Prisión - 90%
Prisionero 41: Eso no puede ser, jefe. Ese hombre no puede ser el que planeo toda esta situación en esta prisión …. Ethan no tiene a nadie aquí que se pueda mover libremente … ya no.
Gonzales:
¡Eso lo sé! ¡Maldita sea! ¡Hey, guardia, ve y tráelos!
Guardia
B: Eh, ngh … p-pero …. los disparos ….
Gonzales:
¡¿Entonces quieres morir justo aquí, bastardo?!
Guardia
B: E-espere por favor …. Calmese, se lo pido.
Gonzales:
¡Joder, joder! ¡Maldito sea ese bastardo maricón de Norman! ¿Qué tanto está
haciendo? ¡Maldición! ¡Joder!
Hace
tan solo unas horas, este tipo, el gánster Gonzales, estaba ebrio por la suerte y la gloria de
sentarse en el trono de estos lacayos y tener todo bajo su control.
En
este momento, justo detrás de los esbirros asustados y la pequeña barricada en
la mesa que construyeron ... Todo lo que podía hacer era correr de un lado a
otro y escupir quejas.
El
hombre que estaba actuando como un confidente, un esbirro que tan solo echar un
vistazo pudo ver la brecha de la barricada en Gonzales, se acercó y dijo
escondiéndose.
Prisionero
44: Jefe, ¿me podría escuchar?
Gonzales:
¡Joder! ¡¿Qué quieres?!
Prisionero
44: Los funcionarios de la oficina de investigación ... Es decir, tal vez fue
Hiyori y los demás tengan que ver en esto. No se sabe si los guardias puedan controlar
todos los movimientos en área ….
Gonzales:
¿Y qué con eso?
Prisionero
44: Eso significa que seguir esperando aquí, podría ser peligroso. Aquel túnel
… Debido a este alboroto, tal vez podríamos utilizarlo.
Gonzales:
¡! Ya veo … Podríamos aprovechar y salir
…
Prisionero
44: Sí. Si se trata de hacer una simple transacción, se puede llegar a un
acuerdo estand afuera. Si usted es el
jefe, se podrá comprar tantos compradores como usted quiera.
Gonzales:
Fuh … maldita sea, ¿eso también era una opción?. Muy bien, hey tu. Ven conmigo,
el resto de ellos …
Gonzales:
Si salgo con todos ellos en medio de toda esta situación, podrían volverse un
estorbo, y provocar retrasos …. ¿Debería simplemente dejarlos aquí? Hahaha
Prisionero
44: Fuh, entendido. Algunos de ellos dijeron que se abrirían paso desde aquí
hasta donde está la Oficina de Inspección, e incluso tomar los autos que están
aparcados en el área ...
Prisionero
44: Por lo que he escuchado de la situación en el área, si aprovechamos el
alboroto que están provocando lo otros prisioneos, tal vez podríamos lograrlo ,
fufu.
Gonzales:
Fuh, muy bien. Te dajaré todo a ti. Ve y usa a esas basuras como camuflaje.
Prisionero
44: Entendido, dejemelo todo a mí. ¡Hey, ustedes! ¡Escuchenme un momento!
Gonzales:
Joder, con esto … finalmente podré decirle adiós a este agujero de mierda.
Gonzales
escupe esas palabras en voz baja. En respuesta a esa voz baja, el guardia que
fingió no haber escuchado la conversación …
Guardia
B: ¿Q-qué pasa? ¿Qué planea hacer?
Gonzales:
Keh, eso no tiene nada que ver contigo, así que cállate, idiota.
El
guardia pone rígido su cuello y voltea la cara. Gonzales escupe de nuevo
maldiciones ... con sus manos arrastrándose alrededor de su pecho.
Gonzales:
Hehe, mientras tenga esto conmigo …
Prisionero
43: ¿Nm? ¿Qué …?
Prisionero
40: A-aquel … aquel …. Aquel, hermano ….
Prisionero
44: ¿Qué? Eres ruidoso. ¿Qué te ha pasado? ¿Te has vuelto loco?
