sábado, 14 de diciembre de 2024

Cage Open (Kujou) #20

 

CAGE OPEN - DOMINGO

~Canción de las ranas~

 

Cuando Tetsuya viniera a despertarme por la mañana, seguramente con tan solo una mirada en mi cara, revelaría que me habían golpeado.

 

Bueno, incluso sin eso, cuando llegue la mañana, Tetsuya y Shizuka seguramente ya estarán perdiendo la paciencia. Agrego estas heridas a la escena, y sabía que me esperaría una buena lección.

 

En el peor de los casos, incluso podrían llamar a mi trabajo.

 

¡Todo menos eso! …. Es lo que normalmente pensaría, pero en este punto estaba perdiendo esa convicción.

 

Miré mi mano, cubierta de sangre. Habían aparecido moretones de color negro rojizo incluso en mis manos.

 

Bueno, el origen de estas heridas fue de esos compañeros de trabajo.

 

No pensé que todos los empleados estuvieran involucrados, por supuesto, pero … habían ido tras la monera.

 

Tenía sentido si un participante que vio ese mensaje de texto hubiera instigado a personas de mi lugar de trabajo para que me atacaran. Y aceptaron fácilmente. Aunque eran personas que me habían tratado bien antes.

 

Tal vez la razón por la que Kurusu me pareció que estaba actuando extraño en algún momento se debió a eso. No había estado allí con quienes me atacaron, pero aún podría estar involucrado.

 

Por mucho que lo pensé, no vi ninguna otra salida.

 

Me dejé caer de espaldas sobre el colchón, la parte de mi cuerpo que antes había estado en el suelo mi picaba un poco.

 

Una cosa más. Había una cosa más en la que tenía que pensar.

 

Algo mucho más importante y valioso.

 

Pero tengo sueño … Si me quedaba dormido, no podría pensar en ello.

 

Pero realmente estoy cansado. Quiero dejar de pensar. No quiero estas cosas complicadas.

 

Quiero que las cosas sean normales.

 

Sueño ….

 

…….

 

…………………………………………………………………………………………………

 

Creo que he tenido una pesadilla. Como si hubiera tropezado y caído del borde de algo. Fue uno de esos sueños donde te caes. Mis ojos se abrieron de golpe cuando me desperté asustado.

 

Mis ojos se deslizaron por la habitación, mirando el espacio entre las cortinas. Afuera todavía estaba un poco oscuro. Abrí mi teléfono y vi que eran más de las 6 de la mañana.

 

Me sorprendí. Sentí como si la noche hubiera pasado en un instante, pero parecía haber estado profundamente dormido. No pudo haber sido tan corto como para que no me diera cuenta.

 

Escuché señales de que alguien estaba despierto abajo. Podía escuchar a alguien arrastrando los pies. Pero la única que podría estar despierta a esta hora era mi madre o Shizuka.

 

De todos modos, debería cambiarme. Mi cuerpo todavía estaba ardiendo de dolor, pero no era tan fuerte como ayer.

 

Mi ropa estaba ridículamente sucia. Shizuka tendrá algo que decir al respecto seguramente. Bueno, puedo decirle que me caí o algo así. Sin embargo, uno no tendría una cara como está al caerse, por lo que sería completamente poco convincente.

 

Empecé a pensar que tal vez no había necesidad de seguir ocultando mis heridas a mi familia, pero abandoné la idea. Después de todo, no quería preocuparlos.

 

Además, esta noche será la séptima noche.

 

Finalmente, todo terminara mañana. Cuando todo termine podre decirles todo tipo de cosas. Cosas como que no volvería a meterme en peleas, que no permitiría verme atrapado en más problemas. Lo declararía con confianza, con el pecho hinchado.

 

Así que después de pasar por el baño salí de casa directamente, sin parar en la sala. Había terminado la cena que me habían dejado, así que seguramente sabrían que había regresado a noche.

 

El aire frío de la mañana cortó mi piel. Me pregunto si nevará este año. No he visto nada todavía. Espero que una vez que termine el juego caiga la nieve. Y que simplemente baje y aplaste todo bajo su blancura.

