miércoles, 13 de noviembre de 2024

Cage Open (Kujou) #19

 

CAGE OPEN - SÁBADO

~Canción de las ranas~

 

Kujou Toshiaki: Disculpe.

 

Kibatarou: ¿Q-Qué …?

 

Debió haberse sorprendido al ver que alguien aparecía tan repentinamente detrás de él. Si embargo, considerando su posición, no pudo demostrarlo y simplemente optó por levantar su arma.

 

El seguro … no lo había quitado. Mi sonrisa se amplió cuando confirmé eso por el rabillo del ojo. ¿No es un poco descuidado de su parte? Debe saber que probablemente no todos los participantes que elija serán del mismo modo.

 

Kujou Toshiaki: Oh, el anuncio de hace unos días decía que ustedes responderían a nuestras preguntas en cualquier momento …

 

Kibatarou: Pregunta rápido.

 

El cañón del arma apunta a mi cara haciendo un sonido de “¡crack!” … Mientras me inclinaba frente a él, debajo del cañón del arma.

 

Deslicé la punta de mis tijeras de corte en la abertura entre la cabeza del disfraz y la persona que estaba dentro, empujándola sólo un poco antes de detenerme.

 

Kibatarou: ……

 

Acerqué mi rostro a Kibatarou. Por lo general, sonreiría o algo así en esta parte, pero esta vez no había necesidad de hacerlo.

 

Kujou Toshiaki: Verás, soy un gran admirador tuyo que me muero por ver tu verdadera cara. Sé que esto podría ser una infracción bastante grande, pero me pregunto si serías tan amable de pasarlo por alto.

 

Mientras hablaba, no pude evitar sonreír con amargura. Ese era el tipo de frase que diría delante de Konno-kun. Me di cuenta de que era porque me había acostumbrado por completo a estar a su lado, hasta el punto de que hablar así era algo natural ahora …

 

Inconscientemente, hundí las tijeras más profundamente.

 

Kibatarou: ¡Guuh!

 

Kujou Toshiaki: Apuñalé a uno de tus compañeros antes. Te diste cuenta, ¿verdad? Que estas tijeras son tan afiladas como un cuchillo de cocina. Primero que nada, deshagámonos de ese objeto peligroso que tienes ahí …

 

Se escuchó un ruido estrepitoso y la ametralladora cayó al piso. En realidad, fue lindo cómo hizo lo que le ordenó tan obedientemente.

 

Kujou Toshiaki: Qué buen chico.

 

Debe darse cuenta de que no tengo reparos en matar personas, u osos.

 

Ah, eso es correcto. ¿No tenían estos tipos radios bidireccionales o algo así? Usé mi otra mano para agarrar la cabeza de la mascota y tirarla a un lado, confirmando si tenía o no algo así alrededor de su cara.

 

Kujou Toshiaki: ……

 

La cara detrás del traje de mascota no tenía mal aspecto, a pesar de lo rígida que estaba. Aunque no es mi tipo.

 

Saqué otro par de tijeras con las que comencé a cortar el fino material, empezando por el cuello. La carne debajo se hizo cada vez más visible y cuando también corté su ropa, sus hombros y su pecho quedaron al descubierto.

 

Mirando el resto desgarrado de la ropa que colgaba de su cintura, pude ver que tampoco había ningún tipo de comunicación allí abajo. Le di unas palmaditas en los bolsillos de los pantalones sólo para estar seguro. La radio bidireccional … estaba ahí.

 

La tiré al suelo y la pisé hasta que se hizo añicos.

 

Kibatarou: …….

 

Kujou Toshiaki: Oh, debes de tener frío. ¿Entramos un rato?

 

Señalé con la barbilla una puerta al lado de las máquinas. Mantuve las tijeras en la garganta de Kibatarou mientras lentamente avanzábamos hacia la habitación.

 

Probablemente era una oficina o algo así en el pasado. Había una montaña de papeles demasiado descoloridos para distinguir las palabras, un escritorio y una silla.

 

Kujou Toshiaki: Si respondes a mis preguntas, esto terminará pronto.

 

Kibatarou: No diré nada.

 

Kujou Toshiaki: ¿Me entendiste mal?

