viernes, 14 de octubre de 2022

Paradise (Mitsugi) #28


Mi conflicto está el viento que sopla, sin sonido, mientras tanto, Mitsugi me mira por encima del hombro como si nada.

 

 

Las luces oscilantes hacen que los músculos desnudos de su cuerpo se destaquen...

 

 

Solo el hecho de que ambos brazos, que parecían haber sido bajados a la ligera, estaban rígidos e hinchados, me dice que se le ha puesto un poder considerable.

 

 

Los vasos sanguíneos flotaban a los lados de esos brazos blancos que estaban ligeramente levantados.

 

 

Pensé que era delgado, pero cuando lo miré de nuevo, no era tan delicado como para no ser confiable como pensé.

 

 

Azuma: Ha …

 

 

Estoy disgustado conmigo mismo mirándolo así sin permiso, repensando mis pensamientos sin permiso y emocionándome sin permiso.

 

 

Pero …

 

 

A menos que sea realmente insensible, debería saber lo que estoy tratando de decir, pero la razón por la que no me ha dicho algo es porque seguramente siente lo mismo que yo.

 

 

Tal vez no soy el único emocionado aquí.

 

 

Mitsugi: ….

 

 

No puedo ver sus ojos que deberían estar detrás de ese cabello que oculta los costados de su cara.

 

Eso me hace preguntarme si tendrá la misma expresión que yo en su rostro.

 

 

Tal vez no soy el único que está pasando por una situación tan incómoda.

 

 

Tengo expectativas tan desesperadas.

 

 

Azuma: Ha … haah …

 

 

Levanté la mirada, que había caído debido al impulso de mi exhalación.

 

 

Para contener el deseo de correr y morderlo en este momento, aprieto los dientes provocando un ruido.

 

 

Mitsugi: ….

 

 

En medio de mi visión borrosa, cubierta de oscuridad y luz, se encontraba un pálido Mitsugi en silencio.

 

 

Podría estar observando como actuaré o tal vez, este esperando que le de una respuesta.

 

 

Azuma: Ah …

 

 

Una voz rasposa salió de mi boca.

 

 

Ah, ya no puedo.

 

 

No quisiera decir algo como esto.

 

 

Y no importa lo bien que se sienta el sexo, odio a Mitsugi.

 

 

Ojalá se muriera.

 

 

Azuma: Tu … también … nuh …

 

 

Gotas de agua caen del flequillo que ha absorbido el sudor de mi cabeza hasta el límite.

 

 

El empeine de mi puño tembloroso, que sigue ejerciendo fuerza, repiquetea.

 

 

Azuma: ¿Te gustaría … que entráramos juntos … al baño …?

 

 

¡Ah …!

 

 

Se lo dije.

 

 

Mitsugi: ….

 

 

Los hombros de Mitsugi se sobresaltaron.

 

 

No fue por arrepentimiento lo que me hizo apresurarme a decir eso, sino un impulso irreversible.

 

 

No se mueve mientras mira hacia atrás.

 

 

Es frustrante y me vuelve loco.

 

 

Rápido. Date prisa y ven. Déjame tocarte rápido. Maldito bastardo.

 

 

Si no lo haces, comenzaré yo.

 

 

Azuma: Fuh … nuh …

 

 

De los espacios en mis dientes apretados, mi aliento turbio se escapaba como una bestia.

 

 

Mitsugi: ….

 

 

El cuerpo endurecido de Mitsugi se relaja como si las llamas se extinguieran.

 

 

Su perfil inclinado, una boca que forma la primera letra de una palabra, iluminada poco a poco por la luz...

 

 

El sonido de las plantas de mis pies golpeando el suelo frontal atraviesa el techo.

 

 

Azuma: ….

 

 

Su cabello largo que se balancea con el viento, los brazos largos sobresalen.

 

 

Contempla mi cara.

 

 

Mitsugi: Entraré.

 

 

Lo que pude ver antes de que su palma abierta de par en par tocara mi cara fueron unos ojos muy abiertos, húmedos y de color azul profundo.

 

 

Azuma: ¡Gah!

 

 

Su palma se estrelló contra mis ojos y mi cuello se echó hacia atrás.

 

 

Azuma: ¡Nug … aahg …!

 

 

Estaba a punto de perder el equilibrio cuando pisé la ropa esparcida con mis talones conteniendo el impacto, pero unos brazos rápidamente se envolvieron alrededor de mi cintura y me detuvieron.

 

 

El aroma del sándalo llena mi mundo.

 

 

Es un aroma que me vuelve loco.

 

 

La maldición que Mitsugi me lanzó el día que nuestros ojos se encontraron por primera vez.

