Daivan – 50%
Bakshi:
Sí. No entiendo nada. Da igual. Oiga, chicos, si estoy por mandarlos a volar,
ríndanse en ese momento.
Landolf:
N-No puede ser.
Estaba
lloriqueando y tenía una expresión determinada en su rostro. A partir de ahora,
su cara parecerá la de un perro recibiendo inyecciones. Tenía una sonrisa
misteriosa en su rostro que estaba llena de la timidez de un joven.
Les
hice una señal a esos secuaces improvisados...
Gian:
Se han vuelto guapos. Pues bien, andando. Síganme.
Walter:
¡Sí!
Bakshi:
¡Hyahya! Bueno, me pregunto cuántos quedarán vivos para mañana en la mañana.
Llevo
a esos bastardos conmigo a través de la oscuridad de Daivan.
Más
profundamente en la oscuridad que derrite mi cuerpo.
…………………………………………………………………………………………………..
Caminando
a través de la oscuridad total que parece filtrarse en mi cuerpo...
Conduzco
a Bakshi y a esos cuatro hombres hacia el edificio al que apuntamos. Entonces,
justo delante del semáforo, me detuve...
Gian:
Sería rápido si tuviéramos todas las armas y soldados necesarios.
Desafortunadamente... eso es todo lo que tenemos por ahora. No hay nada que
podamos hacer al respecto, así que primero realizaremos un ataque terrestre.
Miré
al hombre más grande, un hombre mayor que yo, y señalé con el dedo la fila de
autos estacionados ilegalmente.
Gian:
¿Sabes algo sobre automóviles? En el caso de los automóviles de lujo en
Inglaterra o en otros lugares... a menudo tienen un tanque de gasolina de
repuesto sujeto al exterior del automóvil, ¿no?
Riccardo:
Sí, como los Bentley. O ... ¿Cómo Swarovski?
Gian:
Bingo. Vas a encontrar un auto como de esos ahora mismo y abrirás el tanque de
gasolina.
Riccardo
escucha mi voz, asiente profundamente como si entendiera y desaparece
silenciosamente en la oscuridad como un gato, a diferencia de su enorme cuerpo
y sus enormes zapatos.
Gian:
Está bien. Lo único que queda es... alguien que nos vigile para que no nos vean
y hagamos un escándalo cuando nos volvamos locos...
Teshikaga:
Ah, si ese es el caso, entonces yo.
Gian:
Bien, ve. Una vez que silenciamos al guardia en la entrada, únete a nosotros.
Hasta entonces, no dejes que nadie se acerque.
Teshikaga:
Ok.
En la
oscuridad, la figura de un hombre asiático, que parecía más oscuro que la
oscuridad que lo rodeaba, desapareció como si se fundiera en el aire. Después
de todo, es difícil tratar con los asiáticos.
Les
dije a los dos restantes ...
Gian:
Landolf, tu vas primero. Ve.
Landolf:
¡Sí! ¿Eh? ¿Ehh? ¡¿Yo?! ¡Espere …! Las guardias son todos mafiosos con armas, y
pues …
Gian:
Idiota. Si de repente me armáramos jaleo, sus compañeros probablemente
saldrían. Fuiste echado por ellos ayer, ¿no?
Saqué
al azar un billete de un dólar del fajo que tenía en mi bolsillo y dejé que
Landolf lo sostuviera. Unos cuatro billetes de cinco dólares. Bastardo
afortunado.
Gian:
Déjale saber que quieres vender algo más o lo que sea, solo haz que el guardia
abra la entrada. Después de eso, nos encargaremos de ello... Ve.
Landolf:
Eh, ¿eh? No … ehm … todavía no estoy preparado.
Bakshi:
Si el desempeño es débil, no sobrevivirás. ¿O qué?
Bakshi:
Incluso cuando te follas el coño de una mujer, tienes que mirar el libro de
texto o no tendrás el pene erecto, ¿eres de la nueva era?
Landolf:
Nuh … ¡ya entendí! Ah, no. He entendido.
Landolf:
Entonces, yo iré … En voz muy alta hablaré al guardia. Cuando se abra la
entrada de atrás, ¿quieren que les dé una señal?
Gian:
Ah. Si las cosas van bien, supongo que sí.
quítate esas gafas, y cuando lo hagas, iré.
