Daivan – 50%
Walther:
Cierto. Lo recordé. Después de que arrestaron a Don Ortolani, personas de rango
superior al mío...
Walther:
La gente que dependía directamente de Don Ortolani se hizo cargo del negocio y
nos dio instrucciones y pagos.
Walther:
Pero desde la noticia de la fuga de la prisión el mes pasado, no hemos vuelto a
saber de ellos... Estamos completamente en el limbo"
¿Qué
ha pasado …?
Bakshi:
Hmm. Ya no puedo ver a donde va esta conversación. Aquella vez. Cuando salimos
de la prisión. Vimos la ropa que tiraron.
Bakshi:
Lo que yacía allí no era un cadáver, sino ropa maloliente. La posibilidad de
que estén vivos y que hayan regresado a esta ciudad es aún mayor.
Entonces,
¿por qué no aparecen …?
¡Maldita
sea, mierda!
No
importa lo emocionado que me puse o lo mucho que pensé en ello, todo fue en
vano. Ni siquiera puedo encontrar sus huellas. Recorrí todo el camino a Daivan,
haciendo tantas cosas ... ¡maldita
sea...!
Todo
lo que puedo hacer es maldecir en el barro oscuro.
Gian:
Cierto, ustedes …. una cosa más …
Gian:
El jefe, Del Salto... ¿qué está haciendo ese viejo Alessandro? ¿No saben algo?
Walther:
Lo siento, no sé sobre eso …
Riccardo:
Sobre el capo, sí. De eso también estoy seguro... desde que escuché la noticia
de la fuga de la prisión, no he escuchado ningún otro rumor.
Landolf:
Creo que escuché algo. Escuché que alguien estaba tratando de matarlo... y que
escapó sigilosamente... Ah, lo siento, eso...
Joder,
¡¡esto es justo lo que este loco dijo antes...!!
Bakshi:
Jaja, esto empieza a parecer una serie de una revista de misterio, Gian. Unos
pechos misteriosos aparecerán en la próxima semana seguramente.
Todos
los capitanes están desaparecidos... y hasta el jefe está ausente.
¿No
es CR:5 algo por lo que morir?
Mierda.
Mientras pienso en ello, me siento como si estuviera enterrado en el barro bajo
mis pies, desde mi cabeza hasta mi estómago.
Gian:
Entonces … tu …
Me
dirijo hacia el asiático de pelo negro que queda. Miré a este tipo, que acababa
de bloquear mi golpe y que parecía que iba a matarme.
Teshikaga:
Sí …
Miró
el cuchillo torcido y suspiró... tirándolo al barro. Sonriendo.
Éste
es probablemente el más hábil y.…peligroso.
Teshikaga:
Perdón por cortarlo tan abruptamente. No tengo nada que ver con el CR:5 en sí.
En cuanto al flujo de esta conversación, podría decir que … ¿era ese el señor
Giulio?
………..
Teshikaga:
Sería bueno si yo fuera el subordinado de esa persona. Pero ese no es el caso.
Estaba trabajando allí con el señor Riccardo...
Teshikaga:
Trabajé como portador de cargas y como ayudante en las peleas. El resto... hice
el trabajo de pedir a la gente que guardara silencio cuando otros querían que
guardaran silencio.
Riccardo:
Teshikaga … No, no es nada.
Gian:
¿Eres un asesino? ¿Eres chino?
Teshikaga:
No …. Bueno, algo así, no se preocupe por eso.
No
sabía si este tipo asiático estaba hablando de asesinos o de chinos, pero...
solo dije: "Hmph".
Gian:
Joder, que cabrón. Como sea … todas las personas problemáticas se han reunido
...
Bakshi:
Jajajaj, al verlo desde afuera, hace reír.
Gian:
¿Desde tu perspectiva?
Cuando
me harté y escupí ... los cuatro hombres frente a mí, que, por cierto, había
algunos hombres mayores que yo …
Walther:
Eh, disculpe … ¿no es posible? Nosotros … queremos intentar ser como ustedes …
Riccardo:
También se lo pido, señor … Nosotros, ya no tenemos a donde ir.
¡Ni
siquiera yo' Dije enfadado para mí mismo ... y miré a esos cuatro bastardos
espantapájaros otra vez.