 

No me gusta eso.

 

Presioné las tijeras de mi mano izquierda contra su pecho. Fue algo entretenido, ver cómo saltó por encima de esa acción. En un instante, le corté uno de los pezones.

 

Kibatarou: ……

 

Hizo una mueca como si no entendiera lo que acababa de pasar. Algo que parecía un botón de color apagado yacía caído sobre el asfalto. Abajó, aplastado. Se convirtió en un trozo de carne.

 

Kujou Toshiaki: No tengo tanto tiempo. Haré esto rápido tal como me pediste, así que date prisa y responde a mis preguntas. ¿Cuál es el método para escapar de este lugar?

 

Kibatarou presionó su mano sobre el lado donde le cortaron el pezón, apretando los dientes. Pero esos dientes no parecían tener mucha intención de abrirse para hablar.

 

Puede que haya destrozado la radio bidireccional, pero esto estaba en el medio de la guarida del Kibatarou. No se sabía cuándo podrían aparecer otros.

 

Por el momento, centré su otro pezón entre mis tijeras. El Kibatarou palideció.

 

Kujou Toshiaki: Si no quieres que lo haga, responde.

 

Esperé unos momentos, pero no hubo respuesta. Cerré las tijeras con deliberada lentitud. El pezón se había endurecido por el frío, lo que permitía que las cuchillas se movieran bien. Probablemente cortaría tan limpiamente como el anterior.

 

Kibatarou: ¡Ukku!

 

El Kibatarou se retorció. Parece que eso duele. Por supuesto que sí. Me estoy asegurando de que no duela. Obviamente.

 

*Crick, Crick, Crick …. Crick, crick …*

 

Aflojé el agarre de las tijeras. Aparté la vista del pezón medio cortado y volví a mirar el rostro de Kibatarou. Sus dientes permanecieron apretados.

 

Este oso es bastante terco. No tengo tiempo para esto.

 

Cuando miré a mí alrededor, me di cuenta de que el Kibatarou en la distancia había comenzado a moverse.

 

Ya veo, ya casi es hora de que el parque cierre. Debo darme prisa.

 

Corté el pezón que colgaba tal como estaba haciendo. Lo pisé cuando cayó. Luego me enderecé, haciendo crujir mi cuello. Miro sus ojos.

 

Kujou Toshiaki: Voy a moverme un poco a tu alrededor, así que, si quieres hablar conmigo, hazlo ahora. Si solo estás ganado tiempo, morirás.

 

Kibatarou: Hiih …

 

Esta vez coloqué las cuchillas en su nariz. Corté la piel en la parte superior de una fosa nasal mientras miraba sus ojos muy abiertos.

 

La sangre salió goteando.

 

De esa manera, continué cortando una curva hacia el costado. Me detuve cuando llegué a su mejilla; la piel de su fosa nasal colgaba, dejando el vello de su nariz expuesto.

 

Que desagradable. Que imagen tan sucia.

 

La boca de Kibatarou se abrió y cerró repetidamente. La sangre había bajado de su nariz para manchas sus dientes de un rojo intenso. Pero, a fin de cuentas, no mostró ninguna intención de decir la información que yo quería saber.

 

Esta vez coloqué las cuchillas de las tijeras sobre el cartílago y comencé a cortar poco a poco.

 

Kibatarou: ¡Guh, aaaahhhhg!

 

Ofreció mucha resistencia, pero se sintió suave, aun así. Realmente no es diferente del cartílago que puedes encontrar en un pollo. Es posible que los restos humanos también sean comestibles. No tengo ningún deseo de comerme el de nadie excepto el de Konno-kun, por supuesto.

 

Ah, en serio, este tipo es tan ruidoso, qué fastidio. Supongo que ya no necesita esto. De todos modos, no va a hablar seguramente. Que inútil.

 

*Crujido* El sonido momentáneo que acompaña a la desaparición de su nariz resonó.

 

Un vulgar trozo de carne ensangrentado cayó al suelo. Decidí dejarlo como estaba. Es tan desagradable que es gracioso.

 

La nariz del Kibatarou por sí sola parecía algo que verías en una calavera. No era ni de lejos tan limpio y negro como el agujero de la nariz en una calavera.

