Rockwell - 33%
Dave:
Estoy seguro que les encantaría preguntarle una que dos cositas. ¿Qué les
parece si primero lo hacen gemir?
Colonby:
Que estupidez. Si fuera un pez gordo sería otra cosa. Pero, hacerle eso a un
simple mocoso que ni siquiera sabe la debilidad de Cosa Nostra, no tendría
sentido.
Entre
los hombres de Chicago … había un hombre vestido con un buen traje, sentado en
un sofá con cara de aburrimiento.
Pero...
sólo el hombre más joven entre ellos, delgado, con una tez que parece que sus
órganos internos han sido dañados por el alcohol... me ve fijamente hasta que
escupe y se ríe.
Magro:
¡Cosa Nostra! ¡Qué estupidez! ¿Qué haremos con ese chico? Con solo dejarlo
estar de pie para reírnos de él no es nada interesante.
Magro:
¿Deberíamos hacer que juegue como un perrito?
Mafioso
de Chicago 2: Ah, eso sería bueno. Hacer que hiciera algo más en lugar de
simplemente acabar con él, sería mejor.
Mafioso
de Chicago 4: ¿Qué tal si pruebas su suerte? En la prisión, cuando le dabas la
mano a este tipo, tu suerte cambiaba, por lo que era popular saludarlo antes de
ingresa a la celda.
Mafioso
de Chicago 1: ¿Qué es eso? ¿Lo trataban como una especie de amuleto de la
suerte?
Magro:
Hah, ¿entonces él hace que la diosa de la fortuna venga y te bese? ¡Que
interesante! Veamos cahorro, si logras hacer que nosotros también nos
convirtamos en un gran libro de apuestas.
…….
Magro:
¿Estás confundido, maldito Bambi bastardo? Te estoy diciendo que me muestres a
mí también esa suerte que tienes.
Mafioso
de Chicago 1: ¿Qué le parece si jugamos un poco? Justamente al final de este
lugar hay una mesa de casino.
Dave:
Sabía qué pensaría así. Así que, me di la libertad de traer a un joven
distribuidor con conocimiento en este tipo de juegos.
Dave
se ríe con orgullo y convoca a sus secuaces. Se quitó la chaqueta, se envolvió
las mangas de la camisa con una sonrisa que se le daba bien... e hizo una
reverencia a un hombre de Chicago.
Distribuidor:
Disculpen la intromisión, estimados invitados forasteros. Ya sea una carta, un
recorte o una rueda de ruleta. Estaré encantado de servirles.
Magro:
Heh, finalmente esto se está poniendo interesante. ¡Oye, llévate a ese chico!
Mafioso
de Chicago 3: ¡Sí! ¡Lo has escuchado! ¡Ven, bastardo cobarde!
El
chico de Chicago que me va a hacer su juguete... ordena a sus secuaces a que me
lleven a la mesa del casino... Estoy siendo terriblemente golpeado mientras soy
obligado a caminar hacia ese lugar.
Colonby:
Batti no tiene remedio. Bueno, a los jóvenes no les gusta estar aburridos.
Ernesto:
Nosotros deberíamos disfrutar del espectáculo. Después de todo estamos en una
situación de espera, ¿no es así, Ethan?
Ethan:
No te involucres con aquel joven …
Ernesto:
¿Pero ¿qué dices? ¿Estas preocupado por aquel mocoso? Solamente iré a ver. Todo
terminará enseguida una vez que llegue el libro de registro, ¿no es así?
Yo ….
Mafioso
de Chicago 3: Vamos, está bien hacerlo aquí, ¿no? ¡Siéntate!
Me
obligaron a sentarme en la esquina de una mesa de juego que estaba un poco
polvorienta y que no había sido utilizada por un tiempo.
Ya
estoy harto de que se me escapen hasta los gemidos de dolor y ser tratado como
un trapo o algo así siendo aventado sobre una mesa. Los chicos de Chicago
comienzan a sentarse alrededor de la mesa uno tras otro.
Mafioso
de Chicago 2: Hermano, por aquí.
Joven
distribuidor: Bueno, señores clientes. Primero empezaremos con la repartición
de cartas. ¿Qué tipo de juego desean jugar?
