Prólogo 5
Antes de que él
naciera, tales sentimientos debían haberse desbordado en Sisa. ¿Qué clase de
mundo era ese, exactamente?
Un día, lo sabría,
pensó Konoe.
Después de dos
noches, la pesadilla regresó por tercera vez.
Konoe estaba en
aquel misterioso lugar otra vez
Escuchó música en la distancia y se desvió como si flotara en el agua.
Era el mismo sueño
Konoe: Ngh….
De repente, un dolor intenso corrió por su oreja izquierda. Dolía lo
suficiente como para hacer que Konoe hiciera una mueca, y se sobresaltó cuando
se estiró para tocarla.
Se ha ido
Su oreja había desaparecido. Solo había tocado el aire.
Esto no podría estar sucediendo. Tanteó su cabello a tientas, tratando
de encontrarla.
Esta vez, le dolió el ojo izquierdo y se le enfrió la sangre.
Konoe no pudo tocar su ojo izquierdo. En cambio, sintió una cavidad
abierta en su cara.
Estaba seguro de que desaparecería, al igual que su oreja y su ojo.
¿Esto era la enfermedad…?
Él había atrapado
la enfermedad.
Espera un momento.
Esto era un sueño. Debería haber pensado sobre eso desde hace tiempo.
Konoe trató de
calmarse, pero le dolían los oídos y los ojos. Era tan doloroso que tuvo que
preguntarse si esto era un sueño o la realidad.
Luego el dolor
surgió a través de su brazo izquierdo y luego su pie izquierdo.
Estaba congelado
de miedo y solo podía mirar fijamente.
No pudo encontrar
la fuerza. Era como si todo lo que podía sentir fuera fiebre y dolor. ¿Fueron
estos síntomas de la enfermedad? ¿Estaba condenado a morir de esta manera?
Si estaba soñando,
entonces se despertaría cuando muriera.
Konoe vio su cola
por el rabillo del ojo.
Su cola desmoronó
ante sus ojos como un pastel hasta que la mitad se había ido.
Konoe fue atrapado
por la desesperación y el miedo sin fin. De repente, una fuerte luz lo
envolvió.
Konoe: ¡….!
Esta vez no fue un
color verde o amarillo. La luz era de color azul profundo
Había algo
enroscado alrededor de su tobillo derecho.
Un cuerpo viscoso
se arrastró hacia arriba, sus escamas brillando oscuramente.
La serpiente se
enroscó sobre su cuello y le susurró.
Desconocido: ¿Lo
sientes?
No lo restringió,
pero Konoe estaba atrapado con sentimientos de tristeza.
A pesar de que no
quería llorar, las lágrimas salieron de todos modos.
Desconocido: ¿Lo
sientes? Desbordado de mis escamas, mi lengua, mis ojos, mi corazón. mi
existencia. ¿Lo sientes?
La serpiente azul lo interrogó, pero Konoe no estaba en condiciones de
responder.
De repente, los ojos de Konoe se sintieron calientes y las lágrimas
corrían por sus mejillas. Se desbordaron y no se detuvieron. Sintió algo húmedo
en su mejilla izquierda. Las lágrimas debían haber estado saliendo de la
oscuridad de su cuenca ocular.
Desconocido: Respondeme. ¿Qué soy para ti? ¿Que sentiste?
Konoe: Ngh…ngh….
Desconocido: Respondeme
Mientras lloraba,
Konoe recordaba a las serpientes verde y amarilla. No podía liberarse de esta
pesada pena a menos que pensara en una respuesta. De alguna manera, una
respuesta poco a poco llegó a su mente
OPCIONES
1.
Un impulso
de dolor forja su camino
2.
La
piel de la serpiente está helada
Elegir la segunda
opción
Cuando Konoe pensó
su respuesta, la serpiente azul detuvo sus movimientos
Sentimientos tristes
salieron de su corazón. Las lágrimas se detuvieron. Konoe trató de sacudirse la
serpiente mientras reprimía sus sollozos.