 

¿Qué debería hacer a continuación? Coloqué mis tijeras sobre él como cuando alguien dudara sobre dónde cavar sus palillos en la comida.

 

Kujou Toshiaki: Pff.

 

Entierro mis tijeras. ¡Soy tan hábil!

 

¿Qué debo hacer ahora? Cuando mi atención volvió a encontrarse con su rostro esta vez, claramente estaba temblando.

 

Que grosero. Aunque eres tú quien me obliga a hacer esto. Ya te había dicho que comenzaras a hablar cuando quisieras. No se lo volveré a decir.

 

Cuando le clavé las tijeras en la frente, saltó e intentó luchar.

 

Kibatarou: Suél –

 

Entonces le perforé la mejilla con mis tijeras. Las coloqué profundamente, haciendo que mi mano tocara su mejilla. Ah, me ensucié otra vez.

 

Dejé que las hojas de las tijeras también pasaran a la mejilla opuesta de su cara y seguí cortando, fui capaz de sentir cómo la piel de la otra mejilla se rompía. Los ojos llorosos de Kibatarou estaba muy abiertos.

 

Probablemente le duele mucho. Pero en realidad, este tipo está aguantando muy bien en comparación con otras personas.

 

¿Es por su sentido de responsabilidad? ¿Por qué es su trabajo o algo así? Que tonto. Debería estar preocupado por su vida.

 

A mí no me gustan los idiotas.

 

Debido a que mis tijeras atravesaron su boca y sus mejillas, la boca de Kibatarou permaneció abierta, incapaz de cerrarse. Cuando pensé en qué hacer ahora, sus manos se levantaron en el aire, como si tratara de detenerme, diciendo “no hagas eso”.

 

Aun agarrando firmemente las tijeras, retiré la mano.

 

Kibatarou: ¡Gaah, aaahg!

 

*Crack*

 

Un poco de su carne se desgarró cuando lo hice. Después de todo, las puntas de estas tijeras son afiladas y las hojas delgadas. Eso es lo que hizo que fuera tan fácil apuñalarlos.

 

Después de eso, mantuve las tijeras cerradas, atravesé sus mejillas, tirando hacia atrás y rasgando la carne con fuerza. Debe haber sido bastante aterrador.

 

Todo su cuerpo se movió cuando tiré.

 

Kujou Toshiaki: No te muevas.

 

Kibatarou: Hiih, haaa …. Aaghh ….

 

Kujou Toshiaki: ¿Eh?

 

Kibatarou: ¡Gyaaah!

 

Kujou Toshiaki: No grites. Qué ruidoso.

 

Probablemente alguien vendría. Se quedó en silencio ante mi advertencia.

 

Cuando tiré de nuevo, esta vez no se movió tanto como antes, pero tembló cuando sus ojos se pusieron en blanco. Agarrando infructuosamente el aire en un esfuerzo por detener mi mano.

 

*Sonidos de roptura* 

 

Sus mejillas se estaban estirando cada vez más. Se parecía un poco a la cara de alguien que está haciendo una mamada. Que horrible. Quizás hubiera sido lindo si fuera Konno-kun, pero aparte de eso, no me iba a poner caliente ni molesto.

 

*Sonidos de goteos*

 

El Kibatarou estaba llorando. Las lágrimas corrían por su rostro, y se veía como vómito con sangre.

 

Pero todavía quedaban un poco de carne unida sobre las tijeras. Decidí dejarlo como estaba por el momento.

 

Aún así, seguro que era tenaz.

 

Kibatarou: Ah …

 

Se escuchó un ruido sordo cuando le clavé el otro par de tijeras en la frente. El hueso frontal del cráneo humano es ciertamente duro. Sería imposible penetrarlo con unas tijeras. Entonces, intentemos apuñarlo repetidamente.

 

Cuando levanté la mano, sus ojos se tiñeron de miedo. Rápido, dilo.

 

Kibatarou: ¡Gyaaaahgg!

 

Caray, ya le había dicho que no gritara.

 

Kibatarou: Guh …

 

Cuando arranqué el otro par de tijeras de la boza y lo apuñalé en la entrepierna, se quedó en silencio. Algo empezó a filtrarse. Orina teñida de sangre.