El
hombre distribuidor de cartas actuaba tan genial como si no le importara el
asunto mientras estaba alineando las cajas nuevas que estaban en una caja sobre
la mesa.
Magro:
Como cabe la posibilidad de que este perrito nos entretenga por bastante
tiempo, entonces elegiremos jugar Póker. Está bien a juego cerrado ¿verdad?
Distribuidor:
Entendido. Este lugar está bien sin anti.
Nadie
me habla. Estoy siendo tratado igual que la basura pegada a la mesa...
El
distribuidor tira los dados de manera familiar... Toma la caja de cartas donde
habían sido colocadas de manera ordenada, y rompe el sello, sacando una nueva
carta y baraja las demás.
Fueron
colocadas cinco cartas frente a ese bastardo de Chicago con cara de borracho, y
luego fueron colocadas cinco cartas frente a mí... El reverso de la tarjeta con
un patrón de ángel estaba alineado una tras otra.
Cuando
el distribuidor intentó hablar sobre las apuestas y las cartas, como si
quisiera tomar el control, el yakuza de Chicago saca un cuchillo de su
bolsillo...
Distribuidor:
¡! Usted …
Magro:
¿Qué? Ese perrito no tiene derecho a hablar, no importa cómo lo mires. Este
chico no es diferente a una simple mascota. Oye, Lucky Dog, así te llaman, ¿no?
Maldito bastardo piojoso.
Magro:
Cada vez que pierdas, te cortaré un dedo con esto. ¡No habrá ninguna concesión!
Así que será mejor que te esfuerces.
¡Hahaha!
Fuh …
¿Cerrado...?
¿Sacar el póker...? Ha sido un largo tiempo desde que juego esto.
Incluso
estando en mis territorios, difícilmente jugaba. Y eso era porque no había
nadie con quien jugar... Y pensar que ahora ha surgido la oportunidad de jugar,
tenía que hacerlo aquí y con este maldito bastardo ...
Si
pierdo, mis dedos rodarán... De todos modos, no tengo nada a lo que apostar...
No,
ya sea que gane o no, me matarán pronto ... Ya todo me da igual ...
Frente
a mí, el bastardo de Chicago dio la vuelta a la carta lentamente. De repente
pone una expresión amarga en su cara ...
Magro:
Hey, distribuidor. Haz un cambio de dos cartas.
Se
colocan dos descartes frente al bastardo de Chicago. El distribuidor de Dave
reparte dos nuevas cartas frente al hombre con destreza en sus manos.
Tan
pronto como intenté voltear una carta, la boca del hombre se abrió. Este
tipo... no tiene nada de ganas de competir conmigo... Sólo está tratando de
ponerme a prueba y disfrutarlo ....
Qué
patético …. Todo es patético …
Magro:
¿Nm? Hey, maldito bastardo. ¡Date prisa y voltea la carta! ¡Hey! ¡Ya juega!
Por
supuesto que se refiere a las cinco tarjetas que me distribuyeron. No estoy
haciendo nada, todavía sigo recostado sobre la mesa frente a mí.
No
tengo ganas de darle la vuelta a la carta o hacer algo más ... Es mejor
permanecer tal y como estoy.
Gian:
Seguiré así ….
Mafioso
de Chicago 3: ¡Qué! Hey, hey, hey, que tan terco puedes ser …
Magro:
Fuuh, que fuerte. ¿Crees que ya ganaste sin voltear las cartas ni mucho menos
verlas? Que varonil. ¿Estás apostando a una sola prueba de suerte?
Mafioso
de chicago 2: ¿Está
bien? Si pierdes, el nombre de Lucky Dog desaparecerá, ¿sabes? Más aun, te
verán como un llorón.
Gian:
Cállate. Esto es un enfrentamiento.
Quiero
darme prisa y terminar con esta farsa.
Magro:
¡Deja de estar bromeando! Qué Lucky Dog ni que nada, ¡no eres nada interesante!
¡Muy bien, enfrentémonos!
El
tipo de Chicago tiró la carta sobre la mesa. No importa si sea un buen
movimiento.
Magro:
Mira, tengo unos 8 y dos pares de Jaques.
Magro:
Hey, enseña tus cartas.
……..
Magro:
Mira que estar jodiendo. ¡Hey,
distribuidor, dale la vuelta!
