¡FELIZ DIA DE MUERTOS!
Para festejar esta época de muertitos, les traigo la siguiente parte de este juego, escena donde hay bastante sangre 7w7.
¡A disfrutar!
Capítulo 1 – Frase
Ikuina:
Lo que más deseo, es ver las cicatrices en la piel de las personas. Para ser
más preciso, quiero ver las cicatrices que están por dentro de ellas.
Ikuina:
Pero no puedo hacer eso, así que traté de lastimarme el brazo, pero no fue
suficiente.
Ikuina,
cruzando ambos de sus brazos estrechados, intenta soportar el dolor invisible
mientras muestra una leve sonrisa.
Ikuina:
Las flores no resisten como los humanos, pero si son dañadas, derramarán
fluidos corporales.
Ikuina:
Sentí como si me estuvieran aceptando, y eso me consoló.
Ikuina:
Pensé que mientras tuviera flores, podría aguantar de alguna manera. Pero, poco
a poco comencé a pensar que eso no era suficiente.
Ikuina:
Además, cuando destruí varias veces las flores, comencé a sentir pena por
ellas.
Una
línea de visión confusa atrapa a Towa.
Ikuina:
Misteriosamente, no pienso eso de las personas. Pensar que sean lastimosas y
sienta pena por ellas. Pero la gente se resiste tanto que no puedo hacerlo bien.
Ikuina:
Estaba pensando en qué hacer todo el tiempo... una manera de tratarlos después
de cortarlos.
Ikuina:
Entonces, pensé que si los curaba después de cortarlos, tal vez podría ser
perdonado.
Ikuina:
Además, en esta ciudad existe el Deathmatch, así que, si alguien llegara a
toparse con gente herida, no le daría mayor importancia.
Ikuina:
Los ojos alrededor del continente son estrictos, así que no podía hacerlo. Por
eso decidí venir a esta ciudad.
Ikuina:
Pensé que no era seguro, pero aun así creí que Shinjinkai tendría más personas
como yo que en el resto del continente.
Hasta
ahí, Ikuina dejó de hablar, exhaló un poco, y apretó sus cejas.
Ikuina:
Mantendré mi deseo por herir a la gente al mínimo, y luego usaré flores en su
lugar... Me he estado engañando a mí mismo para hacer eso... pero ya no puedo
hacerlo más.
Ikuina:
Es insatisfactorio y doloroso, y cuanto más corto a alguien, más crece mi deseo
…
Ikuina:
Fue en ese momento en que te encontré tirado inconsciente en ese lugar por
casualidad …
Ikuina:
Cuando estaba tratando tu herida después de haberte cortado, las vi. Las
cicatrices por todo tu cuerpo.
Ikuina:
Recibí un gran shock que hizo temblar todo mi cuerpo y justo en ese momento me
di cuenta de mi propio deseo.
Ikuina:
Aah, yo …. En verdad deseaba con todo mi corazón lastimar a la gente.
Cortarlas, y ver el contenido en el interior de ellas.
Towa:
¿Fue por eso que me trajiste a esta habitación?
Ikuina
asiente con una expresión de angustia.
Ikuina:
Sí. Solo, que al verte en aquel momento no fue con intención de cortarte. Solo
pensé que me gustaría ver más tus cicatrices.
Ikuina:
Tus cicatrices …. En especial, la gran cicatriz que tienes en medio de tu pecho
…
Ikuina
cierra la boca y traga saliva como si estuviera recordando algo.
Ikuina:
La cicatriz en tu pecho en verdad que era sorprendente. Y pensé, ¿cómo heriste
para dejar tan cicatriz …?
Ikuina:
Después de que te fuiste, mi ansiedad no me dejaba dormir …
Ikuina:
Inmediatamente volví a donde Towa había caído inconsciente y me pregunté, ¿No habrá alguien que conozca
a aquella persona llena de heridas?
Ikuina:
Aunque, en aquel momento no conocía el nombre de Towa-san …
Ikuina:
Un día, conocí a una persona. Esa persona me contó sobre Towa-san, y fue así
que decidí ir a “Roost”.
Towa:
¿Una persona? ¿Quién?
Ikuina:
Eso … lo siento. No puedo decirlo.
