domingo, 15 de junio de 2025

Cage Open (Kujou) #24 - Final #01

 

CAGE OPEN - LUNES

~Canción de las ranas~

 

Me quedé sin palabras cuando Kujou-san se me acercó.

 

La persona que había sido apuñalada cayó de rodillas y boca abajo. Pensé que sería imposible que siguiera vivo. Las personas no caen de esa manera cuando están vivas. No se caen como si fueran un objeto inanimado.

 

Kujou-san se está acercando.

 

Kujou-san, cono todo su cuerpo cubierto de sangre, se acercaba.

 

………………………….

 

No quería que Konno-kun me viera así.

 

Pero no hay forma de evitarlo. Este soy yo.

 

Juego a ser una persona buena, pero en realidad este soy yo.

 

Estoy intentando decirle eso. Pero no puedo decirlo.

 

Kujou Toshiaki: Jeje.

 

También soy un cobarde.

 

……………………………..

 

Di un paso atrás. Kujou-san se está acercando.

 

Quiero salir corriendo.

 

Me vinieron a la mente visiones de esta persona tal como lo había visto hasta ahora. ¿Qué había estado haciendo esta persona hasta ahora? Hasta hoy, ¿qué había estado haciendo esta persona?

 

De alguna manera, tuve la sensación de que lo sabía.

 

Y cuando me di cuenta de eso, abrí la boca.

 

Konno Teppei: Por favor, no vengas …

 

………………………………………………

 

Konno-kun.

 

Me detengo porque él lo dijo.

 

Sí. Eso es lo que pensé.

 

……………………………………………….




Kujou-san se detuvo.

 

Retrocedí más

 

Kujou-san me estaba mirando.

 

Permaneciendo en silencio, todo el tiempo. La misma hermosa sonrisa que siempre lució en su rostro.

 

Mientras simultáneamente estaba empapado de sangre. Sostenía un par de tijeras en cada una de sus manos.

 

Sin darme cuenta, me estremecí.

 

Kujou Toshiaki: No quería que me vieras así, Konno-kun.

 

Kujou-san inclinó ligeramente la cabeza hacia un lado.

 

No quería que lo viera. ¿Se refiere a sus asesinatos en masa? ¿O se refería a todo lo que había hecho para verse como se ve ahora?

 

Kujou Toshiaki: Pero, no se puede evitar.

 

Kujou-san permaneció inmóvil y, aun así, di otro paso atrás.

 

No se pudo evitar.

 

¿No se pudo evitar que haya hecho lo que hizo? ¿No tuvo más remedio que hacerlo?

 

¿Por qué?

 

Kujou Toshiaki: Este soy yo.

 

Y su cara sonriente seguía siendo la misma de siempre. Sentí como si de alguna manera escuchara su voz temblar … pero sabía que no había manera de que la voz de esta persona pudiera temblar alguna vez.

 

¿Por qué …?

 

No pude expresar mi pregunta con palabras.

 

Kujou-san. ¿La cara que me ha estado mostrando todo este tiempo era una completa mentira? ¿El gentil Kujou-san que me sonrió es una mentira?

 

¿El verdadero Kujou-san es este tipo de persona? ¿Era mentira? ¿Todo era una mentira? La vez que me salvó … y esas palabras que me dijo también.

 

¿Realmente está matando por mí? Es decir, esta persona muerta aquí no tiene nada que ver conmigo. Simplemente es un participante en el mismo juego. No hay manera de que haya hecho esto por mí.

 

Tal y como sospechaba …. Si me hubiera quedado con él … ¿me habría matado a mí también algún día?

 

Di otro paso atrás.

 

Kujou-san.

 

Kujou Toshiaki: Estaba actuando como una persona buena, pero este soy yo.

 

No importa cuantas palabras bonitas te dé. No importa cuánto pienso en ti. No importa cuánto te amo.

 

Yo estoy …

 

Kujou Toshiaki: loco.

 

Konno Teppei: …….

 

Hablamos al mismo tiempo. La misma palabra salió de nuestras bocas. Justo cuando estaba a punto de preguntarle qué quería decir con eso …

 

Desconocido: ¿Ya terminaron?

 

Una voz nos llamó desde la distancia. Cuando me giré, encontré la silueta familiar de un niño. Y también las siluetas de muchos osos a su espalda.

 

Las sombras se acercaron unos pasos más a nosotros y sus figuras quedaron iluminadas por la luz de la luna. El niño de la administración llamado Saiki.


Kujou Toshiaki: ¿Saiki-kun? ¿Para qué estás aquí?

 

Saiki Shun: Estoy seguro de que tienes una idea bastante buena. No intentes hacerte el tonto a estas alturas, maldito sádico.

 

Saiki levantó ambas manos y sonrió. Cuando lo hizo, vi que tenía ambas manos vendadas. Kujou-san reaccionó a sus palabras, lanzándole una sonrisa amarga. Miro de un lado a otro entre los dos.

 

Sádico.