El
distribuidor se acerca y voltea la carta frente a mí. El sonido de las cartas
es de 2 ... y cuando termina de voltearlas todas ...
Un
rugido se filtró de la boca de los espectadores alrededor.
Mafioso
de Chicago 1: ¡Tres
cartas …! ¡Deuce
…!
Magro:
¡Kuh …! Este bastardo …. Pff, fufu … ya veo, con que Lucky Dog, eh. Ya veo ~.
Magro:
Me pregunto si realmente existe este nivel de suerte. De ser así, claro, se me
olvidaba. Supongo que también tendré que apostar.
El
yakuza de Chicago dice eso de una manera burlona y coloca un bolso de piel de
cocodrilo sobre la mesa. Y entonces ...
Magro:
Si continúas ganando, esto será tuyo. La apuesta será entre esta bolsa de
dinero y tus 10 dedos. No habrá vuelta atrás. ¡Haz que me entretenga …!
……
El distribuidor
se deshace de las cartas estaba usando y tira los dados.... Abre la nueva caja
de cartas y la barajea.
Nuevamente,
las cartas quedan alineadas frente a mí y ese maldito bastardo de mierda.
Magro:
¡Mierda! ¡Hey, dame tres! Nm … Fuh, fufu , que bien.
Sin
querer seguir escondiendo su estado de ánimo, el maldito bastardo de Chicago me
mira burlonamente con una carta en su mano.
Mafioso
de Chicago 4: Hey, tu … ¿De verdad no tienes intensión de ver tus cartas o de
tomar otra?
Gian:
Enfrentamiento.
Magro:
Keh, mira que actuar tan arrogante, maldito cachorro. ¡Bueno, déjame escuchar
unos buenos gemidos, bastardo de Daivan!
El bastardo
de Chicago coloca sus cartas sobre la mesa. Eran unas cartas coloridas y
rayadas.
Magro:
¡Hahaha! ¡Esta vez he obtenido una buena mano! ¡Full house! ¡Las dos princesas
están sobre la mesa! ¡Hey, muestra las cartas de este bastardo cobarde!
Distribuidor:
S-Sí …
Las
cartas frente a mí fueron volteadas. Al ver la primera, en este momento, los
mafiosos circundantes se burlan.
Al
voltear la segunda carta .... el bastardo de Chicago alcanza el mango de su
cuchillo clavado en la mesa.
La
tercera carta es …. 2. Todavía un par.
Los yakuza miraban el lugar con sus rostros rojos como si estuvieran aguantándose
al mirar a una mujer.
La
cuarta carta es … 2 ….
La
risa desapareció de los alrededores.
La
quinta carta es …. 2 ….
Gian:
2 de una clase …
Magro:
¡¿QUÉ?! UUUH … UUHG …. ¡MIERDA, JODER, ¡MALDITA SEA! ¡¿QUÉ SIGNIFICA ESTO …?!
¡HEY! ¡MALDICIÓN!
Con
una cara sudorosa, el bastardo de Chicago aparta la mirada de mí. Luego, lanza
quejas hacia el distribuidor que estaba pálido.
Magro:
¡NO PUEDO CREERLO! ¡¿QUÉ SIGNIFICA ESTO?! ¡HEY!
Dave:
E-Ehm … haha, lo siento mucho. Parece que se quedó un poco atónito. ¡Hey!
Ante
la clara señal de Dave, el distribuidor asiente aún con una cara pálida.
Distribuidor:
Reemplazaremos las cartas …
El
distribuidor toma la caja de cartas nuevas y las saca. Las barajea .... y luego, mira la mesa y las vuelve a
barajear.
Que
bastardo tan habilidoso …. Las cartas descartadas de antes las había colocado
en un lugar bueno para ser ocultadas … es un truco tan cliché … comprendo …
Supongo
que este será el final, eh …
¡Aaah!
¡Todo es tan ridículo!
¡Todos
y todo!
Son
una mierda.
Distribuidor:
Bueno ….
Cartas
son repartidas frente al bastardo de Chicago y frente a mí. Los lacayos de Dave
y los de Chicago se miran.
Magro:
Fuh, entonces yo también …. Te acompañaré a tu última pequeña partida. ¡No
habrá ningún cambio u oportunidad! ¡HAHAHA!
