Daivan – 50%
Landolfo:
Bueno, pues... Gané bastante dinero. Así que... pensé en devolverte un poco.
Estoy pensando en irme a otra ciudad una temporada.
Landolfo:
E-Eso no quiere decir que quiera que v-vengas conmigo. Bueno, ahora mismo estás
en la tienda, ¿no? De ser así, entonces …
Eso
es todo lo que Landolfo le dijo a la mujer de la tienda, o, para decirlo con
más simpleza, a la prostituta veterana que lo apoyaba como gigoló.
Frente
a Landolfo …
Landolfo:
Estaré yendo para allá en unos 30 minutos … ¿? ¡Uwah! ¡Maldita sea!
Entre
una zona del centro poco iluminada y una calle con el pavimento descascarillado
en algunos tramos, una enorme silueta de color blanco puro avanzó por el
área... Landolfo se estremeció como si le hubieran disparado.
Landolfo:
E-Ese es … el mercedes del hermano Fiore. ¡N-No, no hay duda! ¿P-Por qué está
aquí?
Si lo
encontraban, seguramente lo matarían. Éste es Ivan Fiore, el estricto defensor
de la justicia. De ninguna manera perdonaría a su subordinado por aceptar
dinero de un gánster.
Se
esconde detrás del teléfono público, todavía con el auricular en la mano.
Parecía como si fuera una rata de calle. El auto blanco puro, el sedán grande
de color blanco brillante, lo ignoró por completo...
En
los callejones del centro de la ciudad que nunca parecen secarse, el auto es
conducido a través de los charcos sin importar si los neumáticos se
enunciaran. Y …
El
Mercedes-Benz blanco como la nieve fue aparcado en un rincón del centro de la
ciudad, lo que desentonaba con su elegante aspecto... Su enorme carrocería
estaba aparcada en una zona bordeada de antiguos apartamentos y almacenes.
Desde
el asiento del conductor y del pasajero, las sombras de los hombres descienden
hacia el callejón. Landolfo vio todo esto mientras se mantenía escondido en las
sombras.
Landolfo:
¿Por qué el hermano está aquí? ¿? No … ¿qué …?
Ante
el rostro sudoroso de Landolfo, y su mirada fija en los hombres que salían del
Mercedes blanco puro, una mirada llena de sospecha y cautela brillaron en sus
ojos …
Ante
tal sospecha, vuelve a fijarse bien en el auto. Se trata de un coche de lujo
fabricado en Alemania, de los que sólo existen unos pocos en Estados Unidos. No
hay duda de que es un Mercedes blanco puro. Lo que bajó de allí fue... no puede
ser.
El
hombre que controla la mayor parte del distrito de entretenimiento de Daivan.
El joven que se ha convertido en líder y dirigente de CR:5. Iván Fiore …
No
era él.
Landolfo:
¡¿Qué?! ¡¿Quiénes son esos tipos?!
Frente
a donde se escondía Landolfo... estacionaron su Mercedes en la calle y pusieron
a un hombre de guardia. Está claro que no son personas decentes respetuosas de
la ley. Entonces …
No
parecen ser de la mafia italiana de CR:5. Landolfo no reconoció a estos hombres
en absoluto; Parecían gánsteres...
Landolfo:
¿Esos tipos a dónde van? ¿Eh? Hey, hey, no puede ser.
Esos
gánsteres … Los hombres, sin hacer ningún intento de ocultar el hecho de que
eran forasteros, se dirigieron hacia el distrito de los almacenes...
Luego
abren la puerta de una tienda de abarrotes cerrada y desaparecen dentro. Lo
único que quedaba eran los hombres de guardia en un Mercedes blanco.
Landolfo:
¿Por qué esos tipos han entrado allí …?
Landolfo
sostenía el receptor con las manos cubiertas de sudor y la llamada seguía
activa. Se escucha una voz baja de mujer sonando desde el receptor.
Landolfo:
L-Lo siento mucho, Cleo. B-Bueno, en verdad lo siento … te volveré a llamar
luego.
El
hombre se escondió detrás de un teléfono público y colgó el auricular. Landolfo
miró una vez más la increíble vista que tenía ante sus ojos.
No
hay duda alguna. Ese auto es del hermano, Ivan Fiore, un miembro de alto rango
de la mafia de Daivan, CR:5. Se trata de su auto favorito, Valkyrie.
Nunca
había visto antes a algunos miembros externos de la mafia conduciendo por ahí.
Además, la casa abandonada en la que entraron ...
Era
la entrada a un almacén oculto que sólo usaba el capitán Fiore y algunos de sus
subordinados de confianza. Landolfo tampoco ha estado nunca dentro.
El
almacén secreto servía para guardar alcohol ilegal... y, aunque sólo era un
rumor, también había oído que el capitán Fiore escondía armas allí por si
acaso.
Había
allí un mafioso que nunca había visto antes.