Landolf
tragó con fuerza. Tomando sólo el baúl, que había atesorado por el resto de su
vida, pasó a través de la fila de autos estacionados ilegalmente.
Y
ahora el que queda …
Walter:
D-Disculpe, yo …
Gian:
Por ahora, vigila los alrededores. Es una misión importante.
Walter:
¡S-Sí!
Gian:
Esas bolsas que dejaron los otros chicos. Probablemente sean pesadas, pero por
favor llévalas todas contigo.
Al
principio, el hombre de aspecto serio parecía vacilante, como si no entendiera
lo que decía... pero sin decir una palabra, recogió las cuatro bolsas con una
expresión sombría en su rostro.
Bakshi:
Si las dejas caer, las consecuencias serán difíciles. Llévalas con cuidado,
Galileo-kun.
Walter:
¡Vaya tamaño! No he hecho nada como esto desde la facultad de derecho... Ok, de
acuerdo ... Lo haré, lo haré.
El
hombre parecía sombrío y murmuraba, como si se hubiera enfrentado a algo del
pasado. Bien, todo está listo.
Primero
que nada... espero que ese tipo haga un buen trabajo.
………………………………………………………………………………………………………
Bakshi
y yo, que estábamos escondidos detrás del auto, y Walter, que se había visto
obligado a cargar nuestro equipaje, mirábamos frente a nosotros. La sombra de
un hombre que lleva un enorme baúl avanza deambulando.
Guardia
1: ¡Oye, espera! Detente. ¿Quién eres?
Landolf:
Ah, s-sí. Ehm … gracias.
De
repente, desde la oscuridad del edificio surgió el sonido de un inglés sucio...
Debajo de la pequeña luz, Landolf había dejado su baúl y estaba inclinándose en
las sombras que no podía ver desde aquí.
Ya
veo, con que es allí …
Bakshi:
Desde allá no nos pueden ver. Vamos.
Bakshi
y yo ni siquiera nos miramos. Nos comunicamos perfectamente... Yo corrí detrás
del auto, Bakshi corrió detrás del edificio.
Walter:
Ah, ehm … yo también.
Gian:
Silencio. No hagas ruido. Venos desde atrás.
Walter:
Ah, sí …
Tal
vez estaba nervioso, pero estaba diciendo pequeñas palabras detrás de mí que no
conocía.
Miré
a Landolf, que estaba dejándose caer...
Me
acerco a él como un gato callejero arrastrándose detrás de un coche. Frente a
mí …
Guardia
2: ¡Ah, bastardo! ¡Eres el bastardo que vino en la tarde! Te dije que no
vinieras. Anda, vete.
Guardia
1: Este no es un lugar para que vengan piojos estúpidos como tú, es un lugar de
reunión social para caballeros. Sal de aquí antes de que te rompan el cuello.
Landolf:
¡Ah, n-no, ehm! ¡Esta vez vine pro otra cosa! ¡Eso de aquella vez fue una cosa
y esta es otra! Bueno … vine a dejar cosas buenas. Por favor entregue este
artículo al gerente aquí.
Landolf:
Ah, cierto. Esto de aquí, je … jejejeje.
Puedes
verlo incluso desde aquí. Landolf, con el rostro cubierto de un sudor
repugnante, saca del bolsillo el billete de un dólar que le entregué.
Guardia
1: ¿Qué es? Oh, hey, hey, hey, tu …
Guardia
2: Vaya, parece que ya sabes como hablar.
Los
gánsteres de guardia salieron de las sombras... bajo la tenue luz, tomaron el
billete de un dólar de la mano de Landolf, lo sostuvieron a la luz y silbaron.
Guardia
1: Hey, ¿qué hacemos?
Guardia
2: El gerente debe estar ocupado. ¿Por qué no llamas a tu hermano y le
preguntas?
Landolf:
Ah, muchas gracias. Bueno, entonces … ¿Podrían dejarme pasar aquí?
Guardia
1: ¿Qué debería hacer? ~ Más importante, tu … deberías usar una ropa más
bonita. Así vestido pareces un proxeneta.
Landolf:
……
Guardia
2: Bueno, está bien. Llamaré al chico de la tienda. Ah, por favor, echa un
vistazo dentro de ese baúl.
Landolf:
Ah, sí. Gracias.
Landolf
se inclinó levemente, su mano temblaba levemente mientras tocaba el borde de
sus gafas. Bien. Todo va bien.