El
tipo de Chicago, con mirada triunfal antes de dar la vuelta a la carta...
termina de darle la vuelta sobre la mesa.
Magro:
¡Esta decidido! ¡Escalera real! ¡Picas! Es grandioso tenerlas todas alineadas,
¿acaso no es una buena vista?
Sobre
la mesa estaban las cartas de picas negras J, Q, K … y ahí también estaba la A
… Hah, que estupidez.
Los
espectadores que los rodeaban vitorearon todos a la vez.
Dave:
¡Maravilloso!
Mafioso
de Chicago 2: Uwoo … es increíble ~
Mafioso
de Chicago 3: Hehe, es excelente, ¡Hahaha! Bueno, y ahora …
Los
ojos de los mafiosos se dirigían hacia mí, como si fuera basura pegada en la
mesa. Una persona saca rápidamente un cuchillo y lo coloca sobre la mesa …
Yo...
esta vez, lo hago yo mismo. Con una mano, agarro las cartas de mierda. Las
pongo juntas en una línea, y las volteo todas de una sola vez. Y entonces ...
Gian:
Cinco de una clase …
Magro:
Ngh … eh … ¿hah?
Tiro
las cartas sobre la mesa. Y lo que estaba esparcido allí ... mostraban cartas
negras y rojas. Hay 4 cartas de 4, y...
La
última carta era el Rey montado en bicicleta...
Hay
una etiqueta animada en la caja de las cartas. Es un comodín que se usa para
jugar con niños... se usa especialmente para los comodines. El ángel.
Esa
es la quinta carta. Es una jugada de cinco cartas.
Magro:
¡Q-Qué …! ¡Maldita sea! ¡¿Qué significa esto?! ¡Hey, tú!
Distribuidor:
¡E-Eso no puede ser …! ¡No
puede ser que sea el comodín, lo tiré antes de barajar! ¡En serio!
Dave:
E-Es cierto … Además … ¡Este es un juego de adultos! ¡Algo como el comodín no
puede estar permitido!
Gian:
Yo no sabía que había un comodín desde el principio …
Magro:
¡Guh …! ¡Bastardo …!
Dave:
¡Algo como esto …! ¡Es inaceptable! ¡Este es un juego de adultos … un juego
para honorables caballeros! Debe de haber algún error … un comodín …
Dave:
¡Es inaceptable! ¡Es una lástima, Lucky Dog! Tu mano … no cuenta. ¡Te
esforzaste, pero es una carta inválida! Y …
Maldita
sea. La voz perversa de Dave resuena en mis
oídos.
Dave:
¡El competidor de Chicago obtuvo una escalera de colores! ¡Y además, Real!
¡¿Puedes, verlo?! Es tu derrota, Lucky Dog … ¡guh!
Gian:
Bien, entonces el Rey del ciclismo no cuenta. Entonces, obtuve cuatro cartas, y
estoy bien con eso.
Dave:
Ah … ¡Ah! No me digas que …
Magro:
¡¿?! ¿Qué? Ah … ¡uh!
Mafioso
de Chicago 1: ¡Ah! Esto …
En un
instante, no hubo ningún sonido en el espacio circundante. Los mafiosos, todos
están atónitos mirando las cartas frente al bastardo de Chicago ...
Hasta
ahora, nadie se había dado cuenta. Nadie había dudado del distribuidor, por lo
cual no se dieron cuenta del truco. No, hasta ahora.
Mafioso
de Chicago 4: Ah … e-esto … No es una pica de 10 ... Es un club.
Mafioso
de Chicago 1: Entonces, es simplemente una escalera …
Mafioso
de Chicago 2: ¡Escalera! ¡Ah! E-Entonces …
Gian:
Yo obtuve un juego de cuatro cartas. ¿Todavía quieres seguir?
Magro: ¡Guh …!
Distribuidor:
¡¿Nuh?! ¡N-No puede ser …! ¡Eso es imposible! Este tipo de error … e-espere por
favor …
El
distribuidor escupe su excusa con sudor y lágrimas sin dudar para auto
justificarse.
En
medio de todo esto, el mafioso, que había perdido por completo su color …
Magro:
¡Maldición! ¡Maldita sea!
Golpea
la mesa de juego con una fuerza tremenda... y luego, el bastardo de Chicago se
puso de pie. Con ese impulso, la mesa cruje.
