de su jersey y lo coloca junto al fajo de billetes. Ni siquiera fue necesario abrir el paquete bien envuelto.

 

Gian: Oye, gerente. ¿Qué es esto?

 

Gerente de Cantare: Hot, cola … de Colombia …  (no entendí muy bien que quiso decir aquí este personaje T_T)

 

Bakshi: Son alrededor de dos libras en total. Increíble …

 

Gerente de Cantare: C-Con esto … sería todo. ¡En verdad lo es! Así que, ya …

 

Gian: Claro, yo cumplo mis promesas. No te preocupes, no te mataremos.

 

Vi el fajo de dinero sobre la mesa ... y también la lata que Walter preparó. Al mismo tiempo vi esta ciudad, Daivan, como su gloria fue saqueada en la oscuridad de la noche, y los fragmentos de corrupción... representados en este fajo.

 

Mierda …

 

Walter: Es increíble, tanto efectivo …

 

Gian: Hey, Riccardo, Walter. La gasolina …

 

Walter: Ah, s-sí. ¿Eh?

 

Gian: Rocíala sobre este dinero. 

 

Riccardo: ¿Eh …? ¿Qué quiere decir con eso, señor Gian?

 

Gian: Háganlo rápido. ¿No me escucharon?

 

Riccardo: ¡! S-Sí. Lo siento mucho.

 

Riccardo agarra la lata que Walter había abierto antes y derrama su contenido... el líquido de olor acre sobre la mesa se desprende.

 

Gerente de Cantare: ¿Q-Qué ...? ¿Qué hacen?

 

Bien. Agarré un cigarro que estaba esparcido sobre otra mesa y vi al joven con la cara ensangrentada.

 

Gian: Hey, gerente. Supongo que los clientes aquí fuman, ¿no? Fuego, fuego. Eres un bastardo inútil.

 

Gerente de Cantare: S-Sí, perdone …

 

Al oír mi voz con un cigarro en la boca, el gerente se puso nervioso y con manos temblorosas sacó de su bolsillo un encendedor plateado, y luego de cometer algunos errores, encendió el cigarro.

 

Ha pasado mucho tiempo desde que estuve así, fumando, y el frente de mis ojos se oscurece por un momento. Fumo ese cigarro de alta calidad... y miro el tiempo y el momento.

 

Y justo allí … El sonido de los pasos de Landolf resonaba cuando las tachuelas de sus zapatos de cuero golpeaban el suelo de cemento.

 

Landolf: ¡A-Aquí vienen …!

 

Gian: Bingo.

 

Landolf: ¡Carros! ¡Un sinnúmero de carros han venido! ¡Ya están aquí!

 

Gian: Buen trabajo. Walter.

 

Walter: ¡! ¡Sí!

 

Walter corrió hacia la puerta que Landolf había dejado abierta y la cerró...

 

Coloca el recipiente con gasolina dentro de la bisagra. Y.… también colocó el encendedor encendido un poco más lejos y regresó con un pequeño movimiento de cabeza.

 

Ya veo.

Walter me dio una pequeña sonrisa por primera vez y recogió las cuatro bolsas que estaban en el suelo. Sí, un gran trabajador. Es sorprendentemente útil.

 

Walter: ¡Démonos prisa, señor Gian!

 

Landolf: Esto es muy peligroso, hay que darse prisa …. ¿eh? ¡¿uwah?! ¡Que increíble cantidad de dinero! ¿Qué pasa con este dinero? ¡Uwah! ¡Huelen a gasolina! ¿Por qué …?

 

Sin dar muchas explicaciones... pateé el bote de gasolina restante debajo de la mesa. Y con esto terminaré...

 

Me metí el cigarro en la boca, con el lado encendido hacia arriba, en el espacio entre los billetes mojados. Luego agarró al gerente por el cuello …

 

Gian: Retirada. Vámonos, Bakshi.

 

Bakshi: Claro. Nada mal para ser la primera vez.

 

Gian: Aún no ha terminado. Todos ustedes, dense prisa.

 

Riccardo: ¡Sí! Teshikaga está vigilando en la entrada.

 

Landolf: ¿Eh? ¿Eh? Oigan … este dinero …

 

Walter: ¡Date prisa, Landi!

 

Landolf: ¡Oigan, esperen!

 

Con un golpe, dejamos la mesa llena de olor a gasolina y nos dirigimos hacia el escenario.

 

Mafioso 3: ¡Por aquí!

 

Mafioso 4: ¡Maldita sea! ¡¿Qué diablos hacen en nuestro territorio?!

 

Mafioso 3: ¡Mierda, acábenlos!

 

Desde detrás de la puerta de entrada cerrada, resonó el sonido de pasos de hombres y maldiciones con acento. El sonido de los zapatos de los hombres pateando la puerta resonó...

