Cada
sombra llevaba una capa oscura y andrajosa. Las capuchas que cubrían sus
rostros eran oscuras, aunque sus ojos brillaban. Se parecían a esos gatos
gemelos. Pero eran diferentes.
Los
cuatro gatos se detuvieron y se volvieron hacia Konoe. El enfrentamiento fue
breve. Fueron solo unos segundos, pero fue muy tenso.
Uno
de ellos corrió hacia adelante. Luego, el segundo, tercero y cuarto siguieron
su ejemplo.
Verg:
¡Hey! ¡Hay que irnos ya!
Gritando
y riendo. Verg empezó a correr detrás de él. Los otros demonios también lo
siguieron.
El
camino estrecho pronto terminó. Se escaparon por el camino estrecho. En medio
de la noche, la Luna de la Sombra apareció y desapareció a través de los huecos
de los árboles mientras corrían.
Sintió
cuatro criaturas sedientas de sangre detrás de él. Los perseguían.
Como
si se rieran de ellos corriendo, los árboles se balanceaban ruidosamente y sus
hojas crujían.
Llegando
al bosque al mismo tiempo. Konoe y los demonios se dispersaron.
Froud,
Kaltz, Razel, Verg y Rai desaparecieron en la oscura arboleda. Konoe también
corrió hacia el bosque con Asato.
Desde
hace un tiempo, su pecho parecía estar lleno de una neblina brumosa. Se
superpuso con el dolor de la empatía que vino al mismo tiempo, sus sentimientos
se hundieron cada vez más profundamente.
Por
supuesto, sabía que no tenía tiempo para eso ahora, así que trató
desesperadamente de deshacerse de eso.
Se
oyó el sonido de alguien acercándose detrás de él. Una persona mas. Alguien los
perseguía por su cuenta. No parecían estar emparejados con un Sanga. Si ese
fuera el caso, no habría necesidad de cantar.
Asato:
Sigue corriendo. Te daré una señal.
Konoe:
¿?
Mientras
corría, Asato acortó la distancia entre ellos. Escuchó los sonidos de las
palabras en sus oídos, entretejidos con el viento impetuoso.
Fue
fiel a sus palabras. Asato detuvo su avance y torció su cuerpo, esta vez
corriendo hacia atrás.
Sorprendido,
Konoe estaba a punto de detenerse cuando recordó las palabras de Asato.
Sigue
corriendo.
Evitando
detenerse, continuó corriendo.
Detrás
de él, resonó el choque de espadas. Asato estaba peleando. Hubo sonidos de
tierra levantada mientras saltaban.
Con
los oídos aguzados por la tensión, Konoe escuchaba sus respiraciones cada vez
que se atacaban el uno al otro. Al mismo tiempo, su corazón se aceleró. El
dolor se apoderó de su pecho.
¿Estaba
realmente bien seguir corriendo? ¿Asato estaría bien? Varias dudas y ansiedades
se mezclaron en su cabeza.
Asato:
¡Konoe!
Al
sonido de la voz de Asato. Konoe detuvo su impulso con el talón y se dio la
vuelta.
Asato
le dio la espalda a Konoe, su cuerpo saltó alto en el aire. Directamente debajo
de él estaba la posición vulnerable del enemigo, como una presa para ser
capturada.
Sus
instintos surgieron antes que su mente.
Cargó
contra el perseguidor.
Con
la espada en posición horizontal, lanzó un golpe contundente al gato que lo
perseguía, que intentaba retroceder.
Konoe:
Ngh …
El
gato se escapó en el último momento. Hubo contacto, pero la herida no fue
fatal.
Con
un pequeño chasquido de su lengua, Konoe saltó hacia atrás inmediatamente para
poner distancia entre ellos.
A
pesar de que el gato que lo perseguía se había tambaleado, logró saltar al tronco
de un árbol; usándolo como punto de apoyo, aterrizó detrás de Konoe.
Konoe
inmediatamente se dio la vuelta. Asato se lanzó a su lado.
El
ataque anterior de Konoe parecía haber cortado la rodilla derecha del gato. Su
cuerpo estaba inclinado hacia la derecha y la sangre goteaba al suelo y formó
un charco.
