Observé
el intercambio de palabras con asombro. Las hojas muertas que parecían estar
pegadas a mi cabello fueron avivadas por el viento y cayeron al suelo.
Azuma:
¿Qué? ¿Qué pasa?
Aunque
estaba parado justo al lado de él, Takara no pareció notar mi presencia hasta
ahora.
Takara:
¡Azuma! ¿Y él? ¡¿Uchimura?! ¿Lo alcanzaste? ¡¿Qué ocurrió con mi comida?!
Azuma:
Ah, no, bueno … lo siento, lo perdí.
Los
ojos de Takara brillan con anticipación. Es vergonzoso.
Cuando
dije esto mientras me rascaba la cabeza, Takara me miró por un momento como si
estuviera dudando.
Azuma:
¿?
Takara:
Ya veo. Que remedio. Uchimura-san, parece ser más rápido de lo que aparenta.
Azuma:
Sí, lo siento. Por cierto, ¿qué está pasando?
Takara:
Estamos hablando sobre la distribución de la comida.
Takara:
Estamos hablando de distribuir la que tenemos para que nadie salga perdiendo.
Takara:
Azuma, compartiste tu comida con Uchimura al igual que yo ayer, ¿no? Vuelve a
la habitación.
Takara:
Tu porción será igual si ambos podemos compartir la mitad, ¿verdad?
Los
ojos de Takara estaban brillantes. Justo como los ojos de Uchimura antes.
Miré
a Shimada-san y Hongou-san, pero ambos tenían expresiones rígidas en sus
rostros y no se movían en lo más mínimo.
Takara:
¿Azuma? Esta bien, vuelve a la habitación primero. Tengo que hablar un poco con
ellos dos.
Azuma:
No, pero …
Hongou:
No, Azuma-san, por favor regresa primero. Tenemos que tener una pequeña
discusión con Takara-san.
Azuma:
Entendido.
Por
ahora, parece que me tratan como a una persona ajena a esto. Entonces, parece
que mi comida se dividirá a la mitad con Takara.
Busqué
la bolsa que dejé cuando perseguí a Uchimura antes.
Sin
embargo, no cayó donde pudiera verla. La lancé tan fuerte que probablemente
salió volando a alguna parte...
O tal
vez alguien ya la recogió por mí.
Con
eso en mente, miré a Takara, a Shimada-san y a Hongou-san.
Azuma:
……
Entonces
me di cuenta.
La
mirada de Takara de antes. Esos ojos que me miraban como si me subestimara,
mirando todo mi cuerpo de reojo.
Comida.
Me
miró, preguntándose si logré traer de regreso su comida.
Me
pregunto si está él está pensando que le estoy escondiendo su comida que
recuperé de Uchimura-san.
Un
escalofrío recorre mi espalda. Esto no hubiera pasado con el Takara de antes.
No,
¿en verdad? ¿El Takara anterior en verdad no habría hecho algo así?
Mi
vecino podría estar loco.
Azuma:
……
El
hambre nubla el buen juicio. En lugar de hacerlo justo, lo hace cada vez más
extraño.
Yo
también tengo hambre. Sorprendentemente, puede que sea el único que pueda
emitir un juicio sólido.
Como
sea, de seguir así, las cosas se pondrán malas.
Busqué
la bolsa con los ojos bien abiertos y finalmente la encontré tirada en el
pasto, la recogí y me alejé rápidamente.
Podía
escuchar a los tres hablando en voz baja detrás de mí, pero no era el momento
de girarme y comprobar.
Mitsugi:
Hola, mocoso de mierda.
Cuando
regresé a la cabaña, finalmente noté que la puerta de la cabaña de Mitsugi
estaba abierta.
Cuando
miré en la dirección de la voz, vi a Mitsugi sentado frente de la puerta.
Mitsugi:
Están quebrados.
Azuma:
¿Hah?
Mitsugi:
Pensé que este día llegaría tarde o temprano, incluso podría llegar antes de
que se terminara la construcción del barco.
Azuma:
¿Estabas viendo?
Mitsugi:
Escuché los gritos de ese enano quejándose.
Pareciendo
aburrido, Mitsugi apoyó su brazo en su regazo y apoyó su barbilla en él.
Mitsugi:
Bueno, sólo necesito terminar mi trabajo rápidamente. Lo mismo va para ti.
Buena suerte.