Sin embargo, la
serpiente acercó su cara a su mejilla izquierda y se enroscó alrededor de su
cuello. Su lengua roja parpadeó y se extendió a la cavidad donde debería haber
estado su ojo.
El dolor que había sido enmascarado por los tristes sentimientos
revividos. El lado izquierdo del cuerpo de Konoe gritó. La lengua de la
serpiente tocó las profundidades de la cuenca del ojo de Konoe.
Konoe sintió un dolor agudo.
Konoe: ¡Para….! – él gruñó apretando sus dientes
La serpiente se
deslizó sobre el lado izquierdo del cuerpo de Konoe, como si compadeciera las
partes que había perdido, confortándolo.
Pero incluso si los toques eran amables, Konoe solo podía sentir dolor,
dolor como si sus nervios estuvieran al descubierto.
Konoe: ¡Aah….aagh…!
Desconocido: ¿Te duele? Tu corazón y tu cuerpo están
gritando. Todo te duele con dolor.
El toque de las
escamas deslizándose sobre su piel fue suficiente para volverlo loco. En el
piso de cristal azul, Konoe se giro mientras se retorcía.
Pero, sin importar
que tanto él se moviera, la serpiente nunca se apartó de él.
La serpiente
escaló su mejilla izquierda, y trató de entrar en la cuenca de su ojo.
Konoe: ¡No…!
¡De…ten….te…agh!
…………………………………………………………………………………………
Konoe: ………
Konoe se despertó
de golpe, sus pensamientos eran un desorden.
Han sido tres días y tres noches.
Su cuerpo estaba
rígido por el miedo, y carecía de la fuerza de voluntad para levantarse. Con
temor, Konoe levantó su mano derecha para tocar el lado izquierdo de su cara y
sintió una superficie cálida y redondeada contra su palma.
Ellos estaban ahí.
Sus ojo y oreja. Su brazo y pie. Él dejó escapar un profundo suspiro.
Konoe
inconscientemente dejó escapar otro largo suspiro. Cuando cerró los ojos,
escuchó el latido de su corazón, su pulso aún esta sorprendentemente rápido.
Sueños de
serpientes verde, amarillo y azul, todo de forma sucesiva. Era extraño tener el
mismo sueño otra vez.
Algo estaba
pasando. Algo malo.
Konoe suspiró una vez más. Sueños consecutivos, malos augurios y la tasa
de inicio anormal de la enfermedad
La inquietud que sentía ahora comenzaba a sentirse justificada. Konoe se
sintió angustiado.
Konoe: Mierda - Konoe escupió y arañó el piso.
Cada noche, sentía que las serpientes se arrastraban sobre su piel, y la
sensación era tan desagradable que solo quería arrancarla.
Su preocupación se convirtió en una ira insoportable, y Konoe pasó otra
noche inquieta.
A la mañana siguiente, Konoe se despertó con una fuerte sed y sofocos.
Se tocó la oreja. Caliente. Parecía haber pescado fiebre.
Se sintió pesado, e incluso moviendo sus orejas se sintió difícil. Su
boca se sentía seca. Konoe quería beber un poco de agua, por lo que se arrastró
fuera de la cama.
El mundo parecía temblar. Konoe se apoyó contra la pared para apoyarse.
El barril de agua estaba a solo un par de metros de distancia, pero de repente
se sentía tan lejos.
No estaba bien
Konoe decidió moverse de nuevo solo después de descansar un poco más, y
volvió a la cama, enrollando su cola alrededor de su cuerpo.
Respirando duramente, Konoe miró hacia arriba, fuera de la ventana. El
cielo estaba oscuro y la lluvia caía.
Consideró saltar a la lluvia para enfriar su cuerpo y saciar su sed.
Pero luego Konoe
sintió que solo empeoraría sus síntomas a largo plazo. Cerró los ojos en su
lugar.
Solo el sonido de
la lluvia hizo eco en la oscuridad mientras cerraba los ojos. Odiaba la
humedad, especialmente cuando se aferraba a su pelaje, pero no le importaban
los días de lluvia.
Cuando llovía, el
mundo entero estaba empapado. Desde los árboles ramificados hasta las flores,
todo se mojaba durante los tiempos como estos.
