miércoles, 21 de julio de 2021

Galtia #5 (Zeek)

 

Hay una voz que me regaña en la esquina de mi cabeza. Aun así, ni mi voz ni mi cuerpo se detuvieron.

 

 

Y ... sobre todo, ya era demasiado tarde.

 

 

Shin: ….

 

 

Preparado, salí por la parte trasera de los escalones de piedra.

 

 

Sintiendo todas las miradas penetrantes, Shin dio un paso adelante.

 

 

Lo primero que vio fue ... al rey de Vastunie. Era el hombre de esa túnica negra.

 

 

No hay sorpresa ni sospecha en su mirada, pero claramente ve a Shin con algunas especulaciones. 

 

 

Shin: ….

 

 

Shin también lo miró con fuerza como si intentare regresarle la mirada. No pudo hacer nada más.

 

 

Miró al chico agachado. Al rey de Vastunie y a Curtis.

 

 

Se paró frente al chico y observó cada línea de visión que era dirigida hacia él.

 

 

Soldado capitán: ¡Oye! ¿De dónde …?

 

 

Curtis: Cállate.

 

 

Soldado capitán: ….

 

 

Curtis se adelanta mientras el soldado capitán baja su voz.

 

 

Curtis: ¿Qué pasa contigo?

 

 

Shin: ….

 

 

Curtis: ¿También tienes asuntos que arreglar con este mocoso? Por desgracia, el rey de Vastunie está presente, así que no tengo tiempo que perder contigo.

 

 

Curtis: También lo viste ¿no? Lo que este chico trató de hacerle a rey. Debemos acabar con este chico aquí y ahora.

 

 

Shin: No lo mates.

 

 

Curtis: ¿Ah?

 

 

Shin: El rey de Vastunie dijo que no lo matarás y que investigaras los motivos.

 

 

Curtis: Sea como sea, el destino de este chico es la muerte. No importa si muere ahora o después.

 

 

Shin: ¿Por qué estás tan apurado?

 

 

Curtis: ¿Qué dijiste?

 

 

Shin: ¿Quién es y de dónde vino este chico? ¿Porqué no quieres investigar eso?

 

 

Shin: O … ¿podría ser que sería problemático para ti que se supiera eso? (¡ESO MAMONA!)

 

 

Zeek: ….

 

 

Curtis: ¿Y qué si es así?

 

 

Curtis se paró frente a Shin, escupiendo para contrarrestar el más mínimo silencio. Aprieta el hombro de Shin, haciendo que retrocediera ligeramente.

 

 

Curtis: Te diré algo, intruso desconocido. Tu no tienes el derecho para saberlo.

 

 

Curtis: Solicitar algo, hablar, incluso pararse frente a nosotros ... ¿qué intenta hacer un simple plebeyo como tú?

 

 

Shin: Kuh ….

 

 

Él no es una persona con la que pueda hablar. Con tan solo mirar sus movimientos y escuchar sus palabras, puede darse cuenta de ello fácilmente.

 

 

Shin mira el cuerpo agachado a sus pies. El niño se acurrucó como un gusano, envolviéndose como una bola sobre el suelo húmedo.

 

 

Respiraba como su tuviera fiebre. De vez en cuando, se estremecía y temblaba, como si estuviera tratando de proteger la vida que le quedaba.

 

 

Pero nadie intenta ayudarlo. Y eso es porque saben que eso provocará el disgusto de este hombre.

 

 

Shin: (¡Maldita sea!)

 

 

¿No hay alguien que pueda hacer que Curtis se detenga?

 

 

OPCIONES

 

1.    Buscar la ayuda de Zeek

2.    Hacer que Laurus lo detenga.

 

Elegir la primera opción

 

 

Alguien, quién sea. ¿No hay alguien que pueda evitar que este chico sea asesinado?

 

Shin: ¡Hey!

 

 

Al voltearse, Shin decidió confiar en el rey de Vastunie.

 

 

Shin: ¿Por qué no te haces cargo de él?

 

 

Shin: Lo sabes, ¿cierto? Si permites que ese hombre se encargue, matará al chico.