Un
sentimiento de impaciencia y una sensación de crisis... ese sentimiento
ardiente que se tragó el miedo desde arriba. Eso es lo que estos hombres tenían
en común.
Yo...
meto la punta de la palanca de neumáticos en el barro.
Bakshi:
Como era de esperar de ti, Gian. Ya tienes subordinados. Y son cinco. Diablos,
si que eres popular. Me siento un poco celoso.
Este
idiota está siendo estúpido deliberadamente. Entiendo que me está provocando y
apoyándome para que no piense demasiado.
Regresé
pisando fuerte por el camino embarrado ….
Saqué
las cuatro bolsas que le había quitado a Santa Rita del montón de basura donde
las había escondido. Lo traje de vuelta ….
Gian:
Dejemos las conversaciones molestas para después. ¿Están de acuerdo? ¿No tienen
alguna queja?
Walther:
¿Eh …?
Antes
de que me hagan cualquier pregunta. Sin preguntar, lancé las cuatro bolsas a
los cuatro espantapájaros que estaban allí.
Riccardo:
Ehm … esto …
Gian:
Primero, necesito que lleven este equipaje. Bueno, vámonos. Síganme.
Landolf:
¿Eh? ¿Eh …? Ehm … ¿yo también?
Gian:
¿Hay alguien que tenga alguna queja?
Riccardo:
¡N-No …! ¡Nadie, señor!
Teshikaga:
~ Gracias ~ Estoy agradecido.
Walther:
Vamos, Landi.
Landolf:
¿E-Eh? ¿Yo también? Bueno, yo …. Uh …
Bakshi:
¿Nm? ¿Qué pasa chico guapo? En cualquier caso... puedes simplemente tomarlo y
huir, ¿no?
El
rostro de Bakshi se contrae como sonreiría un reptil... y mira a Landolf. El
hombre que era visto... supo que ya era inútil.
Landolf:
¡N-No …! ¡Iré, iré!
Y
así... de un callejón oscuro en el centro, un camino embarrado rebosante de
aguas residuales... los dos hombres y otros cuatro hombres se fueron.
Ellos,
ahora fueron ingresado en la ciudad de Daivan como miembros de la pandilla, Dog
Grave....
………………………………………………………………………………….
Salgo
del casco antiguo y con Bakshi, tomo una calle donde los faros de los coches
que pasan parpadean bajo la luz de las farolas.
En
lugar de deambular por el oscuro casco antiguo, es mejor quedarse aquí en un
lugar tranquilo sin tener que ser denunciado a la policía.
Recuerdo
las calles de Daivan, que aún están grabadas en mi memoria de hace unos años… o
mejor dicho, de mi vida de poco más de 20 años …
Camino
….
Ah.
Mierda, joder.
A
primera vista es una ciudad que no ha cambiado en absoluto.
Estaba
un poco amargado y deslucido... pero, aun así, este era el Daivan que conocía.
Al menos la capa superior de piel permaneció sin cambios.
Detrás
de nosotros caminan cuatro personas, acompañadas de los pasos de estos mismos.
Lo
puedo decir sólo por el sonido de los pasos. La ansiedad aparece de repente.
Les
dimos a esos tipos la bolsa que me dieron en la iglesia ...
Walther:
¿A dónde vamos? Hemos caminado bastante.
Riccardo:
Si continuamos por este camino, estaremos en el centro de la ciudad. Si pasamos
por allí, llegaremos al puerto... El refugio del señor puede estar
inesperadamente cerca.
Landolf:
Más importante que eso …. Esta bolsa … pesa. ¿Qué es lo que habrá dentro?
Teshikaga:
Tal vez haya un cadáver. Quizás nos estén obligando a ayudar a tirarlo en el
puerto... y luego silenciarnos ....
Landolf:
P-Para con eso ….
Walther:
Por dios, Landy. Si es tan pesado, deja de cargarlo ya, y solo llévate lo que
hay dentro.
Landolf:
Esta bien … Si vendemos esto ganaremos unos cinco dólares.
Riccardo:
Si es que se vende.
Los
gánsteres que nos seguían a Bakshi y a mí hablaban en murmullos y con ansiedad.