El Vacío, la
inanición y los extraños sueños sobre las serpientes, todas parecían las
ocurrencias de un mundo distante.
El tiempo solo le
dio consuelo.
El calor ardiente
en su cuerpo pareció disminuir cuando se asimiló con calma en ese mundo
lluvioso.
Konoe abrió
ligeramente sus párpados. Su sed había llegado a sus límites, y consideró
levantarse pronto para tomar un trago de agua.
Escuchó un modesto
golpe en la puerta.
Konoe solo miró a
la puerta en silencio, observando sus alrededores.
Tokino: Konoe,
¿estás ahí?
Una voz familiar
atravesaba la puerta. Lentamente levantó su cuerpo de la cama.
Tokino: Soy Tokino
Konoe: Si….
Abrió la puerta
suavemente. Tokino entró. Tan pronto como él entró y vió el estado de Konoe,
sus ojos se abrieron mucho
Tokino: ¡¿Eh?!
¡¿Qué te pasó, Konoe?!
Konoe: Eso debería
preguntarte yo. ¿Por qué viniste tan repentinamente?
Tokino: Tenía
algunos asuntos que tratar cerca de aquí, así que decidí pasar a ver como
estabas. Pero, ¿a caso tienes fiebre?
Tokino se apresuró
adentro
Él colocó su húmeda canasta en el piso y corrió hacia donde estaba Konoe.
Konoe sintió una
fría mano sobre su oreja.
Tokino: ¡Ah,
quema! Wooh, que increíble fiebre. ¿Por qué dejaste que la fiebre se
intensificara hasta este punto?
Konoe: Ayer estaba
bien
Tokino: ¿Quieres
decir que te despertaste así?
Konoe: Si
Tokino: ¿Comiste
algo que te hizo mal? En momentos como estos….. oh, es cierto. Ehm….
Tokino rebuscó en su cesta.
Tokino: Estaba seguro que tenía algunas hierbas para la fiebre….
Konoe: Primero, ¿podrías darme algo de agua?
Konoe luchó por
hablar claramente. Sus palabras fueron arrastradas.
Tokino: Ah, ¿tienes sed? Supongo que deberías tener.
Bien, entendido
Tokino tomó un
tubo de madera que había atado a la canasta, sacó la tapa y se lo ofreció a
Konoe.
Konoe lo tomó y
bebió. Tenía la intención de devolverlo, pero antes de darse cuenta, había
vaciado todo el contenido.
Aunque estaba
tibio, el agua sació su sed de la misma manera. Konoe se limpió los labios con
el dorso de sus manos y le dirigió a Tokino una mirada de disculpa.
Tokino se rió
mientras tomaba el recipiente vacío, sonriendo para demostrar que no le
importaba en absoluto.
Konoe: Lo siento.
¿Podrías darme algo de agua del barril que esta por ahí
Tokino: No hay
problema. Hay que ayudarnos cuando hay problemas. Vamos, ahora ve y acuestate,
te daré la medicina
Tokino empujó
suavemente el pecho de Konoe hacia atrás y lo hizo recostarse en la cama.
Tokino buscó en su
cesta otra vez, esta vez sacando un poco de hierba.
Tokino: Es este.
Puede que sea un poco amargo, pero tendrás que aguantarlo ya que si funciona.
Una vez que la bebas, te recuperaras enseguida
Konoe tomo un poco
de la hierba que Tokino le entregó. Amargo
El sabor amargo se extendió por su boca y las cejas de Konoe se
fruncieron. Tokino negó con la cabeza con seriedad.
“Estarás mejor cuando la comas.”
Eso es lo que
decía su expresión. Konoe a regañadientes tiró la hierba en su boca, tratando
de no masticarla lo suficiente antes de tragarla.
Tokini: Bien, lo
has hecho bien
Tokino asintió
felizmente
Konoe: ¿A caso
crees que soy un niño? Dame agua, por favor
La amargura hizo
que Konoe hiciera una mueca y sus labios se entumecieran, así que los cubrió
con su mano.