 

 

Zeek: ….

 

 

Le dice eso en un tono medio amenazador. Por un momento, la otra persona miró a Shin con una mirada sorprendida.

 

 

Sin embargo, rápidamente se convierte en una expresión clara e inexpresiva.

 

 

Zeek: En el momento en que se lleve a cabo la reunión de los cuatro, se aplicará una ley penal especial en Quarry.

 

 

Shin: ¿Qué has dicho?

 

 

Zeek: Durante ese período de tiempo, incluida la sesión, todos los delitos cometidos en Quarry serán juzgados dentro de Quarry.

 

 

Zeek: No tengo la autoridad de juzgar a ese chico. Mientras esa ley exista.

 

 

Lo que salió de esa boca, fue una respuesta no muy esperanzadora.

 

 

Cuando Curtis atacó al chico, no fue otro que este hombre quien lo protegió.

 

 

Shin pensó este hombre que no quería una ejecución irrazonable. ¿O fue su imaginación? 

 

 

Shin: Ngh ….

 

 

Curtis: Oye, ya basta. ¿Con quién crees que estás hablando?

 

 

Curtis dice eso con una voz desagradable y vuelve a mirar a su alrededor.

 

 

Curtis: Al que deberías pedirle el favor es a mí. ¿Tienes tanto tiempo libre como para distraerte?

 

 

Shin: Fuiste tu quién dijo que yo no tenía derecho para solicitar algo ¿no?

 

 

Curtis: ¡Ha! Mira que atreverte a ser arrogante.

 

 

Curtis: Pero, lo siento mucho por ti. No parece que los reyes tengan intención de ayudarte.

 

 

Curtis: No sé la razón de que hayas decidido involucrarte en esto. Espero que no tengas la intención de echarte para atrás.

 

 

Shin:  ….

 

 

Cuando estaba hablando con el rey de Vastunie, por su actitud, me hace preguntarme si la forma en la que actuó antes era solo por apariencia

 

 

Sin embargo, los ojos del hombre que se enfrentaba a Shin se veían como si lo mirara a una piedra al costado de su camino. Quizás no estaba enojado solo por haber sido contradecido, ya que su voz sangraba con clara ira.

 

 

Curtis: Ya veo. ¿Eres el compañero de este chico?

 

 

Shin: ¿Qué has dicho?

 

 

Curtis: ¿Me equivoco?

 

 

Shin: No lo conozco. Nunca lo había visto antes.

 

 

Curtis: Entonces, ¿por qué lo estás ayudando? ¿Qué beneficio tendrías para hacerlo?

 

 

Shin: (¿Beneficio?)

 

 

No importaba si tendría algún beneficio o no. No podía permitirse pensar algo como eso.

 

 

El chico sería asesinado. Y nadie intentó evitarlo. Él no podía implemente quedarse en silencio y permitir que eso pasara. Eso era todo.

 

 

Curtis: ¿Nm? Di algo. ¿Te has acobardado a estás alturas?

 

 

Shin: No …

 

 

Curtis: Bueno, da igual.

 

 

Curtis desenfunda su sable. 

 

 

La punta, que se movió para como si fuera a cortar el cielo, apuntaba a la daga en la cintura de Shin.

 

 

Curtis: Si quieres salvar a este chico, podría hacer una excepción y dejarlo ir.

 

 

Curtis: Pero, lo haré si consigues ganarme.

 

 

Shin: ¿Qué?

 

 

Curtis: Después de todo apareciste de la nada y hablaste tan arrogantemente. No te importaría mostrar un poco de tus habilidades ¿no?

 

 

Curtis: Gana tu derecho de solicitud peleando. Si logras hacerme al menos una herida, dejaré libre a este chico sin matarlo.

 

 

Shin: ¿Qué ...?

 

Esas palabras comienzan a correr por la cabeza de Shin. ¿Qué está diciendo este hombre?

 

 

Shin. (¿Pelear? ¿Con este hombre?)

 

 

La espada de Curtis se balancea frente a mí como si estuviera impaciente.

 

 

Curtis: ¿Lo harás, o no lo harás?