 

 

Mitsugi: Mn …

 

 

Azuma: Nuh … ah … hah ….

 

 

Mitsugi: Ha …

 

 

Un objeto duro y blando devoraba alternativamente mi garganta que estaba irresistiblemente tensa por el jadeo.

 

 

Azuma: Uhh …

 

 

Coloco mis dedos en la mano que cubre mis ojos y presiono lo suficientemente fuerte como para que la punta de mis uñas se clave en ella.

 

 

No hay ninguna razón por la que quisiera dejarlo ir.

 

 

Pero de repente, mis ojos se abren.

 

 

Azuma: ¡!

 

 

Esta vez, su mano llego a mi garganta, agarrando mi barbilla, y la imagen residual de un paladar completamente abierto corrió a un lado de mis ojos.

 

 

Azuma: Ngh …

 

 

Mi cuello estaba inclinado en un cierto ángulo, mis orejas estaban siendo mordidas, y sus cinco dedos sujetaban mi hombro que se había levantado involuntariamente.

 

 

Mitsugi: Nm … anm … contigo …

 

 

La boca que mordía el lóbulo de mi oreja con sus dientes me susurra en el acto.

 

Mitsugi: En realidad, no se puede evitar ser improductivo. (No pude entender mucho a lo que Mitsugi se refiera aquí jeje)

 

 

Una voz áspera penetró mis tímpanos y fue succionada por el entumecimiento de mi abdomen inferior.

 

 

Azuma: …. Ah …. su… supongo … que no ….

 

 

Ya sea fanfarronería o sexo, entre este chico y yo, siempre hay nada más que intimidación improductiva.

 

 

Azuma: Pero … no hay de otra … ¿no ..?

 

 

Se suponía que empujaría hacia atrás el pecho de este bastardo con mi mano extendida, pero en su lugar agarré su cabello y lo atraje hacia mí.

 

 

Mitsugi: No se puede evitar.

 

 

Mitsugi miró a la persona quien había tirado de su cabello, pero rápidamente desvió la mirada y puso su boca en mi hombro.

 

 

El cabello frío y seco se desliza por mis mejillas y mi cuello mientras mi cabeza se mueve salvajemente por los besos de Mitsugi en mi hombro.

 

 

Azuma: Ah … nm …

 

 

Entierro la nariz en el cabello entrelazado con mis dedos.

 

 

Que agradable aroma. Me gusta este aroma.

 

 

Pero detesto a Mitsugi.

 

 

Mitsugi: Es tu culpa.

 

Azuma: ¿Hah …?

 

 

La punta de su lengua se asoma por un lado de su rostro deslumbrante.

 

 

Mitsugi: Cada vez … cada vez … nmuh … mn …. Al punto de llegar a vomitar.

 

 

Mordiéndome el cuello y la oreja, la feroz boca se convirtió lentamente en un movimiento cálido y suave.

 

 

Sus labios fríos descienden desde debajo del lóbulo de mi oreja a través de las branquias mientras muerde el músculo abultado debajo de ella.

 

 

Azuma: Nm … uh …. mira quien lo dice …. Unm … me sorprende que digas eso …

 

 

Mi cuerpo tiempla al sentir el hueco de mi clavícula siendo perforada por sus dientes. 

 

 

Mitsugi: Muh … mn … no entiendo lo que dices.

 

 

Los labios colocados sobre mi piel me hacen cosquillas cada vez que habla.

 

 

Azuma: Aah … es que … es así … ¿no …?

 

 

Antes de darme cuenta, una de mis manos rodeó la cintura de Mitsugi y agarró su cinturón.

 

 

El cabello que estaba envuelto alrededor de mis dedos se deshacía en el aire.

 

 

Azuma: El que me …

 

 

Los párpados entreabiertos de Mitsugi me atrapan.

 

 

Azuma: El que me hizo así … fuiste tu …

 

 

Mitsugi: ¡!

 

 

De repente, una mano rodeó el escote de mi camisa y lo jaló violentamente hacia abajo, y las mangas de la misma fueron arrancadas de ambas muñecas con un impulso como si estuviera dispuesto a rasgarlas.

 

 

El área del pecho de mi camisa está levantada y me veo obligado a quitármela de la cabeza.

 

 

Azuma: Ah … puh …

 

 

Mi cabello despeinado cubre mis ojos.

 

 

Sacudí la cabeza y sequé mi flequillo de mi vista.

 

 

Mitsugi: Fuh, esa …

 

 

El mentón duro de Mitsugi perforó mi hombro después de tirar mi ropa sobre la montaña de basura.

 

 

Mitsugi: Esa es mi línea. 