Tokino sacó un
poco de agua en un frasco y se lo dio a Konoe, quien lo bebió rápidamente.
Cuando Konoe
terminó de beber, Tokino suspiró y frunció el ceño.
Tokini: Ahh…
sabes, siempre pensé que algo como esto ocurriría algún día
Konoe: ¿Qué?
Tokino: Siempre
has sido alguien temerario, asó que pensé que te pasaría algo malo ya que vives solo, Konoe.
Tokino: Por suerte
hoy estaba de paso y todo terminó bien, pero…. si la próxima vez vengo y estás
muerto, no sabría que hacer, así que ya detente
El rosto de Tokino
se tornó serio
Konoe: No hay
manera de que eso pase
Tokino: ¿En serio?
Konoe: Antes de
que eso pase haré algo al respecto. No moriré por algo tan trivial como eso
Tokino: Ya veo.
Supongo que tienes razón
Tokino asintió con
reflexión y se levantó
Tokino: ¿Prendo la
luz? Esta muy oscuro
Konoe: Si
Tokino se acercó a
la estantería donde Konoe guardaba un plato de agua y colocó una hoja guía en
él. La habitación estaba iluminada por una luz suave.
Tokino se sentó
junto a Konoe de nuevo, y Konoe exhaló lentamente. Notó que también se sentía
aliviado.
Se había
acostumbrado a Tokino, y estaba seguro de sentirse tan aliviado porque Tokino
estaba allí con él.
Konoe pensó que
esto era inesperadamente bueno
La lluvia cayó suavemente. Tokino miró con calma fuera de la ventana
Tokino: ¿No crees que hay algo extraño ocurriendo últimamente? – Tokino
murmuró
Él había hablado
de repente.
Konoe: ¿El qué?
Tokino: Son varias
cosas. Vi en Ransen que el comienzo de la enfermedad estaba empezando a
aumentar. Es lo mismo para Karou y los pueblos vecinos ¿no?.
Konoe: Si
¿Ransen estaba en la misma situación?
El gato enfermo
que entró ayer en su casa ahora le vino a la mente. Al mismo tiempo, pensó en
el sueño que tuvo anoche y recordó su cuenca ocular vacía.
Cerró los ojos con
fuerza y se sacudió.
Tokino: Y luego
decaíste tan repentinamente. Realmente no quiero decir esto, pero…..
Tokino: Tengo un
mal presentimiento, como si algo horrible fuera a ocurrir. No puedo evitar
pensar así
Tokino miró a
Konoe. Las pupilas redondas de sus ojos preocupados reflejaban un poco de luz.
Era cierto que
cosas extrañas estaban pasando.
Ahora Konoe sabía
que no era el único que tenía un mal presentimiento. Realmente, todos
probablemente se sintieron de esta manera.
Algo malo estaba
por ocurrir.
Konoe: Tuve un
sueño….
Tokino: ¿Un sueño?
Konoe: Un sueño
donde salen serpientes. He estado teniendo esos sueños por las pasadas tres
noches
Tokino: ¿Un sueño
donde aparecen serpientes?
Konoe: Si. El
contenido de los sueños es muy parecido. La única cosa diferente es el color de
las serpientes. Y en cada sueño me preguntan las mismas cosas.
Konoe:
“Respondeme” “¿Qué soy para ti?” “¿Qué sientes?”
Tokino: ¿Has
tenido esos sueños consecutivamente? Eso suena escalofriante
El rostro de
Tokino se mostraba vacilante. Mientras Konoe hablaba, recordó escenas de los
sueños, y agitó su cola con irritación
Konoe: Gracias a
esos sueños, no he podido dormir nada. Tal vez sea por eso que me enfermé.
Tokino: Ya veo
Si era posible,
Konoe pensó en no dormir esta noche. Podría volver a tener ese sueño.
En esos sueños, el
dolor se sentía muy real. Él estaba aterrado de ir a dormir
Konoe: Se sintió
horrible. Tener esos sueños es cansado – Konoe murmuró
Tokino agitó su
cola, bajando las orejas.