Prisionero
40: ¡N-no! ¡Aquel … viene hacia aca!
Prisionero
44: ¡¿?! ¿Qué …?
El
hombre que estaba organizando a sus secuaces puso rígido su rostro y se tragó un bocanada de saliva ... Desde el hueco que había hecho en la barricada, miró a
través del pasillo.
Lo
que veía era un lugar oscuro donde las luces se apagaban y el humo del fuego se
desprendía del techo. Pero, ahí …
Prisionero
40: E-escucha, algo viene.
Prisionero
44: ¿Quiénes son …? No me digas … son los de la Oficina de Inspección … ¿hasta
ahora aparecen?
Gonzales:
¿Nm? Hey, ¿Qué pasa?
Prisionero
44: No, eso … bueno … Jefe, hay algunos tipos que están viniendo. Tal vez sean
…
Prisionero
44: Ah, no. Está bien. Ya sea que sean personas de la Oficina de
Investigaciones o el enemigo ... los detendré gracias a esta barricada. Solo
espere un momento.
Gonzales:
Oh. Ellos … ¿te dijeron algo?
Uno
de los esbirros de Gonzales, elegido como su perro leal, se acerca hacia el
pequeño espacio de la barricada para volver a ver. Mientras lo hace, escucha pasos
desde la oscuridad ... eran unos pasos que te indicaban que no tenían prisa,
ese sonido lo hacia sentirse inquieto.
Prisionero
44: ¡Oigan ustedes! ¡¿Quiénes son?! ¿Son de la Oficina de Inspección? ¡Hey!
Prisionero
44: Kuh … ¡Oigan, deténganse! ¡¿Quién carajos son ustedes?!
Y
... los pasos que se acercaban se detuvieron. Flotando en la oscuridad, el
enjambre de sombras negras se pega hacia la barricada.
Prisionero
44: ¡¿Qué …?! ¡No puede ser … ¡ ¡Eres tu ….!
Un
sonido de risas resuena. El hombre que vio esa cara y vio quién era la otra
persona ... En tan solo un momento, se quedó asombrado, y trató de gritar …
…………………………………………………………………………………………………………
Lloyd:
Uh … kuuh …. ¿eh …? ¿E-eres Gian …?
Gian: Ngh … oh … hahaha, bien. Estás vivo. Mierda, vaya amigo con el que me topé.
Mira que estar en este lugar tan problemático.
Lloyd,
que se despertó con una conversación así mientras lo arrastraba, sentía dolor y
todavía parecía incapaz de levantarse por sí mismo.
Me
escapé junto con él del humo cada vez más venenoso y febril, arrastrándome como
un perro, y arrastrando a Lloyd por la esquina del pasillo.
¡Mierda!
¡Es doloroso, me quedo sin aliento y mis ojos se ponen borrosos ...! Quiero
decir, ¿tal vez estoy huyendo hacia la zona donde el fuego es más fuerte?
Mientras lucho contra tal ansiedad, continuo.
Lloyd:
Lo siento, Gian. Gracias …
Gian:
No es nada … Oh, es cierto, Lloyd.
La corriente eléctrica que entro en mi cabeza …
llegó hasta mi espalda haciendome sentir pesado …., ¿Eh? Al escuchar las
palabras de Lloyd, solo moví los ojos hacia su rostro.
Gian:
¡Tu, desde aquí has …! Ah, ¡cierto! Mi compañero, ¡el capitán de la mafia …!
¡El manipulador de cuchillos, Giulio …!
Lloyd:
¿Eh …? ¿Te refieres a un capitán del CR:5 …?
Gian:
¡S-Si! ¡El capitán que tiene dinero! ¡El seguramente salió de aquí antes de que
comenzara el incendio! ¡¿No has visto a Giulio?!
Lloyd:
Eh … ehm …
Lloyd
entrecierra los ojos para recordar algo, parece que su cabeza todavía está
aturdida por el impacto de la paliza. Después de un momento, me mira con cara
mullida.
Lloyd:
E-Espera un momento … Ehm … ¿qué era …?
