Daivan – 50%
Apunté
con la punta de mi zapato en la dirección donde se estaba filtrando la
conmoción.
Gian:
No hay tiempo para cortar la línea telefónica. Estoy seguro de que lo
informarán pronto y los refuerzos mafiosos vendrán corriendo.
Gian:
Riccardo, esa dinamita …
Riccardo:
Si. Se puede usar.
Riccardo
dijo eso... Sacó algo así como un tubo de papel sucio de la manga de su jersey
y me lo entregó.
Bakshi:
Una es suficiente para esta conferencia barata. Puede hacerlos en pedazos.
Gian:
¿Tanta potencia tiene? Quien sabe si podrías salir volando.
Bakshi:
No tanto.
Bakshi
se rió, sacando sus largos dientes caninos y una lengua aún más larga, y
presionó el cuchillo de carnicero aproximadamente a un tercio del camino a
través de la dinamita...
Gian:
¡¿?! Oye, ¿qué estás haciendo?
Sosteniendo
un trozo de dinamita del tamaño de la palma de una mano en su boca como un
cigarro...
Bakshi:
Que dulce ~ Esto sí que es de calidad.
Gian:
¿Te lo has comido? Mejor dicho, ¿está bien que la hayas cortado?
Riccardo:
Sí. Sí. La dinamita no explotará, incluso si la cortas, la golpeas o la quemas,
a menos que alguien la detone...
Bakshi
puso una mano hacia Riccardo. Con los dedos de la otra mano llama a Landolf.
Bakshi:
Oye, viejo, toma la mecha y la espoleta. La mecha mide... 2 pulgadas, y pon la
espoleta.
Bakshi:
Y, tú … Landcast. Abre ese baúl lleno de basura.
Landolf:
Ehm, soy Landolf. Pero … ¿eh? ¿este baúl?
Parecía
que no entendía por qué. Aun así, cuando Landolf abrió el baúl... una caja de
cartón barata se vino abajo.
Y
entonces... vi un cuchillo y un tenedor por el rabillo de mis ojos que ni
siquiera eran brillantes y tenían un color ligeramente turbio, y un plato con
una pintura que pude ver que era una simple imitación.
Gian:
Eres tan fácil de convencer, hombre.
Landolf:
No pude venderlos … Espera, ¿qué?
Junto
a Landolf... Riccardo corta una mecha con forma de cordón trenzado en trozos
cortos con un cuchillo... y le coloca una pequeña tapa de latón en el extremo.
Y…
esa tapa de latón con dientes de aspecto resistente...
Riccardo:
¡Nuh!
La
masticó y le puso la mecha... Riccardo, cuyo rostro se cubrió de sudor frío, se
lo entregó a Bakshi.
Bakshi:
Jajaja, si que tienes huevos. Me agradas. Si no tienes buena suerte manejando
eso, te volaría la mandíbula.
Riccardo:
Debería haber robado las pinzas también.
Bakshi
recibió la mecha y enterró la punta de la mecha en el trozo de dinamita más
corto.
Landolf:
¡Ah! E-Eso es mío …
Bakshi:
De todos modos, no los venderías. Démosle un buen uso mejor.
Bakshi
entierra la dinamita dentro de la basura, se asegura de que la mecha sobresalga
por el hueco del cierre, cierra la tapa del maletero y sonríe con satisfacción.
Bakshi:
Muy bien, están listas las galletas de bienvenida. Bueno, Gian, todo listo. Ve
a darles con todo.
Gian:
Sí. Yo iré primero. Bakshi, tu ve con Teshikaga y rodeen la parte de atrás.
Reunámonos después de que hayan limpiado todo allí.
Bakshi:
Claro. Si te retrasas, yo jugaré solo.
Gian:
Por favor, trae el resto de la gasolina y esas galletas. Si voy, puede que
llegué un poco tarde, de ser así, ven.
Riccardo:
¡! E-Entendido.
Walter:
Lo haré.
Landolf:
Ehm, yo … vigilaré desde afuera … ah, no, nada.
Al
haber decidido un el destino, pero aún están indecisos, ante mi voz, caminan
por el pasillo de concreto detrás de mí.