 

Antes de ir a tomar el metro, un poco más tarde que el primer metro de la mañana, pasé por una tienda de conveniencia y compré unos curitas, una compresa y antisépticos.

 

Usé los artículos y me vendé en el baño de la estación. No era bonito, pero serviría por ahora.  Me veía como una nube hinchada cuando subí al metro.

 

El metro no estaba tan congestionado como normalmente estaba porque iba a trabajar un poco más temprano de lo habitual. En este estado debería evitar ser visto tan temprano en la mañana, pero mucha gente me miro de todos modos.

 

Bueno, a trabajar.

 

El dolor que atacaba mi cuerpo cada vez que me movía puede haber disminuido, pero todavía era doloroso.

 

Mientras caminaba por el mismo camino hacia el trabajo de siempre, un edificio familiar apareció a la vista en el cielo despejado de la mañana. Nadie más había llegado todavía. Ni siquiera nuestro trabajador a tiempo parcial.

 

Tenía la llave del edificio, así que abrí la entrada y entré. Teníamos una televisión en la habitación de los casilleros, un calentador y mantas preparadas.

 

Así podría matar el tiempo y mantenerme caliente. Creo que incluso en mi casillero hay algunos bocadillos que compré ante y que me sobraron. De hecho, por eso había venido aquí primero.

 

Eso, además desde aquí podría ver cuando llegaran los chicos de ayer. El lugar era pequeño, pero tenía ventanas, desde aquí podría ver a la gente entrar a la oficina.

 

Encendí la luz de la habitación y entré. No es que nadie lo aprobara, pero finalmente fumé un cigarrillo mientras estaba aquí.

 

¿Los chicos de ayer planeaban venir a trabajar hoy como si nada hubiera pasado? Si me los encontraba, les diría algo.

 

Puede que sean mis mayores, pero no soy tan maduro como para poder simplemente sonreír y perdonarlos después de lo que me hicieron. No me sentiría mejor hasta que contraatacara.

 

De todos modos, debieron haber sido contratados por alguien o algo así y aceptaron ayudar al jugador del juego. Probablemente lo hizo quien envió el mensaje, o al menos uno de los jugadores que lo recibió.

 

Bueno, ¿qué debería hacer?

 

Eran varios, aunque podrían estar podriros por dentro, seguían siendo mis mayores. Si decidiera delatarlos quizás sería yo quien terminaría siendo castigado.

 

Konno Teppei: ……

 

Bueno, que mas da. Sólo estaba respondiendo a ellos. Eso era todo.

 

De todos modos, podría haber otros chicos haciendo equipo con ellos también. Si ese fuera el caso, me rendiría.

 

Me estaba enojando demasiado.

 

Konno Teppei: Haaa ….

 

Todavía no eran 7:00 am.

 

Estaba pensando en tomar una siesta por un rato cuando miré hacia afuera. Dudé de mi vista.

 

Alguien vino. No había manera de que alguien viniera aquí tan temprano.

 

¿Sería el trabajador a medio tiempo? No, no siquiera él vendría tan temprano. Me pareció recordar que su turno no empezaba hasta las 8:00.

 

Y los empleados de la empresa comenzaban a las 9:00.

 

Me acerqué un poco más a la ventana y me esforcé para verlos. Y no se parecían a nadie que hubiera visto antes. Esta empresa no era lo suficientemente grande como para que hubiera personas que no reconociera. Conocía cada rostro y también habría podido reconocer sus figuras.

 

“Imposible”, pensé mientras miraba más de cerca.

 

¿Eran vendedores? ¿Vestidos casualmente?

 

¿Quizás sean nuevos empleados? ¿Pero cinco al mismo tiempo?

 

Y entonces uno de los hombres me miró. Nuestros ojos se encontraron.

 

¡Diablos!

 

Me eché hacia atrás. Unos pasos sean apresuraron a mí como si me persiguieran.

 

Alguien se acercó a la ventana. Toco el cristal.

 

Desconocido: ¿Eres Konno Teppei?

 

Era una voz risueña. ¿Otra vez?

 

¿Esta vez no fueron solo mis podridos compañeros de trabajo sobornados por dinero, sino jugadores reales del juego quienes vinieron a buscarme? No podía recordar si alguna vez había visto estas caras durante el juego, pero sentí que las probabilidades eran altas.