 

 

Azuma: Uh … ja … ja …

 

 

Mitsugi no me culpó por reírme.

 

 

Azuma: Como lo supuse … es improductivo …

 

 

En cambio, él ….

 

 

Mitsugi: Eso es lo que dije, ¿no?

 

 

Bajó las pestañas y desvió la mirada como si se quejara.

 

No importa cuánto tiempo tome, no pueden evitar dar vueltas en círculos.

 

 

Sin avanzar. Sin progreso. No se rinden el uno al otro y no se mueven de su posición actual. 

 

 

Conversando en la orilla opuesta, atrapados sin escape.

 

 

Mitsugi: Desnúdate. 

 

 

Una voz rastrera rompe el aire relajado.

 

 

Sea ha vuelto loco.

 

 

Recordé el momento en que hicimos algo similar al sexo anteriormente.

 

 

Azuma: Ha …

 

 

Metiendo mis dedos en el cabello alrededor de su nuca, también muerdo la garganta de Mitsugi.

 

 

Mitsugi: Nuh ….

 

 

Puedo sentir su tensión a través de mis dientes.

 

 

Mitsugi también dijo que se sentía bien hacerlo conmigo, o algo así antes.

 

 

No soy el único raro.

 

 

Azuma: Nm … aahm ….

 

 

Mientras clavaba los dientes en la fina capa de piel, estaba extasiado como si me lo estuvieran haciendo a mí.

 

 

Me pregunto si Mitsugi sentía lo mismo que yo. Odio, irritación y lujuria en igual medida.

 

 

¿No soy el único que siente la necesidad de comérselo todo?

 

 

Por eso ni tú ni yo podemos detenernos.

 

 

Azuma: Num … mejor que desnudarme… sería mejor que te desnudara a ti …

 

 

Enrosqué el dedo que estaba enganchado en la hebilla en el espacio entre el cinturón y los pantalones.

 

 

Mitsugi me miró y dejó escapar un pequeño suspiro.

 

 

Sin detenerme.

 

 

Mitsugi: Entonces, date prisa … ¿cuánto tiempo planeas mantener la olla caliente? (Esa “olla caliente” se podría malinterpretar 7w7)

 

 

Azuma: Nm … ah … fuah … jaja …

 

 

Mitsugi: No te rías.

 

 

Azuma: Sí, sí, sí, re refieres a la olla que puse a calentar. Se me había olvidado.

 

 

Mitsugi: ¿Planeas incendiar mi cabaña?

 

 

Azuma: Cállate … nunm …. 

 

 

Con los dientes en su garganta, aflojé el cinturón del pantalón de su traje con mis dedos calientes.

 

 

Cuando abrí la cremallera y junté la ropa y los pantalones y los bajé hasta sus muslos, el peso del cinturón los hizo caer.

 

 

Cuando Mitsugi mueve sus piernas para quitarse los pantalones, la hebilla hace un sonido de raspado en el suelo y la prenda cae por sus tobillos.

 

 

Mitsugi: Uh … nh …

 

 

La mano de Mitsugi, que había sido raspada por la cremallera, con dificultad, entró en su ropa interior como si se quejara, agarrando el contenido dentro.

 

 

Azuma: Nuh … guh …

 

 

Cuando dejé de moverme debido al dolor, Mitsugi torció su cuerpo, empujó hacia abajo la prenda en mis piernas que estorbaban para conectarse con las de él, y me miró fijamente.

 

 

Mitsugi: Levanta las piernas.

 

 

Azuma: Hah … ha … nha …

 

 

Como le dijeron, levantó alternativamente sus piernas y pisó la prenda en consecuencia, y su pantalón fue pateado espectacularmente lejos.

 

 

 

Luego, mientras me sujetaba por la cintura, me condujo hacia el baño.

 

 

Azuma: Parece como si estuviera siendo cuidado.

 

 

Mitsugi: Los cuidadores por lo general están vestidos, ¿no?

 

 

Enseguida, fui empujado primero dentro de la bañera, luego vertió agua caliente de la olla en ella provocando que saltara.

 

 

Azuma: ¡Waaah! ¡Eso es peligroso!

 

 

Mitsugi: Estorbas.

 

Azuma: Lo has dicho demasiado tarde … ¡buuh!

 

 

Esta vez, me echó agua fría sobre mi cabeza, haciendo que me agachara.

 

 

Azuma: ¡Buuh … aaah …!

 

 

Hizo esa acción varias veces.

 

 

No tengo tiempo para abrir los ojos.

 

 

La temperatura del agua del río que vertí no era lo suficientemente cálida, pero era mejor que el agua en la que suelo bañarme.