Gian:
¡Cof, cof, gah …! Mierda, el fuego … ¡Te sacaré de aquí, pero apúrate en
recordarlo!
Lloyd:
Uh, claro, sí ... Cuando regresé al edificio de la administración a buscar un
extintor de incendios ...
Lloyd:
¡Cierto! Durante el traslado de Di Bondone, el
funcionario de prisiones que se lo llevó ... quedó atrapado por el motín y lo
perdió de vista ...
Gian:
¡¿Qué …? ¡¿ A Giulio?!
Lloyd:
S-Si. El perder de vista al objetivo de la escolta ... es un gran problema,
pero honestamente, por esta situación, no lo es tanto, eh ... lo siento, lo que
haya pasado después no lo sé.
¡Mierda!
¡Maldición! ¡Joder! ¡Maldita sea, ¿entonces qué he estado haciendo yo?!
Mierda,
entonces eso significa que los preparativos para que el manipulador de
cuchillos se fugara ya habían sido preparados de ante mano ….
¡Que
se joda todo esto, maldita sea!
Para
cuando me di cuenta de eso, me moleste tanto conmigo mismo por haber permitido
que mi cuerpo aguantara esta situación una y otra vez. Maldiciendo estupidez y falta
de suerte, comencé a moverme de nuevo.
Maldita
sea, el humo vuelve a ser terrible ... No, me equivoco.
¿¡Este
es … el viento ...!? ¡Oh, es aire limpio!
Gian:
M-Maldición, ¡parece que todavía no es momento para que muramos! Ese pasillo en
forma de T … el viento esta corriendo por el … si avanzamos hacia el,
¡tendremos oportinidad de seguir sin que el humo nos asfixie.
¡Estamos
a salvo! Al girar la esquina del pasillo por el que caminamos ... finalmente
llegamos al pasillo con tres bifurcaciones, con el cual estoy familiarizado
incluso con la suciedad de su piso.
Aquí
es ... ¡Sí, no hay duda! ... Este es el pasillo que se ha usado mucho para
conducir hacia el conducía al comedor.
Si se
toma el pasillo de la derecha, te llevará al comedor y al pasillo de la bodega
en el primer piso. Y el pasillo de la izquierda, es de donde fluye el viento ... ¡Eso es! ¡Ese
es el pasaje que conduce al exterior!
Con
esto estamos salvados. Es cierto, si Giulio sigue vivo entonces todavía debe
seguir en el territorio de la plaza ...
¡Si
lo encuentro, podremos unirnos con Bernardo y los demás! Sentí que el aire que
fluía hubiera limpiado mis preocupaciones.
Gian:
Jaja, la diosa de la suerte es una mierda. ¡Creo que es realmente desagradable
...! Estamos salvados, Lloyd ...
Lloyd:
Eh … aquí es … Ah … ahg … ngh …
Gian:
Lo siento, pero tendré que dejarte aquí. No puedo llevarte hasta la salida,
pero si te dejo a ti, probablemente tus compañeros se den cuenta y vengan a
ayudarte …
Lloyd:
¡N-no!
Gian:
¿Por qué no? Hahaha, si me dices que no te deje, entonces cuando vengan tus
compañeros me será imposible escapar, y entonces tendré que pasar mi vejez en
esta prisión …
Lloyd:
¡No! ¡No es eso! Aquí es …. Aquí …
Por
alguna razón, de repente me hundí débilmente, arrastrando a Lloyd que luchaba, entonces
tomé un respiro en el cruce de tres vías ... luego mire el camino que llevaba
al comedor y luego el de la salida.
Estará
bien, no hay prisioneros en el área, no hay guardias felices por jalar el gatillo
y asesinar. Se sentía mágicamente genial, donde fluye la brisa.
Gian:
Hasta luego, Lloyd. No es necesario que me devuelvas el favor ni nada de eso,
porque yo ya me voy …
Lloyd:
¡Espera, espera Gian! Aquí es … es … peligroso. ¡Huye!
Gian:
¿Haah? El fuego no llegará hasta aquí … ¿por qué estás tan asustado … ? ¡!