Ikuina
muestra una expresión en su mirada que parece de disculpa.
Towa:
¿Fue a propósito que entregaras flores de manera anónima?
Ikuina:
Sí. Solo quería acercarme más a ti, Towa-san. Pero, ¿cómo es que te diste
cuenta que era yo?
Towa:
Por el idioma de las flores. Pusiste mucho sentimiento en ellas.
Ikuina:
Aah … A decir verdad, una parte de mí deseaba que te dieras cuenta.
Ikuina
se ríe un poco tímido.
Towa:
Además, olí el aroma de Absenta en las flores que entregaste.
Ikuina:
¿Absenta? ¿Fue la artemisa?
Towa:
Es el aroma de esta habitación, ¿no es así?
Ikuina:
Así es. Hace mucho tiempo, mi abuela solía cultivar artemisas. Y de alguna
manera terminaron por gustarme. Al oler su aroma, de alguna forma me
tranquiliza.
Ikuina:
Es por eso que hice una bolsita de aroma y esparcí el aroma por todas partes.
Por supuesto, también cultivo esas flores.
Ikuina:
Pero, veo que el aroma es algo que es muy fácil de pegarse. No me había dado
cuenta para nada. Fui descuidado.
Mientras
decía eso, por alguna razón, Ikuina sonreía alegremente.
Ikuina:
Yo, siempre pensé que Towa-san de alguna manera podría llegar a entender mis
sentimientos.
Ikuina:
La imaginación que tenía sobre querer ver las heridas internas de las personas,
fue haciéndose fuerte, al punto que ya no sabía que debería hacer.
Towa:
¿Siempre fuiste así?
Ikuina:
No. Es solo que, cuando era niño recibí un gran shock. Creo que probablemente,
comencé a ser así desde ese entonces ….
Towa:
¿Shock?
Ikuina:
No lo recuerdo muy bien. Pero, al parecer cuando era niño, acuchillé a una
persona una, una y otra vez.
Ikuina:
Estaba aterrado, quería huir, pero … lo que si recuerdo muy bien es toda
aquella sangre roja fluyendo de las heridas.
Ikuina:
Creo que esa acción violenta fue la que me hizo cambiar.
Después
de decir eso, Ikuina respiró hondo y cerró los ojos.
Parece
que está tratando de calmar sus sentimientos. Muerde sus mejillas que se habían
sonrojado y estira sus labios, pareciendo soportar la vergüenza.
Mientras
tanto, Towa miró ligeramente los alrededores.
Hay
pétalos que están esparcidos por el piso y la mesa de la habitación, y la cama
en donde estaba acostado, también había pétalos esparcidos como decoraciones
sobre ella.
Towa:
Hazlo.
Ikuina:
¿Eh …?
Al
escuchar esas palabras, los ojos de Ikuina se abrieron ampliamente como si
estuviera sorprendido.
Towa:
Ya entendí tu deseo. Haz lo que quieras.
Ikuina:
Towa-san …
Ikuina
observa a Towa con una expresión atónita.
Towa
se subió las mangas de una de su camisa y extendió su brazo lleno de
cicatrices.
Cuando
Ikuina vuelve a agarrar suavemente el cuchillo con sus dedos temblorosos,
apunta la punta al brazo de Towa.
Ikuina:
¿En verdad puedo hacerlo?
Se
detiene justo antes de que el cuchillo tocara el brazo, y mara a Towa como si
Ikuina estuviera perdido.
Towa
no respondió nada, solo una leve sonrisa apareció en su rostro.
Las
mejillas de Ikuina estaban fuertemente sonrojadas, y mira el brazo desnudo de
Towa.
Eventualmente,
la hoja del cuchillo fue presionada contra la piel de ese brazo ...
Y de
repente, rasgo la piel.
Una línea roja se extiende sobre la piel y sangra gradualmente, y tan pronto como se ve, se vuelve líquida y se desborda.
Ikuina:
Ah …
La
respiración de Ikuina se acelerada y deja escapar una voz jadeante.
Sintiendo
el dolor de la herida cortada, Towa rió provocativamente hacia Ikuina.