Simplemente los ignoré y seguí adelante...
Si
continúas por este camino, llegarás a una zona de entretenimiento. Todavía era
tarde, así que todavía había algunas tiendas abiertas, y las luces y las luces
de neón de los puestos me llamaron la atención...
Al
mismo tiempo, los olores de varios platos que salían de las puertas abiertas y
de los ventiladores, tentando a los hombres que pasaban, me hacían cosquillas
en la nariz y el estómago.
Landolf:
Tengo hambre.
Riccardo:
Cállate y camina. Todos tienen hambre.
Detrás
de mí, se escuchó un murmullo. Miré algunos puestos y pasé junto a ellos. Y
entonces ....
Ah,
cabrón. Todavía está aquí ...
Sentí
tanta nostalgia que dejé escapar un suspiro. Me detuve cuando vi un puesto con
sillas y mesas esparcidas en la calle sin permiso.
Bakshi:
¿Nm? ¿Es un puesto que conoces, Gian?
Gian:
Sí. Sería un fastidio que el anciano del puesto me reconozca. En fin, da igual.
Escuchen todos, siéntense.
Es lo
que llamarías un restaurante nocturno que está abierto toda la noche. Esta es
una tienda bastante próspera que atiende a los bastardos que se cuelan en el
distrito de entretenimiento desde aquí, así como a las mujeres y hombres que
trabajan allí.
Por
lo que recuerdo era un puesto en el que me costaba encontrar una mesa vacía a
esta hora del día. En este momento no hay clientes en este lugar.
Pero...
el exterior de la tienda es una mierda, y sigue siendo el mismo. Las cortinas
de la bandera nacional roja, verde y blanca se mecían con la brisa nocturna.
También se incluyó la bandera estadounidense.
La
tela tricolor y el olor a comida flotando en el aire... El nombre del
restaurante, "Gamba", y un cartel con una huella de pisada
proclamaban que se trataba de un restaurante italiano.
Gian:
Oiga, chicos. Siéntense donde quieran.
Landolf:
S-Sí …
Los
pandilleros tenían cara de "¿Qué?" Pero el hombre más grande miró a
todos en silencio, se sentó en una silla y todos bajaron sus traseros con
cautela.
Bakshi:
Debería haber coca cola aquí. Gian, si hay una que no esté fría, la pediré.
Gian:
¿La quieres tibia? ¿Por qué? Que fastidio.
Mientras
yo refunfuñaba, un anciano salió del interior de las gradas y miró a seis
clientes sentados en una mesa vacía.
Esa
cara … ah, como lo supuse. No importa cómo lo mires, no nos parecemos a
personas decentes sentados ahí, así que no es de extrañar.
Dueño
de la tienda Gamba: D-Disculpen, señores …
En el
pasado, era más como un padre rudo. Pero esta noche ... Oh, maldita sea. No
importa cómo se mire, él es sólo un pobre dueño de una tienda que tiene miedo
de la tierra que lo rodea.
Dueño
de la tienda Gamba: Los impuestos ya se pagaron la semana pasada... estamos
bastante ajustados.
Gian:
No estamos cobrando impuestos. Somos clientes, solo clientes.
Agité
mi mano y saqué el dinero de antes, y luego busqué a tientas para sacar una
moneda del paquete que había dejado en mi bolsillo.
Luego
mostré un billete de cinco dólares. Señor, estás de suerte. El dueño de la
tienda se sorprendió al ver el rostro del presidente Lincoln. Al mismo tiempo,
me miró...
Dueño
de la tienda Gamba: ¿E-Eh? Ehm … ¿son clientes …?
Gian:
Eso es lo que le he estado diciendo. ¿No ha cambiado la especialidad aquí?
¿Sándwiches de tocino y pollo que son tan gruesos como las suelas de los
zapatos?
Dueño
de la tienda Gamba: S-Sí, incluso la ensalada sigue siendo la misma …
Gian:
Tráeme suficientes sándwiches para cada uno de nosotros y un poco de
ensalada... espolvoreada con vinagre y sal, suficiente para alimentar a las
vacas. Ah, y también ...
Gian:
También tráenos alrededor de una docena de cervezas. Y si tienen Coca-Cola
frías, traiga tres botellas. Eso es todo por ahora.