Tokino: Konoe, qué
cara tienes... Debes estar sufriendo. He traído algunos kuims. Debes intentar
comer algo y animarte.
Konoe: Si
Tokino extendió su mano hacia Konoe y cubrió sus ojos, envolviéndolo en
una cálida y suave oscuridad.
Tokino: Que tengas un buen sueño esta noche
La suave voz sonó
en la oscuridad, y Konoe dejó escapar un suspiro de alivio.
La mano que cubría
sus ojos se apartó y pudo ver a Tokino allí, sonriendo como si estuviera un
poco avergonzado.
Tokino: Cuando tenía
sueños malos, mi mamá solía hacer esto. Es un encanto
Konoe: Ya veo
Tokino: Ah…um.. lo
siento
La respuesta cortante de Konoe pareció asustar a Tokino, y sus orejas se
movieron hacia abajo. Parecía haber olvidado que los padres de Konoe se habían
ido.
Konoe: No hay de que, realmente no me molesta
Tokino todavía se disculpaba, pero a Konoe realmente no le importaba.
Konoe: ¿No se te hace tarde?
Tokino solo se pasaba por aquí ocasionalmente debido a los negocios. Él
asintió a regañadientes.
Tokino: Si, debería irme pronto…. ¿estarás bien?
Konoe: ¿De qué?
Tokino: Bueno, estoy preocupado por ti
Konoe: Estaré bien. No soy un niño
Tokino: Ya veo
Tokino asintió y le dio una acaricia. Fue un gesto cariñoso, y ambos
ronronearon suavemente.
Tokino sacó algo de la cesta y lo colocó cerca de Konoe, luego se echó
la cesta sobre la espalda y se levantó.
Tokini: Aquí están las hierbas medicinales y los Kuims que te prometí. Los
dejare aquí. Asegurate de comer ambos.
Konoe: Entendido
Tokino: Bueno, ya me voy. No te sobre esfuerces y descansa como se debe
para que te recuperes.
Konoe: Si
Tokino sonrió y salió de la casa de Konoe con un chasquido de su cola.
Cuando la presencia de Tokino desapareció en el sonido de la lluvia, el
silencio volvió a la habitación donde Konoe ahora estaba solo.
Konoe se movió y apartó los ojos de la puerta hacia la pared. Por alguna
razón, no le gustaba mirar a la puerta después de que alguien se iba.
Sacudió la cola. Hizo un ruido de crujido.
¿Funcionaría la
hierba medicinal? Demasiado pronto, su respiración excitada volvió a calmarse.
Konoe se estiró, se cubrió con las sábanas de la cama y se las puso
sobre la cabeza. Cuando pensó en el sueño, vaciló en dormir.
¿Podría ser que otra
colorida serpiente aparecería en su sueño? ¿Le preguntaría las mis preguntas
otra vez?.
Cuando lo pensó, ya no se sentía como una coincidencia. Tenía que haber
un significado detrás de eso. Esa era la única forma en que tenía sentido.
Envuelto en el calor de sus sábanas, sintió que sus ojos se volvían cada
vez más pesados.
Si se dormia…. Konoe podría tener ese sueño otra vez.
Sería genial si el encanto de Tokino funcionara. Si lo hiciera, Konoe
tendría que agradecerle la próxima vez que se encontraran.
…………………………………………………………………………………………..
Estos pensamientos
permanecieron en la mente de Konoe mientras se dormía.
La cuarta noche.
El sueño vino después de todo.
Konoe se desvió en
el espacio misterioso. La música hizo eco en la distancia. No le tomó mucho
tiempo darse cuenta de que era un sueño.
Esta vez, era
peligroso.
Luchó por
despertarse pero su cuerpo no lo escuchaba. Ni siquiera podía mover la punta de
su cola; era como si se hubiera convertido en un objeto, dejando de ser el
mismo.
En poco tiempo, el
sonido pulsante comenzó.
Konoe: Kuh…..
Esto era malo.
Konoe quería escapar desesperadamente.
La luz bloqueaba
su vista, como si tratara de ridiculizarlo.
TRADUCCIÓN AL ESPAÑOL POR:
SAKURADA DI
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