¿Qué
…?
¿Qué
pasa …? De repente, mi corazón, mi cabeza y mi médula espinal se estremecieron.
Es como si hubiera sido atrapado por algo oscuro y frío …
Yo
….
Me
sentí atraído por la parte de atrás del pasaje, que parecía un agujero negro
sin nada, mis ojos, mi cara y la conciencia de ser agarrado por algo de causa
desconocida me hace estremecer.
¿Qué
… qué pasa? Mierda …
Lloyd:
¡Huye, Gian …! ¡Es él! ¡Está regresando! ¡Él esta viniendo! ¡Ese hombre, fue el
que …!
Lloyd:
La persona que nos atacó … fue aquel hombre. El siempre estuvo esperando el
momento adecuado …
Lloyd:
¡Es ese gángster del GD …! ¡Ese tipo se dirige al comedor! ¡Kuh …! ¡Huye, Gian!
Gian:
¿Has dicho GD? ¿El comedor? ¿Te refieres a ese gorila del GD?
Ocurrió
justo después de que mencioné el nombre de ese bastardo que ya casi me habia
olvidado.
……………………………………………………………………………………………………………
Prisionero
43: ¡No … no vengas!
Gonzales:
¡Idiota! ¡No tengas miedo, si lo haces te mato! ¡Ustedes dos de ahí, no los
dejen pasar!
Prisionero
43: E-es imposible, jefe. ¡Ellos … ellos …!
De
alguna manera, los secuaces que intentaron gritar y demandar fueron empujados
por detrás, y fuerons golpeados por estar debajo de la barricada derrumbada ...
Desde arriba, fueron pisoteados por los pies de los hombres.
Gonzales:
Kuh … uh … ¡¿uuhg?! ¡Mierda!
Ellos
se volvieron cádeveres miserables en un instante ... Mientras tanto, los que
habían pasado por encima de ellos …
Escuchando
gritos, y el sonido de carne y huesos rompiéndose … En medio de todo eso …
Gonzales
temblaba con el horror que se avecinaba ... Finalmente, la pistola en su mano
notó el peso y la dureza de la pistola que el guardia había dejado.
Gonzales:
¡Joder! ¡Jodaaaanse! ¡Tomen esto, bastardos!
Gonzales
apunta con el hocico del arma a los enemigos que aplastaron a sus subordinados
y avanza hacia a los gánsteres con uniformes de prisioneros, y aprieta el
gatillo ...
Una
explosión que incluso aplastó el aire ... surgió al momento de disparar.
Gonzales:
¡¿Guaah?! ¡GYAAAAAHGGG!
El
disparo que surgió no fue de la pistola de Gonzales, sino de la dirección a la
que apuntaba ... la cual llegó a Gozales como un ciervo acechando, esa era la
ráfaga causada por el disparo de una escopeta.
Gonzales:
¡Kuh … ngh … aaahg!
Con
ese disparo, Gonzales salió volando y se estrelló contra la pared, como si lo
hubiera atropellado un automóvil. Y en su mano derecha, que no se mueva, solo
podía sentir un agudo dolor.
Gonzales:
¡Uhhhhg! ¡Aaaagh …! ¡Maldito sea!
Su mano
derecha, que debería haber estado sosteniendo una pistola, se volvió como un
trozo de tela ensangrentada alrededor de su codo, y desde allí se inundó con
sangre fresca.
Miedo,
dolor severo ... y desesperación. El hombre que hizo sangrar sus ojos en furia
se estaba acercando a él.
Gonzales:
¡Kuggh … aaahhhg! ¡Tu …! ¡No puede ser!
Bakshi:
Ha, haha. ¿Te has estado portando bien, bastardo inútil?
Bakshi
continúa avanzando ... Quita el cañón quemado de la escopeta con forma de tubo
de hierro que sostenía y lo tira al suelo.
Bakshi:
Oh, wooh, eso debió de doler. Hahaha, te lo mereces.
Gonzales:
¡Tu …! ¡Bakshi! ¿Pero que carajos …? ¡Guhg … ngh …! ¿No te habías vuelto loco
…?