 

 

Aunque no creo que sea una buena idea que me echara agua de esa manera directamente sobre mi cabeza.

 

 

Azuma: ¡¿Qué te pasa?! ¡Esto es duro!

 

 

Mitsugi: Estás sucio, así que te lave.

 

 

Azuma: ¡Pero si solo me echaste agua!

 

 

Mitsugi: No te quejes. Eso es suficiente por ahora.

 

 

Mientras me limpiaba la cara con la palma de la mano, Mitsugi se cubrió la cabeza con agua tibia y se enjuagó el cabello.

 

 

Puso la tapa en la taza del inodoro, se sentó sobre ella y me miró.

 

 

Mitsugi: ¿O debería lavarte el cabello y el cuerpo primero? Estando en ese estado.

 

 

Diciendo eso, señala la parte inferior de mi cuerpo con la barbilla.

 

Azuma: ….

 

 

La voz reverberante acarició mi piel, elevando la temperatura de mi cuerpo.

 

 

Olvidé por completo ocultar esa parte de mi cuerpo, pero ahora se refleja en el espejo tan fácilmente.

 

 

Cuando lo miré tímidamente, no había excusa para ello, y me sonrojé.

 

 

Aunque no puedo manejarlo, simplemente no puedo dejarlo tal y como está.

 

 

Además, estoy tan húmedo que no puedo evitar estar impactante.

 

 

Azuma: …. no …

 

 

Ahora, me sentía cómodo al aceptar sinceramente el estado de mi cuerpo.

 

 

Mitsugi: Entonces, ven.

 

 

Miré la entrepierna del bastardo que estaba sentado pomposamente sobre la tapa de la taza del baño.

 

 

Ese bastardo … estaba erecto. 

 

 

No estaba tan mojado, pero su dureza era igual a la mía.

 

 

Azuma: ….

 

 

Mitsugi: …. 

 

 

Tuve un momento de duda acerca de salir de la bañera, pero una vez que comienzo a caminar, todo se efectúa de manera rápida.

 

Cuando el hombre estaba a mi alcance, la palma de Mitsugi naturalmente me da la bienvenida.

 

 

Azuma: Nm … an …

 

 

Me tapé la boca con el dorso de la mano, de la que se escapó una dulce voz desde que esa palma me agarró.

 

 

Mitsugi: ….

 

 

Se siente tan bien que siento que mi cintura se va a derretir solo porque no tengo nada de ropa puesta.

 

 

Azuma: Muévete … rápido …

 

 

Mitsugi: No me des órdenes.

 

 

De repente me frotaron de arriba abajo, y todo mi cuerpo se puso rígido.

 

 

Azuma: ¡Ah … aaah …. Aaaaaa!

 

 

Como me sorprendió y porque de repente me dieron el estímulo que siempre había querido, no pude controlar mi voz.

 

 

Mitsugi: Tu voz suena mucho ….

 

 

Azuma: Ah … nuh …. No puedo … evitarlo … aaah ….

 

 

Mitsugi veía a su propia mano repetir esa misma acción.

 

 

No ….

 

 

Cada vez que frotaba mi miembro, miraba seriamente lo que se filtraba desde adentro de él.

 

 

Azuma: Ah … haaah …. Aaah ….

 

 

Esta viendo como lo estoy sintiendo tanto.

 

 

Mitsugi ….

 

 

Él es la última persona en este mundo que me gustaría que viera este lado mío.

 

 

Azuma: Ah, ah, ah …. Aaaah … nuh ….

 

 

No puedo evitar sentir la muñeca que estaba moviéndose hacia arriba y hacia abajo.

 

 

Mitsugi: ¿?

 

 

¿Notó que mi boca suelta temblaba como si fuera a decirle algo? Aflojando ligeramente la fuerza aplicada, Mitsugi levantó la vista con sospecha.

 

 

Azuma: Kuh …

 

 

El sonido de la mucosidad húmeda que se revuelve queda atrapado en las grietas de mi respiración áspera.

 

Pareciera como si ese sonido lo estuviera hipnotizado y solo podía pensar en el placer.

 

 

El cabello rubio mojado y desaturado simplemente se deslizo sobre aquellos hombros y eso provoca que casi me corriera.

 

 

El techo, que no debería haber estado lleno de vapor, se veía nublado.

 

 

Azuma: Ah … aah …. Iaaah … se siente tan bien …

 

 

Un poco de saliva se derramó por la comisura de mi boca jadeante, distorsionando el aire de forma antiestética.

 

 

Mitsugi: ….

 

 

TRADUCCIÓN AL ESPAÑOL POR: SAKURADA DI

 

 

 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Buscar este blog