Dueño
de la tienda Gamba: ¡S-Sí! Ah, ehm … disculpe, señor … Si solo tiene un billete
de cinco dólares, bueno, no creo que sea suficiente solo pedir eso ...
Gian:
No te preocupes, comeré todo lo que alcancé con eso. Quiero comer pronto, no he
comido nada desde la mañana.
El
dueño parecía decidido y se dirigió hacia la tribuna. A su vez, un niño
mexicano que vestía un delantal sucio estaba siendo instruido. (O-O vaya,
no esperaba que llegara a salir algún personaje de mi país lol)
Niño:
S-Señor ….
Trajo
una bandeja de cervezas frente a nosotros con una expresión hosca y preocupada
en su rostro. Y sosteniendo una botella de Coca-Cola polvorienta...
Bakshi:
Oh. ~ Esas van aquí ~
Con
una mano como un polipasto, Bakshi arrebata tres botellas de los brazos del
niño. Antes de que el niño pudiera encontrar el abridor de botellas …
Bakshi
le quitó la tapa solo con el pulgar... y, el niño observó hipnotizado como si
nunca lo hubiera visto antes mientras la espuma desbordante manchaba sus
dedos. Y …
Bakshi:
Fuh ~ Oh, que desperdicio. Nmm … fuuuh … (Aquí sonidos de lamidas)
Ah ….
Mierda.
Al
ver esa expresión en la cara de Bakshi, siento que la he visto antes. Cierto.
Fue en aquel momento. Maldita sea. ¿Por qué está bromeando en un lugar como
este?
Gian: Mierda, tomen.
Walther: ¿Eh?
Trato
de ocultar mi vergüenza... Maldita sea. Voy a abrir un montón de cervezas y dársela
a todos para que se emborrachen, tanto que no sabrán distinguir sus manos de
sus rostros.
Riccardo:
E-Ehm, señor. ¿Nos va a dar de comer?
Gian:
¿Hah? ¿Qué estás diciendo ahora? Se han vuelto nuestros subordinados, ¿no? Los
haré trabajar mucho a partir de ahora.
Gian:
Si no les diera de comer, no tendrían energía. Anda, bebe. Brindemos.
Descorché
mi cerveza... (Lo hice adecuadamente a diferencia del maldito de Bakshi)
Levanté la botella para que se derramaran las burbujas.
Gian:
¡Por el jodido Daivan! ¡Salud!
Walther:
¡Q-Que aproveche …!
Riccardo:
¡Muchas gracias!
Landolf:
S-Salud …
Teshikaga:
Ah … estoy agotado. Que felicidad, Santa María.
Mientras
los chicos decían algo... recordé lo hambriento que estaba y lo dolorido que
tenía la boca y la garganta.
Gian: Guh, guuh … nm …. Aaah. Chicos,
destapen el resto y tómenselo sin restricción.
Walther:
¡Sí, muchas gracias!
Vacíe
la mitad de la cerveza de una vez. Joder, estoy llorando. Deliciosa. Incluso si
Daivan ha cambiado, esto sigue sabiendo igual.
Bakshi:
Ah ~ La coca cola esta deliciosa ~ El tipo que inventó esto debería recibir un
premio. O conseguir que le den todos los vales que desee.
Gian:
¿Eres idiota? Incluso si no hicieran eso, esa empresa seguiría ganando mucho dinero...
Mientras
Bakshi y yo nos quejábamos de la carbonatación y la dulzura de la coca cola...
esta vez, el niño mexicano nos trajo la especialidad de la tienda, un sándwich
enorme, en una bandeja enorme.
Esto
tampoco a cambiado nada. Diablos.
El
niño iba y venía varias veces, y frente a nosotros... se alineaban sándwiches
con muchos ingredientes, la grasa del tocino asado hacía un sonido burbujeante.
Tocino
grueso asado con sal y pimienta. Pollo a la plancha teñido de rojo con ajo y
tomate. El pan grumoso que lo contenía.
Walther:
Ah, esto es delicioso ¿verdad?
Riccardo:
Sí, es sabroso …
Gian:
Muh … muh … nm … Si no le es suficiente con esto, pidan más.