Towa:
Aún no es suficiente, a partir de ahora se viene lo bueno. Vamos …
Para
estimularlo más, empuja más su brazo cortado contra Ikuina.
Ikuina
hundió el cuchillo en la piel sin dudarlo, probablemente porque ya lo cortó una
vez.
El
corte de ahora fue más profundo que el de antes.
Towa:
Ngh …
Towa jadea
ante el dolor punzante.
El
dolor desgarrador de ser cortado directamente, que no había sentido después de
mucho tiempo, es diferente al sexo y la violencia. Este dolor es vívido.
Al
recordar tal sensación, Towa se humedeció los labios con su lengua y los
humedeció.
Ikuina:
Ah, aah …
Se
crea una nueva herida justo al lado de la primera herida, y la sangre se
desborda y se traga la sangre de la primera herida.
El
fuerte olor a hierro se esparce al instante. Ikuina baja el cuchillo y se forma
una gran mancha roja en las sábanas blancas.
Los
pétalos tirados sobre la cama parecen estar flotando en un mar de sangre.
Ikuina: Towa-san …. Towa-san …
Ikuina
llama su nombre como si fuera una cuerda de salvación.
Sintiendo
el hormigueo y dolor en la cabeza, Towa tiró de la herida con su otra mano para
extender la herida en su brazo.
La
sangre roja brillante que pareciera ser falsa brota, y la carne de color rosa
pálido se asoma ligeramente a través de las grietas de la herida.
Ikuina:
Ng ….
Al
ver eso, la garganta de Ikuina resuena.
Lo está
deseando.
Se
comportaba como si fuera una persona que había estado enamorada durante mucho
tiempo y que ahora finalmente decidera aparecer frente a mí.
Lo
que he estado esperando está justo ahí.
Ikuina
tomó suavemente el brazo ensangrentado de Towa y miró el interior de la herida,
abriéndola y mordiéndola.
Mientras
tanto, Towa recogió el cuchillo que había caído sobre las sábanas y cortó la
parte posterior de la mano de Ikuina sin previo aviso.
Ikuina:
¡¿Ngh?!
Ikuina
tira de su mano sorprendido y mira la cara de Towa.
Towa
sonrió sin miedo y lamió un cuchillo empapado de sangre con la lengua.
Towa:
Deja que yo también lo haga. Muéstrame lo que hay en tu interior.
Ikuina:
Towa-san …
Y
entonces, Ikuina parecía como si se hubiera ido volando.
Ikuina:
Espera … Por favor, muéstrame la cicatriz en tu pecho.
Cuando
Ikuina recibió el cuchillo, desgarra con el la camisa de Towa.
Una
gran cicatriz que corre verticalmente en el pecho está expuesta, e Ikuina deja
de moverse como si hubiera sido golpeado por un rayo.
Towa: ….
Towa
llevó su brazo ensangrentado a su pecho y lo frotó para mostrárselo a Ikuina.
La
sangre fresca tiñe de rojo la cicatriz expuesta del pecho.
Ikuina:
Uh …
La respiración
de cada uno es áspera, y se puede ver a través de la ropa que la parte inferior
de Ikuina que esa parte en especial esta abultada.
Sin
embargo, no tenía la intención habitual de poseer mi cuerpo ahora. No estaba
interesado en esos placeres ordinarios.
Quiere
entrelazarse por medio de las heridas.
Tanto
Ikuina como Towa, podían entenderse mutuamente sin necesidad de palabras.
Ikuina
sujeta el cuchillo y pone el filo debajo de la clavícula de la Towa.
Tal
como está, deslizó el cuchillo todo de una vez hacia el ombligo.
Towa:
Hah ….
El
dolor, que es mucho más fuerte que cuando se cortó el brazo, recorre el centro
del cuerpo lo que hace que tenga que respirar profundo.
Una
nueva línea roja emerge junto a la vieja herida y la sangre se desborda.
Ikuina:
Hah … hah …
Ikuina
suspira y lanza el cuchillo, arrastrando ambas manos sobre el pecho de Towa.
Pone
su pulgar en el borde de la herida que acababa de hacer... y la empuja
lentamente para abrirla.
Towa:
Ah, haah ….
Towa
frunció el ceño y exhaló como si jadeara.