Magro:
¡Ha, hahahaha, joder!
Cuando
el tipo de Chicago escupe esas maldiciones, mete la mano en el bolsillo de su
traje y saca una pistola. Los mafiosos se alteran al ver el revólver negro
brillante, y ...
Mafioso
de Chicago 2: ¡Ah! Hermano, eso es malo …
……
Soy
apuntado por la boquilla de esa pistola … ¿Con que este es mi fin? Que estupidez.
Sin
embargo, ese mafioso de Chicago, cambia su objetivo hacia el lacayo de Dave, el
hombre que hacía el papel de distribuidor para ser más específico, temblando
con el rostro sudoroso y lloroso.
Magro:
Haz echo algo bastante interesante. Atreverte hacer trucos para mí … si que
tienes agallas … ¡Maldito bastardo tramposo!
Distribuidor:
E-Eso … no …
El tipo
de Chicago disparo sin dudarlo. La cara del distribuidor, que temblaba a mi
lado, se hizo añicos, y sangre fresca y restos de cerebro salpicaron,
estrellándose contra mi cara.
Puh …
que asco …
Dave:
¡Ah…! Ah …
Colonby:
Hey, hey, hey, ¿pero ¿qué estás haciendo? ¿Hay alguien que dispare tan
repentinamente? Que problemático.
Magro:
¡Pero es que … Tío! ¡Que alguien como esta mierda se haya atrevido a
subestimarme no podía dejarlo pasar! ¿No lo crees? ¿No?
El
tipo de Chicago está furioso y grita moviendo sus brazos. En el tumulto... Vi
el cadáver del distribuidor, en silencio.
Mafioso
de Chicago 4: Oye … esas … cartas …
Desde
el chaleco del distribuidor caído, las cartas escondidas allí estaban
desbordadas y dispersas.
Mafioso
de Chicago 2: Que bastardo tan tonto. Estoy seguro de que ha reemplazado cartas
miles de veces. No puedo creer que haya cometa un error aquí.
Los
yakuzas susurran de manera espeluznante, y.… se miran.
Mafioso
de Chicago 4: Oigan …. ¿no creen que la atmosfera se siente pesada …? Hay un olor extraño, a moho, a podrido....
Mafioso
de Chicago 1: Mierda, los ventiladores en el techo se detienen. Es solo un
hotel maltratado, joder ...
Magro:
¡Hah … hah … maldita sea! ¡Joder! El siguiente …. Maldición … eres tú …
……..
La
cara del tipo de Chicago refleja la cantidad de sangre que se le ha subido a la
cabeza ...
Magro:
Heh … heheh … maldita seas. Ya veo,
Lucky Dog … realmente existen tipos como tú ….
Mafioso
de Chicago 1: Hermano, por favor cálmese.
Magro:
¡Ya lo sé! Fuh, hehe … ya que perdí en las cartas … y todos están aquí, … ¿no
crees que deberíamos hacer algo más, cachorrito?
Magro:
¡Tendrás que jugar un poco más conmigo! Esta vez … jugaremos con los dados …
¡¿de acuerdo?!
OPCIONES:
1.
Que fastidio.
2. No
hay remedio.
Elegir
la segunda opción.
Que
remedio …
Gian:
Muy bien. Aunque me negara no tendría caso.
Magro:
¡Ha, hahaha! ¡Así es! ¡Que Lucky Dog ni que nada!
El
bastardo de Chicago saca una caja de dados de colores de la caja que hay sobre
la mesa de juego. Y entonces ...
Dispara
dos dados de estrella blanca sobre la zona roja frente a mí. El resultado es 7.
Y el bastardo de Chicago tiene dos dados rojos sobre la zona blanca.
Magro:
Los aplausos también son un fastidio… Vamos simple, ¿de acuerdo? Ojos grandes, el que saca gana, ¿ok? (Perdón no comprendo
mucho el juego de los dados de casino, así que disculpen si hay confusiones de
traducción en estas partes u,u)
Magro:
Si saco los mismos ojos al mismo tiempo, ¡yo gano! Lucky Dog, no te asustes, seguro que no vas a
perder. ¡¿No?!
TRADUCCIÓN
AL ESPAÑOL POR: SAKURADA DI
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