Azuma:
……
Nunca
esperé que él me diera palabras de apoyo. Pero lo dijo como si fuera problema
de otra persona.
Mitsugi:
No olvides cerrar la puerta con llave.
Dicho
esto, Mitsugi se levanta y cierra la puerta.
“No
olvides cerrar la puerta con llave”.
¿Qué
querrá decir con esas palabras?
“Podría
haber un intruso buscando comida. Alguien".
Coloque
la bolsa encima de la mesa, saqué la fruta parecida a una manzana e inserte un
cuchillo en ella.
Agarro
la mitad de la pieza y una linterna y salgo de nuevo.
Si
esto continúa así, se pondrá difícil. Siento que algo peor está por suceder.
Eso es lo que pensé.
¿Hay
algo que pueda hacer?
Lo
hay. Matsuda.
Azuma:
Si tan solo pudiera pedirle a Matsuda que aumentara la ración un poco más...
Takara
sigue hablando con Shimada-san y Hongou-san. No parecen estar gritando como
antes, pero tampoco parecen estar hablando bien.
Pensé
en llamar a Takara antes de salir. Pero me detuve.
Me
dirigí al bosque mientras sostenía una fruta que se parece a una manzana.
Hablaré
directamente con Matsuda.
………………………………………………………………………………………………………….
Cuando
llegué al almacén, el sol se había puesto por completo.
Iluminé
la puerta con la linterna que había traído por si acaso.
Me
comí las semillas de una fruta que se parecía exactamente a una manzana, y
cuando solo me quedó el corazón, la tiré.
Azuma:
Matsuda …
Intente
llamar a la persona que está al otro lado de la puerta. No sale.
Volví
a tocar, pero no sale.
Azuma:
¿No me escucha desde aquí?
Quizás
esté durmiendo. No tengo más remedio que despertarlo.
Azuma:
¡Matsuda! ¡¿Estás dormido?! ¡Tengo que hablar de algo contigo! ¡¿Podrías
levantarte?!
Golpeo
la puerta y llamo en voz alta. Pero... la puerta permaneció en silencio.
Azuma:
¿Habrá salido a algún lado?
¿Salió
a orinar?. ¿O fue a bañarse al río?
No
importa cual sea la razón, tengo que hablar con él cuanto antes.
Cuando
toqué la puerta, me di cuenta que el candado estaba puesto. Eso significa que
fue a alguna parte.
Si
está dentro, la llave debería estar dentro también.
No
tuve más remedio que sentarme y cruzar las piernas. Apagué la linterna para
conservar la energía de la batería.
Esperaré
aquí un momento.
Azuma:
Haa ….
Azuma:
Tengo hambre …
Cerré
los ojos mientras me frotaba el vientre, incapaz de satisfacerme con media
pieza de fruta.
…………………………………………………………………………………………
Me
despierto sobresaltado al sentir a alguien a mi lado. Parece que me quede
completamente dormido.
No sé
cuánto tiempo ha pasado porque aquí está oscuro y no tengo reloj.
Al
darme cuenta, estaba sosteniendo una linterna en mi regazo, así que le encendí.
Matsuda:
Buenos días.
Fui
llamado en medio de la oscuridad, y al ver el rostro de esa persona, vi que se
trataba de Matsuda.
Se
agachó y se sentó a mi lado, que estaba dormido con las piernas cruzadas.
Azuma:
Buenos días …
Matsuda:
¿Qué estás haciendo aquí? Cuando regresé, te encontré dormido aquí y por un
momento pensé que eras un zashiki-warashi (así se les llaman a los espíritus
que forman parte de la mitología japonesa que protegen las casas y sus
habitantes de cualquier peligro, proporcionando felicidad y prosperidad) o
algo así.
Azuma:
Obviamente te estaba esperando.
Azuma:
¿En dónde estabas?
Matsuda:
Tenían un asunto que atender.
Azuma:
¿Asunto que atender?
En
ese momento, escuché el sonido del agua salpicando. Venía de los pies de
Matsuda.
Azuma:
¿?
Apunto
la linterna a los pies de Matsuda.
Un
cubo azul brillante iluminado. Caña de pescar. Caja de herramientas.
Había
agua en el cubo y dos peces pequeños nadaban suavemente en su interior.
Azuma:
……
Ah,
ya veo.
No sé
qué hora es, pero debió haber estado recolectando comida hasta esta hora.