Me
arrastro para acortar la distancia y poder entrar allí. Bakshi está haciendo lo
mismo en algún lugar entre la oscuridad.
O eso
se suponía.
Date
prisa, abre la boca y usa la magia de las semillas de sésamo para abrir la
puerta.
Desde
aquí no se ve la puerta de hierro. Acorté la distancia con un auto más...
Sin
embargo, justo en ese momento.
Walter:
¡Ah! Gian-san …
Mierda,
¡¿un cliente?!
Un
sedán avanzaba lentamente detrás de nosotros, sus neumáticos chirriaban sobre
el camino de grava. Los faros del coche sacuden la sombra de los otros coches.
Mientras
yacía en el suelo en la sombra... Detrás de mí, Walter también estaba acostado
boca abajo, como si tratara de proteger la pila de bolsas, rígido por el
nerviosismo.
El
automóvil se detuvo frente al camino de grava que conduce al edificio... Se
abrieron el asiento del conductor y el asiento trasero de Ford, que había
estacionado ilegalmente el automóvil frente al edificio.
De
allí, un hombre delgado que vestía lo que parecía un traje de mafioso y un
hombre descuidado y con sobrepeso que también parecía un mafioso salieron y
pisaron el camino de grava con zapatos de cuero.
Matón
delgado: Joder. No se puede vivir en este pueblo. Quisiera matar a todos.
Matón
gordo: Eso es lo mismo para mí. Tengo que vengar al hermano Alberto. Fue la
gente de Daivan quien lo hizo, pero...
Matón
gordo: Es sólo cuestión de tiempo antes de que se enteren. ¡Bueno, está bien!
Bebamos esta noche. ¡Por el motivo del funeral de mi hermano y es mi regalo!
Últimamente
he escuchado un acento de Chicago, lo que me hace sentir preocupado cuando lo
escucho. Es un mafioso forastero. Esos tipos están llegando la entrada de la
tienda...
Caminaron
hacia la entrada donde un Landolf desesperado estaba aferrado al suelo, y hacia
los guardias, crujiendo la grava mientras ambos caminaban. Oh no, ¿qué tal si quieren
deshacerse de Landolf?
Pero
la forma en que están apuntando... mierda. Incluso si siguen apuntándolo así...
se nota que no son buenos en eso. Por lo que sí, le disparan un solo tiro,
estará en muchos problemas.
Walter:
¿Q-Qué hacemos?
Gian:
Voy a deshacerme al sombrerero y al tipo que parece huevo. Quédate aquí...
Saqué
el quita llantas que estaba sujeto a mi cinturón y le dije a Walter detrás de
mí. Pero... ¿se podrían silenciar casi al instante...?
Incluso
si lo hiciera, el guardia de la entrada definitivamente me vería. Entonces, la
entrada en ese momento... Mierda, pero …
Si no
enrollamos la cola aquí y huimos, entonces .... Si vamos a hacerlo, ahora es el
momento. Avanzo tratando de hacer el menos sonido posible al pisar la gravilla
debajo de mis zapatos... ¿Y entonces ...?
¡¿Uh?!
Mi
cuerpo, y sus movimientos... se detienen ante la vista frente. Ante mis ojos,
el flaco y el gordo matón, al otro lado de ellos ...
La
suciedad en el suelo parecía temblar y moverse... Vi una sombra negra moverse,
como si allí hubiera aparecido un espíritu maligno... Dejé de avanzar, medio
sobresaltado.
La
sombra negra se movía silenciosamente detrás de los dos mafiosos, quienes no se
daban cuenta de ello, y … de repente, su figura apareció en la oscuridad.
Teshikaga:
Ehm, disculpen.
Matón
delgado: ¿W-Wah? ¿Q-Qué carajos pasa contigo?
Matón
gordo: ¿Qué? ¿Eres un mendigo?
Ese
bastardo … ¿qué diablos piensa hacer?
Teshikaga
... se inclinó hacia ellos y dio unos pasos hacia adelante como una criatura
inofensiva.
Y.…
en sus manos. Al menos lo que puedo ver desde aquí, estaba sosteniendo una
billetera larga de cuero grueso que brillaba incluso en la oscuridad.
Teshikaga:
Disculpe … se le cayó algo.
Matón
delgado: ¿Ah? ¿Se me cayó algo?
Teshikaga:
Se le cayó justamente atrás.