 

Gerente de Cantare: Ah, ah … ¡por aquí! ¡Ayuda! ¡Gaag!

 

Mafioso 4: ¡Es la voz del joven maestro! ¡joder!

 

Gracias a la llamada de este tipo, los clientes se presentaron como los mafiosos que dirigen esta tienda. Le di un puñetazo en la cara para que se callara...

 

Al mismo tiempo, la puerta de entrada fue derribada de una patada...

El cuenco de plata que había quedado allí se volcó y derramó su contenido sobre la alfombra…

 

Allí, la llama del encendedor, que hasta entonces parpadeaba como una vela de iglesia, se hinchó instantáneamente hasta tornarse negra y roja.

 

Mafioso 3: ¡Uwaah, joder! ¡Fuego …!

 

Mafioso 4: ¡No te preocupes por eso, simplemente entra y písalo!

 

Eran hombres valientes. Un grupo de hombres se precipitó al salón, desafiando el fuego que agitaba lenguas rojas y negras hasta las rodillas.

 

En un punto ciego donde los hombres no miraban en absoluto... se podía ver la mecha de repente esparciendo chispas blancas.

 

Mafioso 3: ¡Dense prisa! ¡Matéenlos!

 

Mafioso 4: ¡E-Espera! ¡¿Piensas sacrificar al joven maestro?!

 

Gian: ¡Abajo!

 

Bakshi: Uhaaa, que miedo ~

 

Walter: ¡Dios!

 

Landolf: ¿Eh? ¿Eh?

 

Riccardo: ¡Imbécil! ¡Agáchate, idiota!

 

Justo cuando Riccardo derribó a Landolf, que estaba allí aturdido, la llama de la mecha voló hacia el maletero...

 

*BOOM*

 

Gerente de Cantare: ¡Gyaaaah!

 

Tch …

 

Una tremenda explosión, estalló. Mientras estábamos acostados boca abajo, una onda de choque y una explosión nos golpearon, como si la mano de un gigante o algo así nos hubiera golpeado.

 

Como si me hubieran dañado los oídos, el dolor se apoderó de mi cabeza. Los escombros caen sobre nuestros cuerpos.

 

Bakshi: Que excelente producto casero ~

 

Riccardo: Me alegro de que hubiera sido solo la cantidad de un cuarto.

 

Cuando miré hacia arriba... dentro del pasillo, el humo gris se hinchaba y se retorcía como un ser vivo.

 

Las personas que habían estado gritando tan furiosamente hace un momento estaban completamente en silencio... sin signo alguno. Parecía que le gustaron mucho las galletas saladas de Bakshi...

 

Walter: Auch … mis oídos …

 

Landolf: ¡¿Q-Qué ha pasado?! ¿Eh?

 

Junto a los tontos aturdidos, sólo hubo un idiota todavía no podía entender la situación. En cuanto al gerente, estaba luchando y lloriqueando.

 

Gerente de Cantare: ¡Hih, hiih! ¡D-Duele …! Ayuda … un doctor …

 

¡Maldita sea!

 

El joven gritaba de dolor como una galleta siendo despedazada por un tenedor o un cuchillo. Su muslo y brazo derecho fueron profundamente perforados.

 

Gian: Riccardo, siento mucho por tener que pedirte siempre que te encargues de la carga. Por favor, sácalo de aquí.

 

Riccardo: S-Sí.

 

Teshikaga: Oh, veo que todos están bien. Ese sí que fue una gran explosión.

 

Gian: ¿La salida trasera está asegurada? ¿Y las mujeres?

 

Teshikaga: Todas han sido sacadas al otro lado de la calle. Ya es hora de que venga la policía.

 

Gian: Lo sé. 

 

Me sacudí el polvo de mi ropa... y saqué la Luger de mi cinturón y apunté al público, donde el humo ya se estaba elevando.

 

En lo profundo de ese humo... se ve un punto rojo. El cigarro que había dejado encendido... entrecerré los ojos y apunté... solo un tiro.

 

Bakshi: Huy, que hábil eres.

 

Landolf: ¿Eh? ¿Eh? ¡Aaaaah! ¡El dinero!

 

Gian: Vámonos.

 

Landolf: Ah, s-sí … ¿por qué …?

 

Walter: ¿Quieres quedarte aquí y quedar como una galleta asada? Vámonos, Landi. 

 

Landolf: ¡Hey, por eso mismo …! Ahhh, joder, no entiendo lo que pasa.

 

Salgo de esta sala por un lado del escenario, acompañado por Bakshi, que parece que se está divirtiendo, y los locos que están hablando de algo.

 

Como si fuera a golpearme, escuché el sonido de las llamas encendiendo latas de gasolina y haciéndolas volar... Podía escuchar el rugido de las llamas ardiendo.

 

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TRADUCCIÓN AL ESPAÑOL POR: SAKURADA DI

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