 

Moví mi pierna del camino. No tenía ningún pasatiempo que implicara estar cubierto con ese tipo de cosas. A menos que sean de Konno-kun …

 

La cara de Kibatarou se había convertido en un desastre de sangre, carne y algún otro fluido corporal. Algo blanco se asomó desde la carne desgarrada e hinchada. Ah, ¿es ese su cráneo?

 

Quizás había visto la forma en que entrecerré los ojos, ya que tosió levemente y me dijo algo. Por supuesto, no pude distinguir sus palabras.

 

Me quedé en silencio en un esfuerzo por agudizar mis oídos. Cuando lo hice, él también se quedó en silencio. Bueno, entonces levantaré las tijeras otra vez y …

 

Kibatarou: Ah, waao ….

 

¿Qué idioma es ese? Estaría bien que hablarás en japonés.

 

Kujou Toshiaki: Dilo claramente para que pueda entenderte.

 

Kibatarou: ¡Ahgg! ¡Y-Yo ….sé, guuh  nada …!

 

Kujou Toshiaki: Eres demasiado ruidoso.

 

Como gritó cuando ya le había dicho que se callara, apuñalé su entrepierna una vez más.

 

Kibatarou: ¡¡Uwaaaahg!!

 

Kujou Toshiaki: Inténtalo de nuevo.

 

Kibatarou: S-Sí … ha, ha, haa …. Saiki … han ….

 

Kujou Toshiaki: ¿Saikihan?

 

El Kibatarou asintió, con su rostro cubierto con todo tipo de cosas. Provocando que todo tipo de fluidos se dispersen con el movimiento.

 

Kibatarou: Hiih … seguramente … él lo … sabe …woh …

 

¿Saikihan? ¿Saiki-san …?

 

Kujou Toshiaki: ¿Él es la voz del anunciante?

 

El Kibatarou asintió, su rostro cubierto con todo tipo de cosas. Provocando que todo tipo de fluidos se dispersen con el movimiento.

 

Kujou Toshiaki: Ya veo. 

 

Cuando retiré ambos pares de tijeras, se desplomó en el acto.

 

Pero …. Sería ridículo no deshacerse de las pruebas. Usaré ambos pares para degollarlo por la izquierda y por la derecha.

 

Primero corté los músculos para que ya no pudieran soportar el peso de su cabeza. Su cabeza cayó hacia atrás, exponiéndose su mandíbula.

 

Su rostro parecía cansado en este momento. Si estás cansado, te haré dormir. Ya no tienes que hacer ese trabajo pecaminoso.

 

Saqué las tijeras que sostenían a cada lado de su cuello hacia el frente.

 

La cara de Kibatarou giró hacia atrás. Desde si postura sentada, su espalda se deslizó hacia atrás hasta el suelo.

 

Casi parecía una acrobacia.

 

Ups, me ensucié otra vez.

 

Había terminado mi negocio aquí. Me tengo que ir antes de que alguien venga.

 

Pasé por un baño para lavarme la sangre. No pude quitármelo todo, así que sería mejor no volver a ver a Konno-kun esta noche. Me dirigí a la entrada tan pronto como sonó la música.

 

Kujou Toshiaki: Saiki, ¿eh?

 

No creo que esa voz en el anunciante haya pasado por un cambiador de voz. Por lo que significa, que mi próximo objetivo probablemente sea un niño.

 

Bueno, no es que me importe.

 

…………………………………………………………………………………………

 

Abrí los ojos, desconcentrado.

 

Parece que me había quedado dormido en algún momento. Además, cuando miré hacia abajo me di cuenta de que había estado babeando mucho. Además, escuchar la música encima aumentó aún más mi sorpresa.

 

No había señales de que Kujou-san o Momoya fueran a regresar. Si ese fuera el caso, debería dirigirme a la entrada también. Me alejo de este lugar.

 

Kujou-san.

 

Incluso después de dormir un rato y despertar. Todavía había varias cosas que no podía aceptar.

 

Pero pensar demasiado en ello era agotador y quería permanecer inconsciente. Miré al suelo mientras caminaba.