Es el
mismo pescado que los pedazos de carne que nos dieron durante el racionamiento
de hoy.
Azuma:
Buen trabajo.
Matsuda:
Sí.
Sobre
Matsuda …
Todavía
estoy enojado por lo que hizo.
Aún
creo que no puedo confiar del todo en él como debería.
Pero
….
Azuma:
Gracias.
Si no
lo hace para sí mismo, sino por los demás, entonces es increíble.
Matsuda:
¿De qué hablas?
En
verdad, mis respetos.
Matsuda:
¿Y? ¿A qué has venido? Debe de ser algo importante dado que viniste a estas
horas.
Azuma:
Sí, bueno …
Mi
estómago estaba a punto de rugir, así que tensé mis músculos abdominales
mientras hablaba.
Azuma:
Iré al grano, ¿no podrías aumentar las raciones?
Matsuda:
Imposible.
Azuma:
Pff
Me
interrumpió rotundamente. No pude evitar entusiasmarme con lo directo que fue.
Azuma:
¿Por qué? ¿Por qué no puedes? ¿Qué pasa si hay alguna razón importante?
Matsuda:
Ya sea que haya una razón o no, es lo mismo. No puedo dar lo que no hay.
Azuma:
¿No hay? ¿Ni un poco?
Matsuda:
Tan poco hay que tuve que ir a pesar en medio de la noche.
Azuma:
……
Me
quedo sin palabras. No recuerdo haber comido tanto.
Todos
los días me muero de hambre hasta el punto de marearme.
Azuma:
Se supone que la distribución está basada en un sistema en méritos. ¿No es ese
el acuerdo al que llagamos para hacer que las reservas duren más?
Matsuda:
Bueno, supongo. Pero no podemos darnos el lujo de no comer. No creo que sea
necesario darle comida a Uchimura, pero sería un dolor si muriera de hambre.
Azuma:
……
Debería
haberlo sabido, pero todavía me sentí sorprendido y avergonzado cuando pusieron
este hecho frente a mí.
Se
volvió difícil decirle a Matsuda que aumentara las raciones porque todos
parecían estar volviéndose locos.
Él
debe haber tomado mi silencio en el sentido de algo más. Matsuda se levantó
lentamente.
Matsuda:
¿Quieres ver? La situación en la que se encuentra el almacén ahora.
Azuma:
Sí …
Matsuda
abrió el candado con una llave que sacó del bolsillo y señaló hacia adentro con
la barbilla, como pidiéndome que lo siguiera.
Mientras
me frotaba el trasero dolorido por estar sentado durante tanto tiempo, entré al
cuarto de almacenamiento.
Ante
mí, apareció la cama que traje el otro día. Los contenedores. Artículos del
hogar de Matsuda esparcidos por el suelo.
Por
un momento, mi mente regresa al momento en que fui violado. Sacudo la cabeza
vigorosamente y trata de no pensar.
Miré
dentro de los contenedores uno por uno que Matsuda señaló.
Dentro
no hay nada más que hierba o algas.
Cuando
lo vi hace un tiempo, pensé que tenía mucho más.
Se
qué está pregunta sonará tonta, pero … ¿cuándo fue que la cantidad bajo tanto?
¿Nos
lo hemos comido todo?
Matsuda:
“Tu, que estás a cargo de administrar los suministros en el almacén, no creo
que hayas dejado pasar ni un poquito más de alimento de lo debido o sí” ¿no vas
a preguntar eso?
Azuma:
Existe esa posibilidad. Aunque no lo puedo probar. Pero no quiero dudar de ti,
ya que no pienso que seas ese tipo de persona.
Azuma:
No me compares con Uchimura.
Matsuda:
……
Después
de eso, guardamos silencio. No había nada más de qué hablar.
Azuma:
Takara ha estado actuando raro. Tiene tanta hambre que ya no sabe qué hacer.
Azuma:
Entonces vine a preguntar si podías aumentar la ración. Estoy preocupado por
él, así que me voy ahora.
Matsuda
asintió con la cabeza, pero no hizo nada.
Me di
la vuelta frente a la puerta. Allí vi a Matsuda parado con una linterna
colgando.
Azuma:
¿Es verdad eso de que te gusto …?
Matsuda:
¿Qué? ¿Estabas preocupado por eso?
Azuma:
Claro que sí. Normalmente cualquiera se preocuparía por eso.