Bakshi:
Lo siento. He mandado a volar tu mano derecha. Bueno, te puedes masturbar con
tu otra mano, así que no sería un problema.
Gonzales:
¡Ngh …! ¡Uhhggg! No puede ser … tu … ¡¿Habías planeado venir aquí y matarme …?!
Escuchando
los gemidos de Gonzales ... Bakshi no respondió, solo golpeó su cuello y luego
atornilló el cañón de munición de un nuevo en el tubo de hierro de la escopeta.
Y
entonces …
Prisionero
B: Jefe, he eliminado a todos las bastardos molestos que
estaban aquí.
Bakshi:
¡Oh! Hahaha. Gonzales, tus queridos subordinados resultaron ser muy débiles.
Por eso …
Gonzales:
¡¿Guhh?! ¡Guuh … ugggh!
Mientras
escuchaba el informe de uno de sus subordinados a su espalda ... pone su
escopeta de tubo de hierro en su cintura, y agarra el palo ensangrentado que
estaba allí.
Estando
tirado alrededor de innumerables piezas de vidrio, Gonzales mira a Bakshi como si
viera a bestia devoradora de humanos con rastros de sangre pegajosos.
Gonzales:
¡Tu … bastardo …! ¡Me has engañado! ¡Maldito loco … habías estado fingiendo
todo este tiempo …! ¡Eres un bastardo, Bakshi!
Gonzales
dice eso aún gimendo de dolor, y sin ayuda para que su brazo deje de derramar
sangre fresca.
Gonzales:
¡Guuhg, aahg!
Bakshi:
¿Pero que estás diciendo, imbécil? Desde que estabamos en nuestro territoria
habías estado llamandome loco, ¿no es así?
Gonzales:
¡Guuuhhh! Deten … detente … Ayudame …
Prisionero
C: Hermano, el incendio en esta área ha sido apagado. Muy pronto los guardias y
los soldados vendrán …
Bakshi:
¡Lo sé …! En un instante me encargo. Bueno, Gonzales.
Bakshi
balancea un garrote manchado de rojo con la sangre de cadáveres y se inclina
sobre Gonzales, el cual estaba apoyado contra la pared y sosteniendo su brazo
derecho aplastado que se veía como carne picada.
Gonzales:
¡Guuuhg! ¡Duele, duele! Por favor … te lo ruego … Bakshi … por favor …
Bakshi:
¿Nm? ¿Me estás rogando? Ah, eso es perfecto. Justamente quería hablar de algo
contigo.
Bakshi:
Y solo por eso me tome la molestia de venir hasta aca. Así que mejor terminemos
esto lo más rápido posible.
Gonzales:
De acuerdo … ya lo se …. Pero por favor, ayudame. Esta bien, te dare “eso” …
Bakshi:
¿Nm? ¿Eso ..? ¿eh? Vaya que eres rápido para ir al grano. Así es, justo eso es
de lo que quería hablar. Despues de todo lo has estado cuidando mucho para
negociar ¿no es así?
Gonzales:
¡Así es …! ¡Uhhhh, aahhhh! Duele … e-esta bien te lo daré, pero por favor,
deten la sangre …. Esa cosa …. Te dare ese libro de registro, así que …
Bakshi:
Es el libro de contabilidad que sacaste de nuestro grupo. ¿Dónde está?
Gonzales:
¿Me vas a ayudar, verdad? Si te lo doy, no me vas a matar … ¿verdad?
Bakshi:
Si, te dajaré vivir. Hablo en serio. Lo haré si me regresas ese libro de
registro …
Bakshi:
No me importa alguien como tú. Lo único que me importa es cumplir con la orden
de recuperar esa cosa por orden del viejo.
Gonzales:
¿Estás diciendo la verdad? Guhh … el libro de registro … ¡uhh ahh …! Esta aquí …
debajo de la camisa …
Gonzales
gime por el dolor severo tratando de mover su brazo derecho desgarrado ... y
busca en el pecho de su chaqueta con su mano izquierda.