 

 

Shin: ¿Qué razón tienes para hacer eso? ¿Qué quieres hacer?

 

 

Curtis: No importa, ¡solo desenfunda tu daga, vamos!

 

 

Shin: ¡!

 

 

Curtis interviene y se acerca a mí. Muevo mi cuerpo por reflejo y escapó de la posición donde podía llegar la espada.

 

 

El arma predilecta de Curtis es una espada delgada de una mano con una forma compleja.

 

 

Es un sable, o tal vez es un arma cuyo propósito es perforar, pero es lo suficientemente ancha como para dejar caer fácilmente el brazo de un niño.

 

 

Shin: (¿Qué clase de arma es esa?)

 

 

Tiene una forma extraña con adornos, pero su poder ha sido probado.

 

 

Debido a que es liviano, se mueve rápido y no se puede prevenir simplemente huyendo. Inevitablemente, Shin sacó su daga.

 

 

Curtis: Muy bien. ¡Aquí voy!

 

 

Shin: ¡Kuh!

 

Laurus: ….

 

 

Soldado capitán: R-Rey …

 

 

Laurus: Ve a tratarlo.

 

 

Soldado capitán: ¿Tratarlo …?

 

 

Laurus: Hablo de aquel joven.

 

 

Solado capitán: Hah, pero …

 

 

Laurus: Haz lo que acabo de decir.

 

 

Soldado capitán: E-Entendido.

 

 

Chico bien vestido: Zeek-sama …

 

 

Zeek: Si.

 

 

Chico bien vestido: ¿No tiene alguna herida?

 

 

Zeek: Ninguna, sin hay problema.

 

 

Chico bien vestido: Me alegro. Pero …

 

 

Chico bien vestido: ¿Está bien dejar pelear a esos chicos?

 

 

Zeek: Deja que hagan lo que quieran.

 

 

Zeek: Solo quiero verlos un poco más. Sobre todo a ese niño.

 

Chico bien vestido: ¿Zeek-sama?

 

 

Zeek: Ha llegado hasta aquí. Probablemente no muera tan fácilmente.

 

 

Chico bien vestido:  ….

 

 

Curtis: ¿Qué pasa? ¿Solo te estás defendiendo?

 

 

Shin: ¡Ngh!

 

 

Hasta la fecha, solo se ha enfrentado una vez con el dueño de una buena habilidad con la espada.

 

 

Sin embargo, el arma de Curtis era única no solo en forma sino también en el movimiento. La sostiene por el mango en alto y la empuja como un puñal.

 

 

Incluso si escapa, inmediatamente lo alcanza, y esta vez intenta penetrar su mano desde el frente.

 

 

Shin: Su tiempo de reacción es demasiado rápido. ¡Así no puedo podré hacer que suelte su arma!

 

 

La espada delgada se mueve libremente y apunta a Shin. No tiene más remedio que retirarse, ganar distancia y defenderse.

 

 

Shin: ¡Guuh!

 

 

La punta de la espada, que estaba siendo movida en círculos, finalmente atravesó el interior de la muñeca derecha de Shin.

 

 

La sangre se desborda lentamente en el corte como una fina lágrima.

 

 

Curtis: ¿Solo sabes huir? Maldito cobarde.

 

 

Curtis está frustrado y molesto por Shin, quien simplemente lo recibió su ataque.

 

 

Sin embargo, incluso si Shin no tuviera esa intención, no hay forma que le pueda ganar a su oponente sin una técnica adecuada.

 

 

Shin: Primero debo de detener los movimientos de su arma. Y desde ahí comenzaré el contraataque.

 

 

Verifica la distancia a los alrededores y vuelve a agarrar su daga.

 

 

Al mismo tiempo que recibía la punta de esa arma que pinchaba como una aguja, la empujaba hacia atrás con fuerza.

 

 

Curtis: ¿Oh? ¿Finalmente te has puesto las pilas?

 

 

Shin: Ngh …

 

 

Curtis: Pero, de esa manera no conseguirás alcanzarme ¿sabes? Antes de que puedas hacerlo te acabaré.