Matsuda:
Incluso si la persona a la que le gustas está loca, todavía te importa.
Azuma:
Eso …
Matsuda:
Azuma, eres algo tonto e ingenuo.
Azuma:
C-Cállate.
Matsuda:
No te molestes. Estoy tratando de decirte que eres lindo.
Azuma:
Eso no es un elogio.
Matsuda:
Tenía la intención de elogiarte. Eres lindo.
Matsuda:
Tan lindo que tengo ganas de pegarte y violarte nuevamente.
Azuma:
……
Matsuda
se acercó lentamente. Se detuvo justo frente a mí y acercó su cara.
Sólo
la ubicación me hizo querer huir. Pero puedo soportarlo. Pongo fuerza en ambas
piernas.
Azuma:
¿Por qué me quieres?
Matsuda:
Porque te apegas a mí. Porque eres un idiota. Porque eres sexy. Porque tus
reacciones son lindas. Porque puedo follarte el culo. Porque se siente bien.
Básicamente
descubrí que el sexo parece estar ligado mucho a sus sentimientos.
Este
tipo es el peor. Bueno, pero ¿no son todos los hombres similares?
¿Valoran
lo físico más que otra cosa? Ciertamente.
Azuma:
¿Me golpeas porque me quieres?
En
medio de la oscuridad, los ojos de Matsuda brillan a través de su cabello que
cae frente a ellos.
Su
silencio a medias. Su voz baja. La costumbre que tiene de reírse profundamente.
Su
gesto alentador al asentir.
Matsuda:
Tengo una erección cuando veo a alguien sufriendo, e incluso el simple hecho de
golpear a alguien me hace tener una erección.
Azuma:
Maldito bastardo DV (Violencia Domestica)
Matsuda:
Es la primera vez que me dicen eso, pero has acertado.
Matsuda
mira hacia otro lado, yendo directamente hacia mí, mirándome con sus ojos
ligeramente entrecerrados.
Azuma:
Hoy … ¿no me vas a forzar?
Matsuda:
Para la próxima vez que nos acostemos, quiero que estés de acuerdo. Quiero que
seas tú el que venga a pedirlo. Por eso no lo haré hoy.
Azuma:
……
No
puedo cerrar la boca abierta por la impresión. ¿Quién puede decir algo tan
arrogante?
¿De
verdad crees que alguien que ha sido golpeado, aterrorizado y violado volverá
contigo para una próxima vez?
¿Qué
clase de tirano eres? Eso es lo que pensé.
Pero
como hombre, se burla de mí. No puedo creerlo.
Azuma:
Haa …
Dejé
escapar un profundo suspiro y giré sobre mis talones. Siento la mirada de
Matsuda atravesando mi espalda.
Azuma:
Buenas noches.
Matsuda:
Sí, buenas noches.
Pienso
en esto mientras camino por la calle de noche. Al final no se resolvió nada.
No
hay comida. Takara está actuando raro. Matsuda es violento y el barco está casi
terminado.
Tenía
un poco de miedo del mañana. Esto no había sucedido desde que era niño.
Cuando
era niño, solía pensar que el mañana nunca llegaría. Había días en los que me
quedaba despierto toda la noche pensando que, si no dormía, el mañana no
vendría.
Pero
pase lo que pase, el mañana llega.
No
importa cuánto te niegues, no importa qué tipo de persona seas, no tienes más
remedio que aceptar ese hecho.
Regreso
a la cabaña y echo un vistazo al interior. Takara dormía inocentemente en la
cama.
¿Qué
pasó con la discusión desde entonces? ¿Qué pasó con Shimada-san y los demás? Y,
¿Qué pasó con Uchimura?
Había
muchas cosas que quería preguntarle, pero está bien si está dormido. Su puede
dormir así, probablemente no ocurrió gran cosa.
Sintiéndome
un poco aliviado, miré por encima de la mesa.
Azuma:
……
La
bolsa sobre ella estaba vacía.
Sobre
la mesa sólo había espinas de pescado y el corazón de una fruta que parecía ser
de una manzana.
…………………………………………………………………………………………………………
A la
mañana siguiente. Parece ser que Takara se levantó antes que yo y se fue a
alguna parte.
La
cama estaba cubierta de colchas dobladas y la mesa estaba limpia y ordenada.
