--- MATSUDA #18 -----
Me pregunto cuántos de estos son los que han sido cortados en pedazos delgados en stock.
Quisiera
superar la disculpa en mi corazón cuando lo corte en pedazos.
El isoma
que pellizqué entre mis dedos se aplastó mientras lo presionaba, temblando
ocasionalmente como si lo recordara.
Azuma:
…
Pobrecito.
Mira
que lucir así.
Junto
violentamente sus dos cuerpos divididos y los clavo en el anzuelo, enviando el
peso por los aires con todas mis fuerzas.
Tan
lejos como pueda llegar.
………………………………………………………………………………………………….
Azuma:
¡Uaaaahaaaa! Esto es inútil. Seguramente es porque no hay viento.
Después
de quedarme alrededor de 5 minutos, me estiré, murmuré, dejé el poste fijo de
la caña de pescar y me fui a donde estaba Matsuda.
Matsuda:
¿Nm? ¿Qué pasa?
Azuma:
No pesco nada.
Matsuda:
Tú ... no estás pescando con una red, por lo que realmente no puedes atrapar
tantos peces.
Azuma:
Y eso que quería pescar un pez atún espada.
Matsuda:
Trae un arpón y un bote entonces.
Azuma:
Tch …
El
perfil de Matsuda, que sigue mirando sólo al mar, es duro y claro.
Claramente
eso me dio a entender que había desechado todas sus preocupaciones y que solo
enfrentaba seriamente la seguridad alimentaria tal y como iban surgiendo los
problemas.
En
bromas y chistes parece que no hay apertura para aprovechar.
Azuma:
Haaah …
Entiendo
perfectamente que no tengo tiempo para perder el tiempo. Pero en este momento,
quería desesperadamente hablar con Matsuda.
Realmente
no sé por qué, ni siquiera yo mismo.
Matsuda:
Dicen que la felicidad se escapa cuando suspiras.
Azuma:
Es que no pesco.
Matsuda:
Entonces, ¿quieres hacer otra cosa?
Matsuda
dejó caer los hombros cuando vio que levantaba el anzuelo y volvió a poner la
caña en su lugar.
Azuma:
¿Hacer qué?
Matsuda:
Recoger hongos.
Ciertamente,
tengo ganas de mover mi cuerpo en lugar de permanecer aquí tranquilamente.
Estoy
un poco frustrado porque no puedo pescar todo lo que quiero.
Azuma:
De acuerdo.
Matsuda:
Jajaja, ¿qué pasa? No estás siendo nada sincero. Y eso que tus ojos acaban de
brillar tan repentinamente.
Había
una razón complicada por la que los latidos de su corazón saltaron tanto.
Azuma:
……