Los
hombros del gato que lo perseguían se movían hacia arriba y hacia abajo con
respiraciones ásperas mientras miraba a Konoe y Asato. Probablemente porque el
gato estaba herido. Konoe sintió que su sed de sangre parecía aumentar. Podría
saltar en cualquier momento.
Asato
dio un paso adelante abruptamente.
Mirándolo
a la cara con una mirada de reojo. Konoe sintió escalofríos. Sus rígidos rasgos
marrones parecían casi irreales.
Una
indiferente sed de sangre moraba en sus ojos. No era ni ira ni odio, solo tenía
que eliminar al enemigo ante sus ojos. Este era el propósito de esa intención
asesina.
Asato
desenrolló la tela envuelta alrededor de su cuello con su mano izquierda.
Fue
un gesto de alguna manera siniestro, dejando a Konoe estupefacto. Al momento
siguiente, Asato pateó ferozmente del suelo.
Su
carrera indefensa no mostró ninguna intención de leer los movimientos de su
oponente o juzgar el espacio entre ellos.
El
gato que lo perseguía adoptó una postura baja y pareció atacar a Asato.
Aun
así, Asato no se protegió ni detuvo su avance. Lanzándose directamente hacia el
perseguidor, Asato cargó hacia adelante, con el hombro derecho hacia adelante.
Una
hoja blanca fue clavada en ese hombro marrón.
Konoe:
¡Asa …!
Konoe
se quedó sin habla, no hubo ni el horrible sonido ni la salpicadura de sangre
que esperaba.
Lo
más extraño le sucedió a la espada que apuntaba al hombro de Asato: la hoja se
había deslizado desde su hombro hasta su espalda.
En
una fracción de segundo, Asato había torcido su cuerpo en el momento en que
sería golpeado, desviándolo en ángulo, pero la hoja aún no tenía razón para
deslizarse de él así.
Era
la tela.
La
tela que siempre envolvía el cuello de Asato ahora estaba enroscada alrededor
de la espada.
Konoe
pensó que ese gesto de antes, cuando deshizo la tela con la mano, era extraño.
¿Podría Asato haber hecho eso antes de lo que sucedería?
Asato
había quitado la tela con su mano izquierda y la había girado alrededor de su
hombro derecho. Fue justo en ese momento que el gato perseguidor apuntó a
cortar el hombro de Asato.
¿Así
que por eso pasó por encima de su hombro derecho? Asato había provocado que el
gato atacara. La espada del gato que apuntaba al hombro de Asato fue agarrada
por la tela, y debido a que Asato había retorcido más su cuerpo, estaba
envuelto en la tela.
El
resultado fue la detención de su impulso y, en consecuencia, la hoja se deslizó
por la espalda de Asato.
Asato
había sorteado hábilmente el contraataque del oponente, e inmediatamente
inmovilizó a su enemigo contra el suelo.
En
su acción sorprendentemente hábil. Konoe no tuvo más remedio que mirar con mudo
asombro. Justo ahora, si Asato hubiera dado un paso en falso, lo habrían
matado. Incluso si no muriera, no podría haber evitado una lesión grave.
Asato
discernió con calma la línea entre matar o morir en el último minuto, como un
mecanismo que decide el resultado de un juego.
No
podría haber hecho tal cosa sin una preparación significativa. ¿Fue porque no
valoraba su vida?
Tal
vez, no lo hacía.
No,
no fue eso. No pensó nada en absoluto. Probablemente no sintió nada por el acto
de tomar una vida.
En
la batalla, Asato tenía una sed despiadada de sangre en sus ojos, reducido solo
a la tarea de eliminar a su enemigo. Podía hacer juicios tan tranquilos
precisamente porque no había ningún borrón de emoción.
Pero
esto fue demasiado...
Konoe:
¡Asato!
Konoe
le gritó de inmediato, pero esta vez no fue suficiente para detenerlo.
Con
su espada en su mano derecha, Asato atravesó profundamente el pecho de su
oponente. Era como ser perseguido por una máquina. Hizo que Konoe tuviera un
poco de miedo.