Matón
gordo: ¿La billetera…? Hey, muéstrame eso de inmediato, mendigo.
El
hombre gordo se acercó a Teshikaga con su codiciosa mano extendida... Teshikaga
le tendió su billetera. Pero...
Teshikaga:
Lo que se le cayó … no es esto.
Matón
gordo: ¿Hah? Entonces, ¿qué es lo que se me cayó?
Dijo
con voz irritada, como si estuviera enfadado. Intenta arrebatar la billetera de
la mano de Teshikaga... pero... Justo antes de eso, la billetera cayó
repentinamente en la oscuridad.
Teshikaga:
Es tu vida …
Matón
gordo: ¡Buh … ggug!
Matón
delgado: ¡¿Q-Qué …?!
¡!
Fue
en un instante. La hoja de un viejo cuchillo de cocina, un cuchillo escondido
en una larga billetera, choca con todo al cuerpo del obeso.
El
hombre fue apuñalado en el estómago y en los pulmones con un cuchillo, y antes
de que pudiera siquiera gritar... el cuchillo se deslizó repentinamente fuera
de su obeso cuerpo, que había cedido ante su propio peso.
Al
mismo tiempo, el cuchillo ensangrentado cae de la mano de Teshikaga...
Matón
delgado: ¡J-Jefe! ¡Bastardo …!
Matón
delgado: ¡Guh … uuh!
Más
rápido que un cuchillo ensangrentado que cae al suelo y golpea el camino de
grava... La mano de Teshikaga se lanzó hacia la guía telefónica en su hombro, y
desde allí... fue cortada justo al lado de él.
Teshikaga:
Tu también … cae.
En la
mano de Teshikaga había otro trozo de hierro... mojado con sangre. Lo sostenía
entre sus puños... Parecía un trozo de hierro, pero era la hoja de un cuchillo
de cocina al que le habían quitado el mango.
Después
de que esa hoja sucia cortó ...
Matón
delgado: H-Hi … uuh
Teshikaga:
Cayó.
A un
hombre le cortaron la garganta en línea recta, y mientras un viento silencioso,
como el sonido de una pobre flauta, se escapaba de la herida... le cortó la
garganta y cayó al suelo.
¡¡!!
¡Diablos …! ¿Qué voy a hacer si me quedo atónito por tomarme por sorpresa? Miro
desde el mafioso muerto hasta la entrada.
Guardia
1: ¡¿Guh?! ¡¿Quién es ese tipo?!
Guardia
2: ¡Rodéalo … mierda!
Oh
no, los guardias se están moviendo... Dejé de esconderme y salté de debajo de
las sombras. La distancia entre los guardias es... ¿10 yardas?
Guardia
1: ¡Apártate del camino! ¡Idiota!
Landolf:
¡Wah! ¡Espera!
Landolf
es empujado por los guardias que lo custodian. Esos tipos todavía están mirando
a Teshikaga... ¿Llegaremos a tiempo? Agarro la palanca y corro...
Landolf:
¡Kuh! ¡Gian-san!
Landolf,
quien fue empujado, se arrancó las gafas con las manos... y dejó escapar un
grito bajo. No puedo verla desde aquí, pero la puerta está abierta, ¿verdad?
Y
justo allí …
Guardia
2: ¡Mierda! ¡¿De dónde son ustedes?!
Otro
guardia accionó la bomba de la escopeta que tenía en la mano y, con el sonido
espeluznante de la escopeta al cargarla, saltó.
Guardia
2: ¡Bastardo!
¡Mierda!
Diablos.
La boca de una puta escopeta enorme, un agujero negro como boca de lobo, me disparó.
La distancia es de 5 yardas... no se si pueda esquivarla justo a tiempo...
Bakshi:
¡Ja! ¡Haaa!
Detrás
de mi oreja, Bakshi ladró brevemente. En ese momento … el sonido de una patada
en la grava, luego el sonido de una carrera sobre el concreto resonó.
La
sombra de Bakshi, pateando la pared y corriendo justo a mi lado... más rápido
que la gravedad, esa silueta me llamó la atención.
Guardia
2: ¡¿Q-Qué …?!
Bakshi:
¡Uh, guh!
La
sombra de Bakshi subió por la pared, y su mano… como un tentáculo, voló hacia
el cuello del mafioso que me apuntaba con una escopeta.
Guardia
2: ¡Baag!