Keh …
Poco
a poco, el ruido del club se hizo más fuerte. Aprovechando ese sonido... los
restos de aire enfriado por el aire acondicionado al final del pasillo
irritaron mi cuerpo y mi nariz.
El
olor a humo de cigarro y champán se abrazaban... y luego estaba el hedor a
perfume y sudor de mujer. Me dice que hay un mundo ahí dentro del que me he
olvidado por completo.
Mientras
camino … pienso en tonterías. Si. Si … algo, algo … saliera bien. No. Si se
volviera diferente …
Si
todavía fuera un tipo de CR:5. Tal vez estaría aquí... haciendo el ridículo ...
Maldita
sea. Que estupidez.
Escupo
en el muro de hormigón. Luego, al final del pasillo, caminé directamente hacia
una puerta de estilo europeo que tenía forma de callejón sin salida.
Allí,
parado, había un chico que parecía más elegante que los guardias de afuera...
vestía camisas blancas y pantalones negros, pero por dentro era un mafioso... y
me estaba mirando de forma extraña.
Ni
siquiera intentó ocultar su desprecio y malicia... Me mostró su puño con
nudillos de bronce...
Guardaespaldas:
¿Quién eres tú …? ¿Un cliente? Te ves como un maldito pandillero. ¿Qué carajos
están haciendo los guardias …?
Guardaespaldas:
¡Ngh, gaaah!
Eres
tan solo un mafioso, imbécil.
Le
metí una palanca en la boca a ese idiota. Luego colapsa, salpicando dientes
rotos y sangre. Me molestaban mis estúpidas ideas.
Agarré
el metal de esa elegante puerta y la abrí...
Oh …
Mi
mano abre la puerta medio centímetro, pero se detiene cuando siento la
presencia de una persona al otro lado, justo frente a mí. También pensé que
había otro guardaespaldas estúpido del otro lado...
No
era así. A través del hueco de la puerta... la mano de una mujer con un vestido
de seda negro y guantes de un blanco puro. Y pude ver la luz danzante del
candelabro.
Gerente
de Cantare: Nos causaría problemas, madame. Ya tengo su escenario y su vestido
listos. Incluso si dice que va a detenerse ahora ...
Natasha:
Muévete de ahí. Me voy. No estoy bromeando. No puedo creer que vistan a niñas
de esa manera.
Natasha:
¡Eso ni siquiera se le puede llamar baile, es solo porno! Fui un idiota por
dejarme engañar. De todos modos, no cantaría en un escenario como este.
Gerente
de Cantare: Bueno, está bien, ya cálmese. Los clientes también esperan con
ansias que cantes, ya que eres conocida como la mejor cantante de Daivan.
Gerente
de Cantare: Además, sería un problema para nosotros hacer un agujero en el
escenario... El calendario de las actuaciones está fijo.
Gerente
de Cantare: Como sea, madam. Vuelva al camerino. Nos estás causando demasiados
problemas.
Gerente
de Cantare: Su tienda podría tener aún más problemas.
Natasha:
¡! Maldito cerdo … eres de lo peor.
……….
Siento
como si en verdad no tuviera suerte.
¡Maldita
sea! ¡Joder! ¡Hijos de puta! ¡Yo solo quiero arreglar las cosas con esos tipos!
Entonces, ¡¿por qué es que me pasa esto?!
¡Siempre
pasan estas cosas a donde quiera que vaya! ¡Mierda! ¡Joder!
Abro
la puerta. Por un momento, mis ojos quedaron bloqueados por las luces y el
brillo del candelabro, e hice una mueca. Una orquesta tocando, ruido de
borrachos.
Ante
eso, volví mi cara molesta y entrecerré los ojos. Frente a mí… había una joven
alta con cabello rizado y vestida con un vestido.
Y
luego… ese idiota que me estaba irritando tanto desde hace un momento. Un
hombre que parece ser el gerente aquí.
Más
allá … hay innumerables sofás y mesas iluminadas por numerosas lámparas de
araña que cuelgan del techo.
Una
multitud de hombres con trajes de gala y trajes, y mujeres con vestidos, que
parecían una bandada de pingüinos desde este punto de vista, estaban todos
reunidos allí, haciendo un fuerte ruido.
Gerente
de Cantare: ¡! ¿Eh …?