Asato
sacó la espada del pecho del gato, limpió la sangre y se dio la vuelta
lentamente para mirar a Konoe.
La
sed de sangre había comenzado a desvanecerse de sus ojos, pero Konoe pareció
ponerse rígido, como si estuviera atado por ellos.
Asato
era fuerte. Pero esta fuerza...
Asato:
¿Qué pasa?
Konoe:
…
Konoe
abrió la boca, sin palabras pero tratando de decir algo de todos modos.
Firi:
¡Jajajaja!
De
repente, una risa aguda pareció romper el silencio.
Inmediatamente
mirando hacia arriba, Konoe pasó su línea de visión sobre su entorno. El
espacio sobre ellos se distorsionó y una pequeña forma apareció gradualmente.
Un
cuerpo surgió de esa forma, estirándose y girando, y el cuerpo inclinado se
enderezó, sosteniendo ambos brazos mientras estaba suspendido en el aire. Los
bordes de sus pequeños labios se curvaron delicadamente.
Firi:
¡Hola! Cuanto tiempo sin vernos. ¿Cómo han estado? ¿Se han divertido?
Konoe:
¡Tu …!
Era
el Sanga de Leaks... Firi. Todo el cuerpo de Konoe se erizó en agresión.
Asato
habló en un gruñido bajo y miró a Firi.
Asato:
¿Qué quieres?
Firi:
¿Por qué, no es obvio? Vine a ver cómo estaban. Ya
veo, parece que se están esforzando.
Asato:
Lárgate.
Asato
preparó lentamente su espada con un movimiento fluido.
Konoe:
¿Dónde está Leaks?
Firi
inclinó la cabeza y sonrió, tarareando para sí mismo.
Firi:
No seas estúpido, no hay forma de que pueda decírtelo. Pero te diré que Leaks-sama
vendrá a ti. ¿Por qué? Porque esto realmente lo está divirtiendo.
Konoe:
¿Él está jugando con nosotros...?
Firi:
Así es, está jugando contigo. Leaks-sama disfruta eso. Porque has mostrado una
cantidad sorprendente de agallas. Por eso, hasta el momento en que él venga,
incluso alguien como tú puede disfrutar de sus últimos momentos de libertad.
Konoe:
¡¿Qué quieres decir?!
Sin
dar respuesta, Firi giró una vez en el aire. Pareciendo nadar suavemente por el
cielo, de repente puso su rostro justo frente a los ojos de Konoe.
Firi: Mientras
luchas desesperadamente, él estará esperando hasta que vengas a él
personalmente. Ahora, Leaks-sama te está permitiendo vivir. Así que...
Las
palabras de Firi se detuvieron allí, y sus labios formaron una fría sonrisa.
Firi:
Para complacerlo, debes esforzarte más.
Konoe:
Ngh …
Una
corriente fangosa de ni calor ni frío surgió profundamente en su cuerpo. Al
mismo tiempo, sacó su espada y atacó.
El
cuerpo de Firi se arqueó ágilmente hacia atrás, y la hoja de su espada cortó el
aire en vano.
Firi:
Así es, esa es la actitud. Un buen espectáculo debe estar plagado de peligros.
Hey vamos, llora más. De lo contrario, no lo lograrás, ¿sabes?
Konoe:
¡Cállate! ¿Dónde diablos está Leaks?
Firi:
¡Hahahaha!
Firi
ladeó la cabeza de izquierda a derecha como si estuviera haciendo el tonto,
luego extendió lentamente una mano hacia un lado con un gesto exagerado.
Firi:
Entonces, ¿jugarías conmigo? Si ganas, te lo diré.
Konoe:
¡Ngh!
En
lugar de un impacto, hubo una luz. Era inmenso, e incluso cuando cerraba los
ojos, la luz deslumbrante todavía brillaba dolorosamente.
Firi:
¡¿Qué?!
Escuchó
la voz confundida de Firi.
Contorsionando
su rostro mientras se protege los ojos con sus brazos. Konoe cayó de rodillas.
La
luz envolvió su entorno por un tiempo, luego finalmente se desvaneció. Al no
sentir ninguna luz del otro lado de su ojo, lo identifico. Konoe abrió
tímidamente los ojos.