La
fuerza y el peso de Bakshi, que voló hacia el cielo, retorció el cuerpo del
hombre y lo envió a volar... El cadáver, con el cuello roto y en un ángulo espeluznante,
voló por el aire.
Landolf:
¡¿Hih?! ¡Waaah!
Bakshi
aterriza con un chorro de grava... y un cadáver cae detrás de él un poco más
tarde.
Bakshi:
Perdón por la espera.
Gian:
¡Bien hecho!
Guardia
1: ¡Q-Qué! ¡Bastardos …!
El
guardia restante estaba a punto de meter la mano debajo de la chaqueta e
intentar sacar su arma, pero… ya era demasiado tarde. Mientras corría, apunté a
su cuello.
Con
su mano todavía en su chaqueta... giré la palanca y su cuello se partió como
pasto seco, y salió volando sin siquiera soltar un grito.
Gian:
Bien. Landolf, ¿estás bien?
Landolf:
Ha, haha, ehm … sí.
La
entrada al edificio era una gruesa puerta de hierro escondida detrás de cajas
de madera y bidones de petróleo, pero estaba abierta. La luz del interior se
filtraba en un ángulo agudo desde la puerta entreabierta.
Bakshi,
que había estado agachado como un gato negro y desconfiado de su entorno, de
repente se levantó. La sonrisa en su rostro me dijo que fue un éxito.
Landolf:
Lo siento, tardé en hacer enviar la señal.
Bakshi:
Buen trabajo. El guardia abrió la puerta para llamar a sus compañeros. Fue un
buen momento.
Recogí
la escopeta que estaba tirada en el suelo y se la lancé a Landolf, cuyo rostro
todavía estaba cubierto de sudor.
Gian:
Tenla. ¿Sabes cómo usarla?
Landolf:
AH, sí. Ehm … ¿voy a disparar con esta?
Gian:
Solo cuando yo te diga que lo hagas.
Después
de dar esa orden… miré detrás de la puerta de hierro entreabierta. Allí… estaba
un pasillo de concreto iluminado por una bombilla en el techo.
No
hay señales de que se haya notado este ataque. Y entonces ...
Bingo.
Desde lo más profundo del pasillo podíamos escuchar sonidos de placer y
ajetreo, un mundo completamente diferente a la oscuridad en la que habíamos
caminado hasta ahora.
Gian:
Muy bien, todo en orden. ¿Qué hay de Riccardo y Walter?
Ante
esa voz mía... Me pregunto cuándo es que ha llegado aquí. Una viscosa sombra
negra se rió y dijo.
Teshikaga:
Ya están aquí. Parece que ninguno de los dos tuvo algún problema.
Gian:
Tu también lo hiciste muy bien. Tu …. ¿tuviste algún territorio?
Teshikaga:
Será que … ¿debo decirlo?
Gian:
Oh, si que sabes hablar. Serás idiota.
En
ese momento, Riccardo llega corriendo, manteniendo sus pasos tranquilos
mientras sostiene una lata de gasolina en sus manos. Y Walter, que parece que
va a quedarse atrapado en un montón de bolsas.
Riccardo:
Aquí está la gasolina.
Gian:
Bien hecho.
Walter:
L-Los guardias …. ¿los han matado?
Walter,
que llevaba bolsas para la cantidad de personas del grupo, decía algo para sí
mismo, como si hablara solo. Independientemente de eso ...
Bakshi
agarró los dos cadáveres de los guardias por el cogote y los arrastró hasta
este lado de la puerta de hierro. Ambos cuerpos tienen la cabeza vuelta de
forma humorística.
Gian:
Teshikaga, esos tipos que acabas de silenciar... tíralos al auto. Walter, ve
también. Date prisa.
Walter:
S-Sí …
Pensé
que algo iba a pasar por su reacción ... pero ese chico serio se apresuró a
adentrarse en la oscuridad con el hombre asiático. Miré de nuevo al fondo del
pasillo...
Gian:
Parece que se la están pasando bien dentro del club. Bueno, ¿lo hacemos?
Lo
pensé durante dos segundos y luego le dije a Bakshi.
Gian:
Todos los ricos que pasan el rato aquí, tendrán que salir y quejarse de quién
arruinó su noche más tarde.
Bakshi:
Claro ~ Entonces, tendré que asustarlos, bastante, pfff.
TRADUCCIÓN
AL ESPALOL POR: SAKURADA DI
gracias por la traduccion
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