Keh …
Casi
en silencio, miré a esos bastardos y les respondí. Allí… la mujer del vestido
pareció sorprendida.
Natasha:
¿Q-Quién eres …?
Gerente
de Cantare: Ah, ehm. D-Disculpe …
El
joven, que parecía ser el gerente… su cabello hasta los hombros se balanceaba
suavemente y me miraba con una mirada que nunca había estado expuesta al
trabajo o al sol.
Gerente
de Cantare: ¿E-Es usted un cliente? Esa es la entrada para el personal, ehm …
Gian:
¿Qué estás diciendo? Me dejaron pasar con solo verme.
Gerente
de Cantare: ¿Eh? No puede ser …
Obviamente,
el joven, estaba confundido por mi apariencia y mostraba su disgusto... e
incluso entonces, todavía se preguntaba si yo era un cliente o no.
Gerente
de Cantare: Ah, señor cliente … Hay un ... código de vestimenta. Ah, no, no.
¡Bienvenidos a nuestra tienda, La Cantare...!
Gerente
de Cantare: Damos la bienvenida a todas las damas y caballeros... pero necesitan
a un miembro de nuestro club que los presenten.
Gerente
de Cantare: Disculpe, señor cliente … ¿quién lo presentó aquí?
La
voz del joven tenía la fuerte intención de querer silenciarme con sus palabras,
para luego hacer que el guardaespaldas de atrás se aproximara haciendo una
señal con su barbilla.
Gian:
¿Yo? Bueno, yo soy …
Cuando
estaba diciendo eso … desde detrás de mí, escucho ruidos de pasos de los
bastardos aproximándose …
Riccardo:
Dejé a Landi afuera para que vigilara. Él es un poco miedoso.
Walter:
¡¿Por qué son así?! En un momento en el que la ciudad sufre una recesión, algo
como esto...
Los
hombres, no importa cómo los mires, no parecían clientes del club, avanzaron y
se alinearon detrás de mí.
Gerente
de Cantare: B-Bastar ….
En
ese momento, el joven finalmente gritó de dolor, pero … lento.
Gian:
Está bien, puedes quejarte. Ese será tu mensaje final.
Gerente
de Cantare: ¡Kuh …ngh! E-Espera ….
La
boquilla de la pistola Luger se colocó firmemente contra el estómago del hombre
que llevaba un vestido de gala, y el rostro del joven gerente palideció
instantáneamente. Levanté la pistola y la apreté.
Gerente
de Cantare: ¡Guh, buuhg!
Con
la empuñadura de la Luger, golpeé ligeramente la nariz del joven de bello
rostro.
Con
tan solo eso, ese chico se agachó en la alfombra roja, cubriéndose la cara con
la nariz ensangrentada. ¿Nunca lo han golpeado o ha peleado antes? ¿Es un niño?
Natasha:
Q-Que crueldad …
Gian:
Así es. No conozco tus circunstancias, pero, es mejor para ti salir de aquí
ahora.
Sacudí
la mano suavemente a la mujer con vestido.
A
pesar de que estábamos peleando con el gerente, los chicos que estaban adentro
miraban hacia el escenario, y los pingüinos, que estaban locos por el alcohol y
las mujeres en la tienda, no se dieron cuenta en absoluto.
Nadie
nos miraba siquiera. Estaba un poco decepcionado.
Están
tan relajados.
Riccardo:
Gian-san, ¿qué hacemos con él?
Hnm,
¿qué debería hacer con él …?
Walter:
Este tipo es …. del que mencionó Landi, el de Nueva York … ¡de la otra mafia!
Gerente
de Cantare: B-Bastar … dos …. ¿de qué familia …. son? El que hayan echo algo
como esto …. ¡papá, los matará …! ¡Guhh!
Cuando
le di una patada tan fuerte en la cara al joven que le rompió varios dientes.
En ese momento, las luces comenzaron a brillar en el escenario principal en la
parte de atrás.
Gian:
¿Es hora del show?
Mientras
la orquesta toca rítmicamente los tambores... el maestro de ceremonias, con una
pajarita que lame y con una amplia sonrisa, se para en la esquina del escenario
y hace una profunda reverencia.
Presentador:
Damas y caballeros, es un honor tenerlos aquí esta noche en La Cantare, el
salón de la satisfacción y el honor. ¡El próximo espectáculo es...