 

Cuando vi a Kujou-san con su aspecto actual, pude entender más o menos lo que Saiki quería decir con esa palabra.

 

Las nubes se movían por el cuelo nocturno, proyectando sombras sobre el suelo de forma intermitente apareciendo y desapareciendo. Perdí las palabras justo cuando los Kibatarou aparecieron a ambos lados de Saiki.

 

El sonido de todos esos Kibatarou levantando sus armas y preparándose, resonó en el aire mientras yo permanecía congelado.

 

Konno Teppei: ¡!

 

Agaché a cabeza por reflejo, pero no pasó nada. No hubo ningún sonido.

 

Parecía extraño, así que abrí los ojos para ver que todos los rifles estaban apuntados a Kujou-san.

 

Saiki Shun: Ah, déjame ser claro, esto no se debe a lo que le hiciste a mis manos. Como si te guardara rencor por una cosa tan estúpida como esa. Es por otra cosa. Otra cosa.

 

Saiki Shun: Bueno, en resumen, no tiene caso jugar contigo. Parecías un tipo interesante, así que te dejé correr libremente, pero … Ni siquiera puedo creer lo trabajoso que eres maldito psicópata. En resumen, fuiste demasiado lejos.

 

Saiki Shun: Es decir, ¿enterrar la moneda en la montaña cuando la encontraste?

 

Saiki Shun: ¿Cortar a la gente hasta convertirla en pulpa, cuando ni siquiera estabas buscando la moneda? ¿A cuántas personas has matado? ¿Eh? Es increíble, sinceramente. En cierto modo, te respeto.

 

Konno Teppei: ……

 

Konno Teppei: Hey, Saiki … ¿Qué quieres decir con eso?

 

Saiki Shun: Oh, tú también estás aquí, mono basura. Aquí eres solo un peón. No metas tu cabeza idiota en esto.

 

Estaba confundido y no podía comprender la situación. Saiki ni siquiera me miró mientras levantaba la mano. Al hacer eso, se escuchó un click metálico proveniente de cada arma que estaba apuntando.

 

Y mientras estaba completamente expuesto a la misericordia de esos cañones, Kujou-san me miro.

 

Estaba sonriendo.

 

Era el mismo Kujou-san de siempre. Una cara sonriente como las flores florecidas. Ojos llenos de bondad y amor.

 

Estaba cubierto de sangre, pero se comportaba como siempre. La misma cara sonriente de siempre.

 

*Disparos*

 

Incluso en un momento como este, todo lo que podía hacer era mirar estupefacto como un tonto.

 

Solo vi como el cuerpo de Kujou-san se sacudía como si bailara. Parecido a una muñeca lamentable, obligada a bailar.

 

Aunque hubo ruido como de explosión, no me sonó nada fuerte. De todos modos, el sonido sólo duró unos segundos, y había algo más importante.

 

El sonido se detuvo. El olor único a la pólvora y el olor a sangre.

 

Kujou-san.

 

Di un paso tambaleante hacia él. Kujou-san cayó al suelo. Con la cabeza vuelta hacia un lado.

 

Su cara …

 

Konno Teppei: …….


Ni siquiera pude reconocerlo.

 

Estaba aplastado y viscoso, una mezcla de espeso rojo, blanco y amarillo.

 

Kujou-san.

 

Me agaché. Toqué su mano desde donde cayó a su costado apretándola con la mía.

 

Cálido.

 

Pero estaba resbaladiza por la sangre y se me escapó de las manos.

 

Kujou-san.

 

De repente mi visión se volvió borrosa.

 

Me frote los ojos, aclarando mi visión temporalmente antes de que se volviera borrosa nuevamente. Sólo cuando un líquido empezó a correr por mi cara me di cuenta finalmente de que estaba llorando.  

 

Las lágrimas salen, salen, y siguen saliendo, desbordándose sin parar.

 

Kujou-san.

 

Y entonces me di cuenta.

 

Ni siquiera una vez pensé que no me importaba si Kujou-san moría. Si iba a llegar a esto, debería haberme quedado a su lado para siempre.

 

Si por casualidad hubiera podido detener esto, debería haberme quedado con él.

 

Incluso si me hubiera matado, habría sido mucho mejor que la muerte de Kujou-san.

 

Me di cuenta demasiado tarde de lo que había en lo más profundo de mi corazón.

 

¿Kujou-san alguna vez me hizo daño?

 

¿Alguna vez Kujou-san me hizo algo malo?

 

¿Kujou-san alguna vez me obligó a hacer algo?

 

Las cosas que hizo Kujou-san pueden ser imperdonables, pero …

 

Él siempre había estado de mi lado.

 

Me di cuenta demasiado tarde de lo que había en lo más profundo de mi corazón.

 

Aunque fue demasiado lento.

 

Saiki Shun: Joder … qué manera de hacerme perder el tiempo.