 

 

Eso fue exactamente lo que dijo Curtis. Evito la espada y solo alcanzo la mano del oponente cuando di un paso.

 

 

Además, la mano de Curtis está protegida por el mango de la espada y no la puede derribar solamente golpeando.

 

 

Shin: Fuh … kuh … ngh …

 

 

Curtis: Vamos, vamos, ¡o si no, tu cuerpo quedará lleno de agujeros!

 

 

Cuando Shin mostró su voluntad de atacar, los ataques de Curtis se volvieron feroces como si estuvieran en llamas. 

 

 

Shin: ¡Uaah …!

 

 

El ataque del sable a un lado salta y se acerca frente a él. Movió su cara para tratar de esquivarlo, pero era demasiado tarde.

 

 

La hoja delgada del sable perfora justo debajo de su oreja derecha, desgarrando la piel. La sangre corre por su nuca y mancha de sangre su cuello.

 

 

Curtis: Fuh … jajaja

 

 

Curtis distorsiona su boca y deja escapar una sonrisa burlona.

 

 

Dejo que su lengua atravesara la sangre que mojaba la hoja de su sable y miró a Shin con expresión complacida.

 

 

Curtis: Esta espada es buena ¿no crees? Es prestada, pero me gusta bastante.

 

 

Curtis: A veces acabo con mis oponentes con un solo golpe, pero por lo general disfruto más de un combate lento ... Me encanta ver cuando mi oponente es cortado poco a poco.

 

 

Curtis: Al principio mis oponentes van disminuyendo la velocidad de sus ataques. Ya que no podían soportar el dolor y el sangrado hasta el punto de arrodillarse.

 

 

Curtis: Es aburrido acabar con todo tan rápidamente. Yo disfruto ver a mi prisa morir poco a poco.

 

 

Shin: Eres un hombre con un horrible pasatiempo.

 

 

Curtis: Mi trabajo es matar. ¿Qué tiene de malo que disfrute de eso como un pasatiempo?

 

 

Shin: ….

 

 

Pensé que no era una persona con el que pudiera hablar el mismo idioma, pero no parece que el agarre fuerte del hombre hacia su espada fuera a aflojar.

 

Cuando Shin se limpia su mejilla con el dorso de sus manos, la sangre seca mancha sus manos y rostro. Curtis se rio de satisfacción cuando lo vio.

 

 

Curtis: ¡Ahora toca deshacerme de tu oreja izquierda!

 

 

Shin: Hazlo si puedes.

 

 

Curtis: ¿Hah ~?

 

 

Curtis: Muy bien. No me desagradan los tipos con agallas. Aunque parezcan estar fingiendo.

 

 

Curtis: Una vez que obtenga tu oreja, será el final. No tengo tanto tiempo como para estar jugando con un perro callejero como tu …

 

 

Shin: ….

 

 

Curtis declaró eso a sí mismo y repentinamente cambió de postura.

 

 

Gira su cuerpo hacia los lados, extiende sus brazos y muestra unos movimientos rápidos y ágiles.

 

 

Curis: ¿Sabes?, no creo que un castigo tenga sentido a menos que sea definitivamente efectivo. Antes de esto, corté la lengua de un guardia parlante ...

 

 

Curtis: Puedes estar tranquilo. Te perdonaré dejándote una oreja. Esa sería una buena medicina para un temerario como tú.

 

 

Shin: Como si fuera a permitir que me derrotes tan fácilmente.

 

 

Curtis: ¡Hahaha, di lo que quieras! ¡Muy pronto dejarás de escuchar palabras arrogantes como esas!

 

 

Lanza un ataque despiadado. El ataque continuo hace que Shin retroceda.

 

Cuando Shin retrocedió, trataba de evitar los ataques lo más que podía. Al estar acorralado, siente los obstáculos detrás de el en las inmediaciones.

 

 

Shin: ¡Ngh!  

 

 

Tan pronto como escapó de los ataques profundos, su cuerpo golpeó un escritorio que le llegaba a la cintura. Era uno de los escritorios puestos por los soldados.

 

 

Curtis: Hahah. ¡que buen mueble de ejecución!  