Un
foco ilumina el escenario desde el balcón del segundo piso. Allí... una jungla
hecha de plantas en macetas aparece, y...
En el
fondo que parece una choza de madera destartalada, hay una calavera en la punta
de un palo. Antes de ver eso ... me pregunté si serán niños de Cuba o de
Sudamérica.
Un
grupo de chicas de piel oscura, rígidas como pájaros asustados, quedaron
expuestas al foco de atención. El traje, o más bien los harapos que llevan...
Ya veo.
Maldita
sea. Vaya pasatiempos que tienen.
Walter:
Las burlas son una cosa... ¡pero esto! ¡Es tan sólo un espectáculo de
discriminación racial...!
Presentador:
¡Pobres nativos que viven una vida de ignorancia en las profundidades de las
selvas de los Mares del Sur! ¡Animales de dos patas abandonados por Dios!
Esperen, ¿por qué Dios abandonó a esta gente?
Presentador:
Eso es fácil de responder. Dios nos creó a su propia imagen. ¿Hay dioses sucios
que sean negros o amarillos?
¿Están
felices estos tipos de pagar mucho dinero por algo como esto? Estaba planeando
no matar a estas disque personas decentes. Maldita sea, ¿qué hago?
El
maestro de ceremonias hizo una reverencia con una gran sonrisa en su rostro
mientras el público disfrutaba del espectáculo, y luego rápidamente levantó la
mano hacia las pobres chicas en el escenario.
Presentador:
Por favor echen un vistazo, este color... es prueba de que han sido abandonadas
por Dios. ¡Aunque las laven o las azoten, nunca se desvanecerá! ¡Vamos! Para
que las vean claramente... ¡bailen!
Al
final de esa mano… frente a las chicas de piel morena que estaban congeladas
por el miedo ... Antes de que pudiera
darme cuenta, apareció una enorme sombra como un poste telefónico...
Bakshi: ¡Hola, chicas! ¡Soy George Washington! (¡Jajajajaja, dios, morí de
risa!)
Presentador:
¡¿Q-Qué …?! T-Tu …. ¡guh!
Justo
cuando el maestro de ceremonias estaba a punto de gritar por el micrófono, una
sombra más oscura apareció desde la oscuridad detrás de él, sus brazos
trabajando duro... El maestro de ceremonias ni siquiera dejó escapar un suspiro
mientras desaparecía, tragado por la oscuridad detrás de él.
Teshikaga:
Oye, ¿cómo te sientes ahora? ¿Cómo se siente que te mate un tipo de color
sucio?
Cliente
1: ¿Qué pasa? Si son comediantes, ¿no debían aparecer antes?
Cliente
2: ¡Oh vamos, dejen de hablar y que empiecen a bailar ya!
Los
borrachos, que aún desconocían por completo lo que estaba pasando… y lo que
estaba a punto de pasar, comenzaron a abuchear.
Sin
embargo, Bakshi se rascaba el cuello y los hombros. Desde la oscuridad detrás
de mí, sosteniendo el micrófono que me entregó la mano de Teshikaga...
reaccioné, y entonces me vio y me guiñó un ojo.
Bakshi:
¿Comediantes? ¿Son idiotas? Empiecen de nuevo, justo cuando sus papás y mamás
estaban teniendo sexo mientras estaban enmascarados …. Yo soy …
Bakshi:
No importa cómo me vean, soy es cantante. Usen el sentido común.
Bakshi:
Bueno, George Washington va a cantarles una canción. ~ Comenzamos ~ Ah, nmm,
heh, heh … ~Estados Unidos, este gran y esplendido Estados Unidos ~
Que
horrible espectáculo.
Cliente
3: ¿Q-Qué pasa con ese tipo …? Oye …
Bakshi:
A de Estados Unidos, ~... A de atrasados ~ La M de monos~ La E es... de
erección ~ La R es ... ~
Bakshi:
Ah, mejor de detengo, esto no se me da bien. Definitivamente no estoy hecho
para este tipo de cosas. Debería haberme vendido como un chico atractivo y
genial...
Cliente
4: ¡Oye! ¡¿Qué estás haciendo?! ¿¡Gerente, oye...! ¿¡Gerente!?