Gonzales: Lo
puse en un estuche debajo de mi camisa ... Es una banda que está abrochada. Te
lo daré, te lo daré.
Gonzales:
P-Por favor … antes de que te la de … detén mi sangrado …
Justo
cuando Gonzales dijo eso …
Gonzales:
¡Hihg … nghh …! ¿Qué estás haciendo …?
La
mano de Bakshi corrió sin previo aviso se movió. Con solo acelerar un poco el
garrote sostenía en su mano, corto la camisa del pecho de Gonzales ...
Bakshi: Hoh, hooh, haha. De verdad está ahí. Que buen chico resultaste ser
para tener un calvicie como de semillas de café.
Del
viejo desgarrado de Gonzales, la "cosa" que había escondido más
importante que su propia vida apareció. Lo que apareció fue un estuche de cuero
que contenía una banda que contenía el libro de registro.
Gonzales:
¡Es verdad está aquí! Así que … aghh …. Por favor … ayudame …
Gonzales:
¡Nghh! ¡Guuhaa … guuh!
Volvió
hacerlo de nuevo. Esta vez, el arma en la mano de Bakushi corrió en la
dirección opuesta. En el lugar donde se encontraba el filo ...
Bakashi:
Fun …
Una
hoja de vidrio colocada en un garrote desgarró el sudoroso cuello de Gonzales
... la piel del cuello y ... la garganta hinchada, asó como la tráquea.
Gonzales:
¡Hiih …! ¡Uhh …!
Un
nuevo dolor severo, junto con el miedo recién llegado y la desesperación ... La
mano izquierda restante de Gonzales fue atacada y todo aquello lo hizo sentir aún
más deprimido. Pero ... más rápido que esas emociones, la mano de Bakushi se
movió.
Gonzales:
¡¿Guhh?! ¡Guuhaaahh!
Bakshi: ¡Hah, hah! ¡No te dejaré morir enseguida! ¡Te lo prometí después de todo! ¡Hahahaha!
La
voz de Bakushi se convierte en una risa chillona y ... En ante esa risa loca …
Gonzales:
¡Guaaaghhh! ¡Googgh!
……………………………………………………………………………………………………………
Gian:
¡Uh! ¡Mierda! ¡¿Qué fue eso?! ¿Fue el bastardo de Gonzales…?
Me
pregunte eso al escuchar un grito que parecía un rugido de un demonio saliendo
desde más allá de las profundidades de la oscuridad …
Sin embargo. En lo más profundo de mis entrañas, sentía que eso era algo más ...
Era
algo oscuro que hacía punzar todos mis nervios, y me hacía pensar que había “algo
más” que estaba pasando ...
El
aire frío fluía, y desde el fondo del pasillo que conducía al comedor, sentí
algo más peligroso ... Estaba congelado como un perro asustado.
¿Qué
pasa ...? No podía ver nada ... como si me estuviera agarrando una mano grande
... no podía mover mi cuerpo.
¿Miedo?
...... No ...
Mi
cabeza ... que se ha olvidado de dar órdenes a mi cuerpo y lo abandona ... La
sospecha que era demasiado grande, la confusión que me rodea, y el asombro me
hacían sentir inmóvil.
Lloyd:
¡Kuh …! ¿Es él? ¡Gian … huye … escapa … o si no serás asesinado!
Lloyd:
Mierda … maldita sea … ¡no puedo ponerme de pie …! Gian … al menos escapa tu …
¡Mierda!
En
mi mandíbula, mi boca se movió y exhaló un aliento caliente y fangoso. Desde
aquí, escapa hacia la salida. Escapa solo y con todas tus fuerzas. Eso era lo
único que podía pensar.
Y sabía
que esa era la respuesta correcta, pero ... ¡Oh! ¡Maldita sea! Miro hacia atrás y agarro los
zapatos de Lloyd.
Lloyd:
¡Hey …! ¡Gian, te estoy diciendo que huyas!
Gian:
¡Cállate! ¡Te estoy devolviendo la deuda que te debo, maldición!
TRADUCCIÓN
AL ESPAÑOL POR: SAKURADA DI
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