 

En mi estado distraído, terminé caminando sin darme cuenta al mismo ritmo que otros participantes. Me miraron a la cara, que probablemente seguía viéndose un desastre, por lo cual, me miraron fijamente. Pero no dejé que eso me molestara.

 

Por fin vi la puerta de la entrada. Dijo que tenía algo que buscar.

 

¿Me pregunto si se refería a la moneda? Incluso si lo pensaba, no tenía sentido.

 

No estaba en el estado mental para ayudarlo en este momento.

 

Y de paso, miré a mí alrededor buscando a Momoya también, pero no pude localizarlo. El color de su cabello era bastante llamativo, así que debería haber podido verlo de inmediato si estuviera por aquí.

 

Cuando me uní a la fila de personas, noté que los Kibatarou parecían un poco agitados. Parecían … ¿inquietos? Como si algo malo hubiera pasado o algo así.

 

Al encontrar esto raro, los miré más de cerca. Pero al momento siguiente volvieron a su comportamiento habitual y ordenado. Quizás lo estaba pensando demasiado.

 

Tal vez era mi imaginación. No quiero pensar en nada. Puedo poner mis pensamientos en orden una vez que duerma un poco. Mientras mis pensamientos llegaban a esa conclusión, pronto llegó mi turno en la fila.

 

Y así, como siempre, la tela blanca me hizo dormir.

 

Pero sabía muy bien que ese sueño era superficial.

 

Además de la probabilidad de que no pudiera ordenar mis pensamientos correctamente.

 

………………………………………………………………………………………….

 

~ Domingo ~

 

Konno Teppei: Uuh …

 

Me dolía el hombro. Parpadeé varias veces mientras me movía antes de sentarme.

 

Últimamente me habían estado dejando en el mismo lugar. Detrás de mi casa. Agradecido por esto, puse ni mano contra la puerta en busca de apoyo y me levanté.

 

Me sentí mareado, tal vez a causa de mis heridas. En realidad, no estaba sangrando mucho, por lo que probablemente no se debió a la pérdida de sangre. Pero mis moretones eran severos. Quizás realmente debería ir al hospital.

 

Di un paso adelante. Mi cara se contrajo de dolor. El dolor se manifestó con mi intento de caminar, haciendo que mis movimientos se entorpecieran.

 

Escuché ruidos ocasionales de autos alrededor del área y el color del cielo era más negro de lo habitual. Por diversas razones, las cosas se sentían diferentes a como siempre lo eran. Si embargo, en realidad no era diferente. Mi mente simplemente lo estaba percibiendo de esa manera.

 

Mis pasos eran inusualmente pesados mientras me dirigía hacia la entrada. Dejé caer mis llaves mientras abría la puerta. Al inclinarme para recogerlos, me sentí inestable y casi caí de rodillas.

 

Esto podría ser malo. ¿Llegaría siquiera a mi habitación en el segundo piso?

 

Caminé tambaleándome por la entrada, quitándome los zapatos con brusquedad antes de entrar. Como era de esperar, había una luz tenue encendida en la sala de estar para mí.

 

Iba a ignorar todo e ir directamente a mi habitación, pero algo en el fondo de mi mente me molestaba. Después de todo, terminé dando la vuelta.

 

No puedo simplemente dejar la comida así. Y tengo que apagar la calefacción. Era un poco triste que incluso con el estado actual de mi cuerpo, me preocupara por cosas como esta.

 

Encendí una lámpara y miré la comida que estaba afuera, pero a pesar de no haber comido desde el mediodía no tenía apetito.

 

Guardé con cuidado la comida en el refrigerador, apagué el calentador y cerré la puerta. Me tomó algo de tiempo moverme debido a mis lentos movimientos.

 

Konno Teppei: Uhaaa …

 

Mi aliento estaba caliente. Aunque mi cuerpo estaba frío.

 

Mis huesos gimieron en protesta mientras subía las escaleras. Me senté en mi cama, pero no tenía ganas de fumar mi cigarrillo habitual antes de dormir.

 

Mi cara había recibido una paliza tremenda, así que no necesitaba mirarme al espejo para saber que estaba magullada e hinchada.

 

TRADUCCIÓN AL ESPAÑOL POR: SAKURADA DI

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