Parpadeó
varias veces. La oscuridad que se fusionaba con la vegetación se reflejaba en
sus ojos.
Asato
se había arrodillado a su lado.
¿Qué
era esa luz de hace un momento?
Cuando
volvió la mirada hacia el frente, se sorprendió.
Ahí
... estaba el poeta.
Ya
no podía sentir la luz brillante, pero el cuerpo del Poeta parecía emitir una
luz tenue. El dobladillo de su larga capa ondeó y miró a Konoe.
Como
siempre. Konoe no pudo ver ninguna expresión en el rostro oscurecido por la
sombra de su capucha, pero sintió un alivio inesperado.
Nos
está protegiendo, pensó Konoe de repente.
Firi:
Maldita sea. ¿Qué fue eso tan repentino?
Firi
se levantó y miró al Poeta.
Firi:
¿Es este un amigo tuyo? ¡Nunca había oído hablar de
él antes!
El
poeta se giró en silencio hacia Firi, agitando fuertemente su cola escondida
debajo de su ropa.
No
pronunció ni palabras ni un gruñido. Aun así, un abrumador aire de oposición se
desbordó del Poeta.
Firi
levantó la barbilla como para decir que no se quedaría atrás, y aunque miró con
más dureza al Poeta, se mordió el labio con frustración.
Firi:
¡¿Qué?! ¡¿Quién eres tu?! ¡Le diré de esto a Leaks-sama!
Escupiendo
su comentario infantil, Firi pateó el suelo y saltó alto.
Konoe:
¡Espera!
El
cuerpo de Firi giró en el aire y desapareció como si se deslizara en la
oscuridad.
Tanto
Konoe como Asato no tenían idea de lo que acababa de pasar y se quedaron
clavados en el lugar por un rato en silencio.
La
quietud de la noche estaba cargada de luz de luna.
A
pesar de que su sentido de la conciencia era agudo. Konoe se sintió mareado,
como si esto no fuera real. Dentro de su vista, una figura vestida con ropa
larga se paró como un fantasma. De nuevo, había aparecido. El poeta.
Asato
bajó las orejas con atención y gruñó mientras miraba al poeta.
Asato:
Ese tipo, ¿es un enemigo?
Konoe:
Él no es un enemigo.
Asato:
¿Lo conoces?
Cuando
Konoe asintió. Asato hizo una mueca como si estuviera un poco sorprendido. Pero
luego volvió a fruncir el ceño y miró al Poeta.
Konoe:
Él, me ha ayudado varias veces antes.
Asato:
¿Se puede confiar en él?
Konoe:
Si.
Konoe
asintió y miró a Asato con una mirada fuerte.
Konoe:
Se puede confiar en él.
Asato:
Ya veo.
Asato
pareció ceder y miró hacia abajo, asintiendo sutilmente, aunque ligeramente
descontento.
Asato:
Si tu lo dices … lo creeré.
Ante
esta respuesta, Konoe reflexivamente dejó escapar un suspiro de alivio.
Konoe
volteo a ver al Poeta.
Konoe:
La luz de antes fue obra tuya ¿verdad? Nos has salvado – Konoe dijo
honestamente.
Ya
sabía que no obtendría una reacción. Aún así, estuvo bien. Por alguna razón, el
Poeta siempre lo guió y lo ayudó
Ciertamente
era extraño, y había lugar para la sospecha. Aún así. no tenía la intención de
dudar de él. Puede haber sido el aire que lo rodeaba y la música que siempre
tocaba.
El
Poeta rasgueó su instrumento con una garra. Una vez dos veces. La música fluía
suavemente y hacía temblar el aire.
Konoe
estaba embelesado sin darse cuenta. Era una melodía suave y melancólica que
aliviaba el dolor crujiente en su cuerpo e incluso en su corazón.
No
había letra, pero él pensó que seguramente era una canción de luto. La melodía
se elevó hacia el cielo, guiando a sus almas para que no se extraviaran.
Cuando
Konoe entregó su cuerpo a los reconfortantes sonidos que entraban en sus oídos,
la actuación se detuvo de repente. Cerró los ojos antes de darse cuenta y luego
los volvió a abrir para mirar al Poeta.