Después
de beber un poco de agua hirviendo para calmar mi hambre, salí a cumplir con el
trabajo de recolección de comida.
Azuma:
Huh …
Tan
pronto como estuve expuesto a la luz del sol, me sentí mareado. Siento
profundamente que no tengo suficiente nutrición.
Llego
un poco tarde, pero me siento cansado, así que discúlpenme.
Matsuda,
que ya había llegado, me miró.
Matsuda:
¿Qué ha pasado con Takara? ¿No estaban juntos?
Azuma:
Al parecer se levantó antes que yo y se fue a quien sabe dónde.
Matsuda:
Heeh, que inusual.
Me
siento en el banco, levanto los pies y miro al cielo. Las nubes tienen forma de
pan de crema...se ven riquísimas.
Matsuda
también se sienta en el banco, al lado mío.
De
repente, me vino a la mente la frase "Tu vecino está loco" y me sentí
realmente deprimido.
Seguí
esperando a Takara, aunque sabía que no era el momento adecuado.
Mitsugi:
Hey, Matsuda, maldito mocoso.
Quien
apareció fue Mitsugi y no Takara.
Lentamente
inclino la parte superior de mi cuerpo hacia adelante y mira el lindo rostro de
Mitsugi.
Matsuda:
¿Qué? ¿Pasa algo? Soy todo oídos si vienes a avisar que el barco está
terminado.
Mitsugi:
Lamentablemente ese no es el caso. Shimada y Uchimura no están.
Azuma:
¿Qué?
Mitsugi
se cruza de brazos y me mira con expresión molesta mientras responde a mi
pregunta.
Mitsugi:
Normalmente, ya habrían empezado a trabajar. Pero hoy ninguno de los dos vino.
Mitsugi:
Lo mismo pasa con Hongou. Hongou siempre viene a saludarme a primera hora de la
mañana. Pensé que era extraño, así que simplemente fui a echar un vistazo a su
cabaña.
Mitsugi:
No había nadie allí.
Azuma:
De hecho, Takara tampoco está. Pensé que quizás se levantó temprano para dar un
paseo.
Mitsugi:
¿El enano tampoco? Haah, ¿es en serio? Me duele la cabeza. Qué remedio.
Azuma:
Pensé que estaban bastante callados hoy. ¿A dónde fueron todos?
Cuando
miré a Matsuda, noté que la comisura de su boca estaba ligeramente levantada.
Como si dijera que es tan interesante que no se puede evitar.
Mitsugi
mira al cielo con indiferencia.
Ninguno
de los dos parecía particularmente ansioso.
Azuma:
Oigan, ¿por qué están tan despreocupados? Necesitamos encontrarlos. Hay trabajo
que hacer.
Mitsugi:
En esta situación el trabajo ya no importa.
Matsuda:
Yo haré lo que me corresponde. Mitsugi, tu sigues con el barco.
Mitsugi:
No es necesario que lo digas, eso haré. Aunque duele tener que hacer todo sin
ayuda.
Matsuda:
Una vez que las cosas se resuelvan, Azuma y yo también ayudaremos. ¿Qué tal
eso?
Mitsugi:
Perfecto.
Ya no
sé qué pasa.
Parece
que Matsuda y Mitsugi han llegado a conclusión.
Azuma:
Hey, no hablen solos, inclúyanme. ¿De qué están hablando?
Mitsugi:
Las explicaciones las hará Matsuda. Yo ya me voy.
Mitsugi
me mira con una expresión profundamente llena de fastidio y luego se va
rápidamente.
Matsuda
se puso de pie y de repente comenzó a estirarse, girar y doblar los brazos.
Las
crestas de sus músculos dibujan una hermosa curva. Tiene unos músculos que los
hombres admirarían.
Quizás
se está ejercitando para calentar antes del trabajo. Pero me pregunto cómo
consiguió esos músculos.
¿Gimnasio?
¿Entrenamiento muscular? No, no es momento de hablar de eso.
Azuma:
¿De qué estaban hablando antes? No decidan cosas por si solos.
Matsuda:
Azuma, tu compartes cabaña con Takara, ¿verdad? ¿Takara actuó extraño ayer?
Azuma:
Sí. De hecho, estaba planeando hablar de eso contigo ayer cuando fui al
almacén.
Matsuda:
Esta bien ahora. Cuéntame todo.
TRADUCCIÓN: SAKURADA DI
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