 

 

Rápidamente fue arrastrado y empujado como una ardilla.

 

 

Poco después de recuperar su postura, fue agarrado por el pelo y su cabeza fue golpeada contra la parte superior del mueble de madera.

 

 

Shin: ¡Guuhg!

 

 

Curtis: ¡Hahaha!

 

 

Shin: Kuh …

 

 

Shin: Bueno, va siendo hora de quitarte esa oreja.

 

 

El rostro de Curtis obstruye la vista del cielo y mira a Shin.

 

 

La punta de la espada que se balanceó, se acercaba a una docena de centímetros a su rostro.

 

 

Curtis: ¡Este es el fin!

 

 

Shin: ¡Kugh!

 

 

La sangre fresca salpica y cae sobre el rostro que se volteó.

 

Sin pensar, usó la daga protegerse del ataque de esa espada.

 

 

Curtis: ¡Ngh!

 

 

Shin, que había predicho ese movimiento, fue más rápido que Curtis en usar la hoja de su espada antes de que lo atravesara.

 

 

Shin: ¡Hah …!

 

 

Con toda la fuerza que tenía, mandó a volar el arma de Curtis.

 

 

Inmediatamente, giró su brazo alrededor del cuello del oponente que estaba a punto de alejar su cuerpo y tiró de él. Presiona la hoja de su daga contra la garganta del oponente.

 

 

Shin: Ngh … hah … ¿ya estás satisfecho con esto?




La sangre se desliza sobre mi mejilla izquierda, bloqueando la mitad de mi visión. Pero de alguna manera todavía su oreja.

 

 

Curtis: Tu …

 

 

Shin: El duelo ha terminado. Ya para de hacer cosas que podrían hacer dudar de tu reputación.

 

 

Curtis: ¡Maldito …!

 

 

Shin: Ayudarás a ese niño. No lo diré una segunda vez.

 

 

Curtis: Maldito … ¡no te creas tanto, maldito perro callejero!

 

 

Shin: ¡¿?! 



De repente, sentí una fuerte presión.

 

 

No era solo una fuerte presión. Su brazo fue empujado y repentinamente es presionado contra el escritorio. Curtis, que se puso de pie, inclina el cuello de Shin.

 

 

Curtis: Muere.

 

 

Shin: ¡Ngh!

 

 

Curtis: Detén tu respiración. No respires. Ahógate como si estuvieras en fondo del agua y muere.

 

 

Shin: Kuh … ngh … ah …

 

 

Cuando intento alejar esos dedos que están estrangulando mi cuello, mis manos fueron presionadas fácilmente. Fui sometido tan fácil que no podía hacer nada.

 

 

Shin: Ngh … ah …

 

 

Pero ... la presión de que las vías respiratorias están siendo bloqueadas no desaparece. La cara sonriente a una distancia cercana se ve como si estuviera satisfecha.

 

 

Shin: (¿No puedo respirar?)

 

 

Mi cuerpo se olvidó por completo de inhalar aire. Es como si todo mi cuerpo estuviera sellado.

 

 

Shin: (No … ¿solo me pasa a mí?)

 

Mi corazón late rápidamente y me duele la cabeza. No sé si la daga que sostenía todavía estaba en mi mano ya que las sensaciones en mi cuerpo desaparecieron.

 

 

Shin: Ngh … uuh …

 

 

Curtis: Fuh …. ¿fue mi imaginación?

 

 

Laurus: ¡CURTIS!

 

 

Puedo escuchar una voz provenir desde algún lugar en mi campo de visión nebuloso.

 

 

Shin: (Esta voz …)

 

 

El rey que había estado viendo todo lo que pasaba en el lugar... El Rey Santo le está gritando algo a Curtis.

 

 

Shin: (Es inútil … no puedo escuchar)

 

 

Todo se oscurece frente a mí como si cayera al fondo del espacio.

 

 

Mi cuerpo, que fue arrastrado por esta extraña presión y no podía hablar, rápidamente perdió su sentido de la realidad.

 

 

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TRADUCCIÓN AL ESPAÑOL POR: SAKURADA DI




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