El
anciano del puesto trajo un montón de ensalada y el niño se turnó para entrar a
la tienda con un cuenco abierto y una botella vacía.
Dueño
de la tienda Gamba: Caballeros. Tenemos muchos materiales, así que no duden en
utilizarlos.
El
rostro del señor, que había estado tenso hasta hace un momento, brillaba, como
si le hubieran empapado muchos billetes de un dólar. Pareciera como si
estuviera en una burbuja de dinero. El poder del dinero ha vuelto a mí.
Gian:
Viejo, una cerveza, y agrégale algo de coca cola tibia.
Dueño
de la tienda Gamba: Sí. Muchas gracias.
Los
cuatro bastardos de antes parecían al menos aliviados... todos estaban tragando
sándwiches como hombres desempleados que habían esperado en fila durante cinco
horas en el comedor de beneficencia del Ejército de Salvación.
Gian:
Si que comen bien.
Riccardo:
Nm, guh … lo siento. No hemos comido nada desde ayer.
Walther:
Nos ha salvado …
Que
Idiotas... Me aseguré de que la calle estuviera vacía. Miro hacia el oscuro
cielo nocturno y organizo mi mente.
He
conseguido munición para la guerra. También cuento con el recurso actual. Son
unos chicos tontos, pero los cuatro son como unos secuaces por así
decirlo. Ahora lo que queda son ... ¿las
armas? ¿un escondite?
Gian:
Esto no tiene fin …
Bakshi:
¿Nm? ¿Los planes para la pelea?
Incluso
este tipo me entiende. Es un poco vergonzoso que me está haciendo enojar.
Maldita sea, ¿por qué soy así?
Aparto
la vista del sucio cielo nocturno, donde apenas puedo ver estrellas... hacia
las calles más sucias de arriba. Frente a mí están los hombres extraños con el
estómago lleno.
Gian:
Estaba olvidando lo más importante en una pelea.
Walther:
¿Eh ...? ¿Lo más importante en una pelea …?
Gian:
El oponente, chico nerd.
Walther: …. Soy Walther, Walther Neuter.
Ups.
Este tipo tiene más coraje de lo que parece. Este es un recurso sorprendentemente
útil.
Gian:
Lo sé. Bien. Walther, Riccardo, Randolf, y …. ¿Reshikaga …?
Landolf:
Ehm … soy Landolf …
Teshikaga:
Soy Teshikaga. Si le cuesta trabajo pronunciarlo puede llamarme como guste.
Gian:
Te shi ka ga, ¿verdad? Bueno, chicos …
Riccardo:
Sí …
Gian:
En esta ciudad... en Daivan ahora mismo, ¿dónde está el lugar más molesto? Y, ¿quién
es el tipo más molesto?
Al
oír mi voz, los cuatro quedaron atónitos y no supieron que decir.
Gian:
Es extraño tener a un montón de desconocidos haciendo lo que les plazca. Y aun
es más extraño no tener a un enemigo en concreto. ¿A quién quieren matar?
¿Dónde quieren quemar?
Gian:
Si gustan … podrían ser sus antiguos jefes, los capitanes del CR:5 ….
Walther: ¡¿Eh?! ¿L-Los comandantes …?
Por
supuesto, eso es lo yo estaba pensando... Voy a esperar las respuestas de estos
chicos, mientras soporto las ganas de escupir maldiciones.
Hoy,
aquellos que han estado aquí durante mucho tiempo deberían tener un vaso de
odio más lleno que Bakshi y yo que acabamos de llegar a Daivan.
Gian:
Díganlo. ¿Por qué no expresan su odio? No les dejaré no decir nada. Escucharon
lo que dije antes, ¿no?
Gian:
En aquel momento, ustedes ya …
Levanté
mi dedo índice derecho y apunté al suelo mientras rápidamente cortaba una línea
horizontal. Cuatro ojos siguieron esa línea...
Gian:
Están de este lado de la línea. Díganlo, idiotas.
Riccardo:
¡!
Ante
mi voz … escuché el sonido de un trago que sonó como si no hubiera nadie más
allí. Y ...
TRADUCCIÓN
AL ESPAÑOL POR: SAKURADA DI
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