Teshikaga:
Sí, sí, sí. Bueno chicas, el show ha terminado, así que tomen sus maletas y
salgan por la puerta trasera. Sí, sí, vamos~
Ignorando
al ruidoso público, Teshikaga calma a las niñas asustadas en el escenario y las
lleva al fondo del escenario.
En un
rincón del ruidoso público... algunos mafiosos vestidos con trajes gritaban
enojados.
Brabucón
2: ¡Ah, esos tipos! No …
Brabucón
3: Son los que armaron jaleo en el puerto … ¡Mierda!
Se
levantan de sus asientos metiendo sus manos dentro de sus trajes. El grupo de
cuatro mafiosos borrachos gritó insultos en el escenario.
Al
ver esto, las mujeres que trajeron los pingüinos se ahogaron entre gritos.
Finalmente, me di cuenta de que algo andaba mal... en medio de la conmoción
entre los caballeros del público.
Brabucón
4: ¡Bastardo! ¡Hey, baja de allí! ¡Maldita sea!
Bakshi:
No puedo creer que no sólo tu coño, sino incluso tu culo fuera un agujero para
el pene de un hombre que no soy yo.
Brabucón
4: ¡¿Qué?! ¡Geh, joder!
Bakshi
tira su micrófono y sostiene una escopeta en la mano, con dos enormes bocas
alineadas que se pueden ver incluso desde aquí.
Los
mafiosos estaban a punto de sacar sus pistolas, pero en ese momento no estaban
seguros de su próximo movimiento...
“Boom”
Brabucón
2: ¡¿Uwaaah?!
La
habitación se llenó de luces parpadeantes y olor a cigarrillos, alcohol, sudor
y perfume, y luego se escuchó una explosión parecida a la de un cañón, y se
dispersaron llamas y balas.
Con
un disparo, la mesa donde estaban sentados los mafiosos explotó en pedazos,
llevándose a los dos hombres consigo. Trozos de carne rojiza y trozos de madera
estaban esparcidos por todas partes...
Cliente
1: ¡¿Wa, waaah?!
Cliente
2: ¡A-Asesino! ¡Gyaaah!
Brabucón
3: ¡M-Mierda …! ¡Bastardo!
Bakshi:
Jajaja. Vienen más desde arriba ~
El
hocico del arma Bakshi apunta hacia arriba...
Una
tormenta de balas arrasa con la lámpara de araña que brillaba en el techo sobre
los mafiosos supervivientes.
Brabucón
3: ¡¿Uhh?! Gah, guuh …
Sobre
las cabezas de los mafiosos que de repente habían sacado sus pistolas, un trozo
de vidrio que parecía pesar cientos de libras... el calendrabo cayó,
esparciendo fragmentos.
Cliente
3: ¡Hiiiih! ¡Detente, no dispares!
Cliente
4: ¡A-Alguien! ¡Que alguien haga algo!
Bueno,
los borrachos... digo, los hombres y caballeros ricos que llenaban el salón se
dieron cuenta de que se enfrentaban a una pandilla viciosa.
Otros
mafiosos que se estaban divirtiendo entre el público gritaron insultos. Sacan
un arma mientras tiran a las damas que estaban sentadas en los asientos.
Mafioso
1: ¡Mierda, maldito bastardo! ¡Mira que joder!
Mafioso
2: ¡Te mataré!
Que
bola de idiotas.
Bastardo
Bakshi, ¿era eso lo que buscaba? El miedo del público y la atención de los
mafiosos se centran completamente en el escenario.
Agarré
mi Luger...
“bam,
bam”
Mafioso
2: ¡Guh, gaa!
Me
siento libre de dispararle al idiota que te me da la espalda. En la espalda de
uno de ellos repentinamente florece una mancha roja en su espalda cae al suelo,
mientras que el otro se tambalea mientras su costado es aplastado.
Bakshi:
¡Es hora del show! ¡Qué gran servicio!
“BOOM”
Bakshi
saca el otro cañón y dispara a la mafia reunida en el segundo piso de la sala.
El sonido de las armas hizo que me dolieran los tímpanos y los disparos
enrojecieron el escenario.
TRADUCCIÓN
AL ESPAÑOL POR: SAKURADA DI
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