 

La voz de Saiki vino detrás de mí. Me di vuelta como si me hubieran abofeteado. Pasar el tiempo de pie frente a este acto era incluso un desperdicio, así que me lancé hacia el niño como si estuviera cayendo hacia adelante.

 

“Te mataré”, quizás pensé. Mi mente estaba completamente en blanco y no podía recordar nada.

 

Saiki ni siquiera se inmutó, mirándome con ojos fríos.

 

Mirándome mientras luchaba, inmovilizado por el Kibatarou.

 

Saiki Shun: Oye, bastardo.

 

Saiki dio un suspiro mientras yo jadeaba como una bestia incapaz de recuperar el aliento, luchando violentamente contra quienes me retenían. Su actitud sugería que estaba asombrado por mi comportamiento, lo que me agitó aún más.

 

Saiki Shun: No me importaría matarte aquí mismo. Pero no quieres eso, ¿verdad? Es tu vida, lo que hizo todo lo posible por salvar ese psicópata. ¿Qué tal si la valoras un poco más?

 

Konno Teppei: Ugh … haa, haa, gaah …

 

Saiki Shun: Uwah. Eres peor que un animal salvaje. Oye, escúchame. El juego ya terminó. Ahora puedes volver a tu vida normal.

 

Saiki Shun: Puede que este haya sido un fracaso juego, pero definitivamente fue algo digno de ver. Bueno, si eres ti quien el psicópata quería tanto. Entonces esto no habría sucedido si no estuvieras aquí.

 

Konno Teppei: …….

 

Saiki Shun: Como tal, te daré un premio por interpretar el protagónico, mono de circo.

 

Saiki Shun: Fue divertido. ¿Amor y odio? ¿Celos? ¿Asesino de todos? ¿Y todo por ti? Sabes, fue entretenido de la misma manera que lo es una telenovela de mierda. ¡Aunque me rompió los dedos, jajajaja!

 

Saiki Shun: ¿Qué pasa con esa mirada de mierda tuya?  Esto es tu culpa, ¿no? Tú eres quien acabó con el psicópata.

 

Todo mi cuerpo se tensó por completo, luego perdí toda mi fuerza de manera inmediata. Mi cara cayó mecánicamente hacia adelante desde donde estaba inmovilizado, mi frente golpeó con fuerza contra el suelo. Podía oler la suciedad. Podía oler la sangre.

 

Yo. Yo soy el que … destrozó a Kujou-san …

 

Quizás habían pensado que ya no había necesidad de sujetarme. Kibatarou se separó de mí. Debería haber sido más fácil respirar, una vez que la presión desapareció. Sin embargo, todavía me resultaba difícil respirar.

 

El sonido de la ligera risa de Saiki. El sonido cuando se dio la vuelta y abandonó la escena. En cuanto a mí, no podía mover un músculo.

 

Yo … lo destrocé.

 

Yo mismo.

 

Anunciante: Buenas noches, el juego ha llegado a su fin. El ganador es … lamentablemente ninguno.

 

……………………………………………………………………………………………

 

Konno-kun.

 

Mientras seas feliz, eso es todo lo que necesito.

 

La verdad es que … Desde el principio tuve la sensación de que ya no podía estar a tu lado.

 

Porque terminé asustándote mucho.

 

Me di cuenta de que había hecho algo que no podía revertir. Lo sabía, pero todavía quería luchar contra ello. Y creo que eso es lo que dio origen a toda esta situación.

 

No creo en algo como un Dios.

 

No creo en conceptos ocultos como la reencarnación.

 

Así que nunca he sido alguien que tenga esperanzas u ore.

 

Desde hace mucho tiempo.

 

Siempre he vivido haciendo sólo lo que yo mismo podía hacer posible, haciendo todo lo que podía con mis propias manos.

 

Porque era más feliz obteniendo cosas con mis propias manos, que si me les regalaran.

 

Pero, cuando se trata de ti ….

 

Pensé que todavía no me era posible tenerte, así como soy.

 

Konno-kun.

 

Mientras seas feliz, eso es todo lo que necesito.

 

En verdad, eso es todo. Así que está bien que me olvides. Si eres más feliz de esa manera, entonces eso es lo que quiero que hagas.

 

Pero, si por casualidad ese no es el caso. Me haría muy feliz si pensaras en mí y me recordaras.

 

Pero si eso es imposible. Si me recuerdas de vez en cuando en algún rincón de tu mente, incluso eso estaría bien.

 

Quizás estoy siendo demasiado codicioso.

 

Entonces, eh … bueno …

 

………….

 

…………………..

 

Es inútil. Estaba pensando en todas estas cosas, pero efectivamente.

 

Cosas como pensar en mi o recordarme … nada de eso importa.

 

Lo único que quiero es que seas feliz.




Final 18- Canción de las ranas – Fin 


TRADUCCIÓN: SAKURADA DI

 

Nota: este final es el final 1 de Kujou. Si dice 18, es porque se cuentan los finales de las demás rutas, contando los finales malos.


1 comentario:

Buscar este blog