 

Mientras permanecía en silencio, algo golpeó contra el cristal. Un fuerte sonido resonó sobre mí y presioné mi cabeza contra mi cuerpo.

 

Participante del juego: ¡Sal! ¡No tenemos ningún problema en echar gasolina sobre este lugar e incendiarlo!

 

Participante del juego: Pero en realidad … ya hemos echado gasolina, ¿sabes? ¡Jajajajaja!

 

Solo se escuchaban sus carcajadas. Tan pronto como ese hombre habló, todos sus compañeros se rieron groseramente.

 

¿Hah? ¿Dónde vertieron gasolina? Normalmente, si fuera la persona que solía ser, no consideraría la posibilidad de que no estuvieran diciendo la verdad y simplemente saldría obedientemente.

 

Ya no es como si lo que pase en esta oficina tuviera algo que ver conmigo. Todos estos tipos pueden simplemente morir. Hm.

 

Konno Teppei: ….

 

Quizás fue porque mi ira se había acumulado, que mis pensamientos se habían vuelto sedientos de sangre. Intenté quedarme callado y mirar hacia otro lado, pero …

 

La señora … Ese hombre mayor de la oficina que comparte sus bocadillos conmigo. El trabajador a medio tiempo que siempre me saluda.

 

Si este lugar se incendiara, ¿no se quedarían todos en la calle?

 

Participante del juego: ¿Entonces no vas a salir?

 

Konno Teppei: ……

 

Participante del juego: Oh, ya veo.

 

Konno Teppei: Voy …

 

Participante del juego: ¡Oh, si qué sabes hablar! Bueno, entonces, date prisa y sal de ahí. Si no te das prisa, vamos a prender fuego. Este lugar arderá en llamas.

 

Varias voces confirmaron que debieron haberme escuchado gritar mi respuesta. Sus pasos se hicieron más pequeños mientras retrocedían un poco.

 

¿Qué hago? Lo pensé un poco más antes de darme por vencido y ponerme de pie, saliendo.

 

Porque incluso si lo pensaba, la respuesta era obvia. Después de todo, no podría escapar.

 

Salí por la puerta de la oficina. Ellos me notaron y se acercaron … rodeándome.

 

Participante del juego: ¿Eh? Eres un desastre. ¿Qué te pasó?

 

Konno Teppei: Gente como tú me atacó. Más o menos puedes darte cuenta de eso, ¿no?

 

Participante del juego: Aah … pobrecito.

 

Participante del juego 2: Aunque en realidad no piensas eso en absoluto.

 

Participante del juego: Oh, ¿quién crees que soy? No, en verdad me siento mal por él.

 

Se echaron a reír.

 

Joder, esto me molesta. ¿Por qué todo el mundo se cree lo que decía ese texto estúpido?

 

¿Tanto quieren el dinero? ¿Tanto que lastimarías a personas? ¿Tanto que le mentirías a las personas? ¿Tanto que atraparías a otros así?

 

Konno Teppei: De una vez les digo que no la tengo. Me estoy cansando de decir lo mismo.

 

Participante del juego: No hay manera de que no la tengas. ¡Desnúdate y ponte a cuatro patas, separa tus nalgas para mostrárnoslo!

 

Participante del juego 2: ¡Asqueroso!

 

Participante del juego 2: Hey, ¿tienes gustos como ese? ¡Que asqueroso!

 

Se vuelven a reír.

 

¿Quién carajos se metería dinero por el trasero? Estos tipos deben estar totalmente locos. No tenía intención de hacer lo que me pedía, pero esta situación era mala.

 

Incluso si los atacaba y luchara, con mi cuerpo en este estado no sería nada bueno. Ellos eran demasiados.

 

Participante del juego 2: Te da mucha vergüenza hacerlo tú mismo, ¿eh? De acuerdo, lo haré por ti. Hey, mantenlo presionado.

 

Parpadeé en estado de shock y retrocedí.

 

Konno Teppei: ¿Vas en serio?