Su
rostro, ensombrecido y cubierto por una tela, se volteó hacia él. Sólo sus
labios eran visibles, moviéndose sutilmente.
“Sígueme …”
Sentí
que eso era lo que quería decirme.
Konoe:
¿Quieres decir que te siga de nuevo?
Fue
como la vez que se perdió en el Bosque del Vacío. Naturalmente, no hubo
respuesta, y el Poeta silenciosamente giró sobre sus talones y comenzó a
caminar.
Poniéndose
de pie, Konoe hizo una mueca ante el dolor punzante de su cuerpo. Desencadenó
esa sensación distante para que regresara.
Involuntariamente
cayó de rodillas. Asato inmediatamente se inclinó a su lado y lo miró con cara
de preocupación.
Asato:
¿Estás bien?
Konoe:
Debemos ir tras él …
Asato:
¿Ir tras él? ¿Sabes a dónde va?
Konoe:
No lo sé. Pero dijo que lo siguiera.
Asato
vacilante se quedó en silencio, pero eventualmente, lentamente movió su cola de
izquierda a derecha.
Asato:
De acuerdo. Pero, tan pronto que las cosas se pongan peligrosas, debemos
escapar.
Konoe:
Te dije que se puede confiar en él.
Asato:
No es eso. No sé que podría pasar, es por eso …
Konoe:
Lo sé.
Asintiendo,
Asato ayudó a Konoe a ponerse de pie con mano firme.
Konoe:
Ya estoy bien. Vamos.
Konoe
y Asato corrieron tras el Poeta mientras desaparecía en la oscuridad.
……………………………………………………………………………………………………………
En
el bosque profundo de la noche, las ramas agitadas susurraban en la oscuridad.
El Poeta avanzó por el camino que tenía delante sin una antorcha, sus ropas susurraban
levemente, solo la incierta luz de la luna se derramaba sobre ellas.
¿Adónde
iban? A veces, la ansiedad aumentaba en el pecho de Konoe, pero siempre la
rechazaba de inmediato.
Seguro
que el Poeta los estaba ayudando. Hasta ahora, eso era lo que siempre había
hecho. Por lo tanto, estaba seguro.
El
Poeta caminaba como si se deslizara por la noche, sin mirar atrás.
Konoe
miró hacia arriba. Las ramas y el follaje de los árboles parecían siluetas
recortadas contra el cielo.
Aunque
era el mismo escenario, el Vacío no había tocado aquí. En ese momento, pensó en
el bosque de Karou.
¿Estaba
todavía vivo su territorio en ese bosque? ¿Otros gatos se habían apoderado de
él o aún podía él poner un pie en él? ¿Alguien hoy se convirtió en sacrificio,
se convirtió en alimento para otro?
Desde
que Konoe llegó a Ransen, llegó a olvidar estas cosas. Pero el Vacío devoraba
constantemente la tierra. Un día, el Vacío se lo tragaría todo, y llegaría un
día en que todos los gatos sucumbirían a la Enfermedad.
Hace
un rato, Firi le dijo que este momento estaba llegando. Hasta entonces, Konoe
podría disfrutar de sus últimos momentos de libertad.
Se
acercaba el momento... El momento en que todo se extinguiera.
No
sabía lo que tramaba Leaks. Pero estaba seguro de que este no era el final.
En
ese momento, ¿Qué haría? ¿Qué pasaría con este mundo?
Mientras
Konoe caminaba, absorto en sus pensamientos, de repente se escuchó un sonido en
la espesura de adelante.
Konoe:
¡¿?!
Con
el pelo de punta, bajó las orejas y saltó varios pasos hacia atrás. Se
sorprendió al sentir que algo le golpeaba la espalda e inmediatamente miró
hacia atrás.
Asato
se había topado con él.
Asato:
¿Estás bien?
Konoe:
Solo estaba pensando en algo.
Avergonzado por su reacción exagerada, sonrió irónicamente.
TRADUCCIÓN
AL ESPAÑOL POR: SAKURADA DI
No hay comentarios.:
Publicar un comentario