Duele.
Es literalmente un dolor desgarrador.
Y eso
está bien.
El
dolor que corta los nervios se convierte en placer en el cerebro.
El dolor
es más cómodo que cualquier otra cosa.
Cuanto
más dolor que directamente lastime su cuerpo mejor.
Allí,
el calor se filtra y sube la intensidad del placer.
Quiero
más dolor.
Quiero
ser enloquecido por el dolor.
Ikuina:
Aah …
Ikuina
abre la herida en el pecho de Towa y deja escapar un suspiro que no es ni de
admiración ni de sensualidad.
Es
posible que los órganos internos no hayan sido cortados tan profundamente como
se puede ver, pero la carne escondida es visible.
Ikuina
temblaba cuando fue testigo del contenido en el interior de la herida con el
que había soñado tanto.
Se
puede ver la carne viva humedecida con sangre.
Ikuina:
Towa-san …. eres hermoso.
Ikuina
murmura eso con un susurro.
Towa
rió con un suspiro turbulento y robó de la mano de Ikuina, el cuchillo.
Ikuina
se quita la ropa que llevaba puesta con una mano apresurada y mira a Towa.
Tal y
como estaban, la punta de sus narices se acercaron tanto que parecían estar a
punto de tocarse, y sus labios se acercan a los de Towa hasta superponerse …
Towa
presionó el cuchillo contra el pecho de Ikuina y lo cortó verticalmente.
Ikuina:
¡Aaaahg!
Ikuina
grita un poco y aprieta los dientes.
La
primera herida nace en aquel pecho limpio, y gotas como lágrimas rojas se
derraman.
Towa
levantó ligeramente la parte superior de su cuerpo y pasó su lengua por la
herida de Ikuina recién hecha.
Ikuina:
¡Duele …!
Lame
la herida de abajo hacia arriba. El sabor de la sangre llenó su boca.
Ikuina:
Uh … uuh …
Ikuina
frunce el ceño, y mientras derrama lágrimas, mira a Towa y sonríe.
La
expresión, que estaba alterada por el dolor y el placer, parecía muy feliz.
Ikuina:
Así hacemos juego, ¿verdad? Me pregunto si quedaremos con la misma cicatriz.
Towa:
Quien sabe.
En
respuesta, Ikuina sonrió profundamente y se amontonó lentamente sobre Towa
hasta cubrirlo con su cuerpo.
Lo
que los conecta es una herida en el pecho.
La
herida recién hecha de Ikuina se superpone sobre las viejas cicatrices de Towa.
Esa
era la clase de conexión que ambos deseaban.
Ikuina: Ah … agh …
Towa: Fuh ….
La
sangre brota y se desliza entre los ambos pechos. Es cálido.
Ese dolor
intermitente también es una señal de vida.
Cada
vez que Ikuina se mueve, las heridas quedan atrapadas entre ellas. Y la
sensación de sentir la carne tierna rozarse era genial.
La
sangre que se desborda sin cesar es cálida y humedece el cuerpo de Towa y de
Ikuina.
Ikuina:
Ah … Towa-san …
Ikuina
toma el cuchillo y lo presiona contra el brazo de Towa.
Cuando
se tira de la cuchilla, se crean nuevas heridas y de ellas, comienzan a fluir
el líquido rojo.
Esta
vez, Towa es que agarra el cuchillo y de igual manera, rasga la piel de Ikuina.
Ambos
se lastiman entre sí, mientras continúan rozando las heridas en sus pechos,
compartiendo un sin fin de dolor.
Ikuina: Towa-san …. Towa-san …
Towa:
Haah … hehehe ….
Towa
se rió porque estaba harto del sangrado y el dolor.
Sus
respiraciones inhaladas y exhaladas están manchadas de sangre.
Algo
toca su mano, que se desliza sobre las sábanas.
Eran
los pétalos de flores dispersos.
Towa
agarró algunos de los pétalos y los dejó caer sobre la espalda de Ikuina.
Los
pétalos caen, se intercalan entre los dos pechos y se frotan, convirtiéndose en
escombros rojos.
TRADUCCIÓN
AL ESPAÑOL POR: SAKURADA DI
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