 

Participante del juego 2: Hablo muy en serio. Soy un hombre honesto. Esto demuestra lo mucho que quiero ese dinero. ¿Qué? ¿Crees que me preocupa que me ejecuten? Pueden ir y comer mierda.

 

Esto es lo peor.

 

Tan pronto como perdí cualquier esperanza de escapar, permití que alguien se acercara detrás de mí fácilmente. Tan pronto como intentaron agarrarme del brazo, la sangre se me subió a la cabeza.

 

Mi puño se disparó salvajemente hacia uno de ellos, apuntando a su cara. Pero me agarró la muñeca.

 

Desde los espacios entre su flequillo, sus ojos me miraron fijamente. Pero le devolví la mirada con la misma fiereza, volví a mover mi puño para sacudir el agarre, poniendo fuerza en él.

 

Mi cuerpo se inclinó hacia adelante mientras clavaba mis pies en el suelo.

 

Participante del juego: ¿Eh …?

 

En cambio, terminé siendo yo quien recibió un puñetazo en la cara. Volé hacia atrás, raspando aquí y allá en el suelo mientras caía.

 

Konno Teppei: ¡Gah …!

 

Me habían golpeado de nuevo en un lugar que ya me dolía y, sin embargo …. Nada me dolía. ¿Me he entumecido?

 

Simplemente sentí que me iba a desmayar. Me siento mareado.

 

Ah, mierda. Esto me está molestando.

 

Me agarraron por el cuello de la camisa y me arrastraron hasta ponerme de rodillas. Su rostro estaba justo al lado del mío. Justo cuando estaba considerando escupirle en la cara, me golpearon una vez más.

 

Ni siquiera pude gritar. Mi cerebro parecía estar dando vueltas en mi cráneo.

 

Mierda, mierda, mierda.

 

Sacudí mi cabeza hacia atrás imprudentemente, todo mi cuerpo reaccionó en un esfuerzo por alejarme de esas manos. Clavé ciegamente mi codo en el pecho de uno de ellos y el agarre se aflojó un poco.

 

Inmediatamente me dio una patada, retrocediendo par aponer distancia entre nosotros. Presioné una mano contra el suelo, impulsándome con mis pies como si fuera a saltar y me di la vuelta.

 

Participante del juego: ¡Guh ….! ¡Bastardo!

 

No tenía obligación de quedarme hasta que él terminara su sentencia. Corrí.

 

Participante del juego 2: ¡Maldita sea, espera!

 

Oí que me dijeron algo, pero me niego a parar. No había manera de que pudiera pelear. Me daba cuenta de eso ahora.

 

Ojalá que todos ellos sean ejecutados. Quizás todo lo que había pasado allí había sido grabado por las cámaras, así que no creo que puedan salir de eso. Todos ellos solo deberían morir.

 

Me persiguieron pasos, burlas y gritos enojados. Corrí y corrí para deshacerme de ellos.

 

Era inútil. No tenía ni la mitad de mi fuerza habitual. Mis fuerzas se agotaron y tampoco pude reunir energía. Entonces todo lo que podía hacer era correr. Todo lo que hago es huir.

 

Quizás si fuera con Kujou-san ….

 

Konno Teppei: ……

 

Me dolían las manos por mantenerlas fuertemente apretadas mientras corría. Si yo fuera como Kujou-san, ¿qué pasaría? Si tuviera un par de tijeras como las suyas en mis manos, ¿habría podido matarlos?

 

¿Sería capaz de pelear como él lo hizo?

 

No podría hacerlo. Soy diferente a ese hombre.

 

Mi corazón, mi cuerpo, mi forma de pensar, todo.

 

Salté del suelo con más fuerza. El viento heló el sudor de mi piel. Escucho el sonido de mis propios pasos. El paisaje que pasaba a mí alrededor.

 

Corrí con todas mis fuerzas. Ése era el único medio de supervivencia que me quedaba.

 

Me desplomé en la calle principal y elegí una calle muy transitada para continuar. De repente me detuve frente a una tienda y miré hacia atrás.

 

Miré alrededor. Sólo las miradas drías de los peatones. Aparte de eso no había nada más.

 

Mis rodillas crujen. Pensé que podría desvanecerme. Mi sudor goteó en el suelo.

 

Tenía calor mientras corría, pero mi cuerpo sentía frío. Duele. Me duele todo el cuerpo.

 

Me apoyé contra la pared, a punto de desplomarme allí mismo.

 

La gente mi miraba. Pero nadie me habló. No es que me importe. Ése es el tipo de país en el que vivimos. Eso lo sé.

 

Si fuera Kujou-san, seguramente me preguntaría si estoy bien. Tan pronto como pensé en eso, su rostro sonriente floreció como una flor en el fondo de mi mente.

 

Por alguna razón, sentí un extraño anhelo. Mi pecho se calentó.

 

Bueno, no podré ir a trabajar hoy. Descubrieron donde trabajo, lo que había pasado esta mañana fue suficiente para darme cuenta.

 

También había dejado todas mis pertenencias allí. Busqué en mis bolsillos. Sí, tengo mi celular y mi billetera, con eso es suficiente.

 

El número telefónico de Kujou-san está en mi celular.

 

Abrí mi celular. Al mirar las letras de su nombre, me imaginé su rostro. Luego lo cerré. No había manera de que pudiera llamarlo.

 

Lo había evitado ayer. No puedo simplemente llamarlo cuando me convenga por mis necesidades egoístas. Incluso si, suponiendo que lo llamara, él vendría corriendo a ayudarme de todos modos.

 

No, no cuando es sólo por mi conveniencia. Hacer eso sería de lo peor.

 

Sintiéndome triste, miré al suelo. Y luego cerré los ojos. Estaba completamente exhausto.

 

Desconocido: Oye, ¿estás bien …?

 

Alguien habló. Es la voz de una mujer. Asentí levemente y solo articulé las palabras “Estoy bien”. Una gota de lluvia cayó sobre mi rodilla desollada y se asomó a través de la tela rota.

 

Manteniendo mi celular apretado contra mi pecho, de alguna manera me dio sueño y cerré los ojos con fuerza.

 

Konno Teppei: …….

 

Todavía era temprano. No puedo ir a casa. Tampoco puedo ir al trabajo.

 

¿A dónde debería ir? ¿Cuál era el mejor lugar para ir?

 

Kujou-san ….

 

……………………………………………………………………………………

 

Kujou Toshiaki: Está lloviendo.

 

Mujer: Ah, es cierto. Ay no, y tampoco traje paraguas ….

 

Al final, agarré las puntas de su cabello, las ordené y luego retiré mi mano. Creo que hice un gran trabajo.

 

Sintiéndome satisfecho con el peinado que había creado, sonreí y encontré los ojos del cliente en el espejo.

 

Tan pronto como tuvo la confirmación de que todo estaba completo a través del espejo, giré la silla, tomé su mano y la escolté.

 

La llevé al frente de la tienda y la cita terminó.

 

Cuando miré por la ventana, vi que estaba lloviendo. La lluvia es deprimente, así que no me gusta mucho. Eso no quiere decir que a veces no tenga su propia elegancia, por supuesto, pero … La mayoría de las veces significaba tener que trabajar con clientes cuyo cabello parecía una explosión desordenada debido a la humedad. Yo no era un fan de eso.

 

Hablé con la asistente del salón, confirmé la hora de mi próxima cita y luego me retiré más adentro de la tienda para tomar un pequeño descanso.

 

Me senté en el sofá de la sala de descanso.

 

Abrí mi celular.

 

No hay mensajes de voz ni texto de Konno-kun.

 

Cierro el celular.

 

Me recosté.

 

…….

 

El suave martilleo de la lluvia resonó en la habitación. La música que fluía por el área del salón lo bloqueaba, pero aquí dentro podía oírla muy bien.

 

También había llovido antes. Pensé que se detendría en un momento, pero …

 

Miré el reloj. Pronto serían las 5:30.

 

Si tuviera asuntos personales podría salir cuando quisiera, incluso si la hora de cierre fuera a las 7:00. Porque era mi salón a fin y al cabo.

 

Sólo faltaba un poco más para que llegara el momento de partir.

 

…….

 

TRADUCCIÓN AL ESPAÑOL POR: SAKURADA DI

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